Entrevista realizada por María Foronda
Más de 24.900 mayores que vivían en residencias de ancianos han fallecido este año debido a las Covid-19. Representan el 49% de las muertes notificadas oficialmente por el Ministerio de Sanidad. Hoy Mari Carmen González, auxiliar de geriatría en la residencia de tercera edad Siglo de Oro (Garrapinillos, Zaragoza) nos cuenta cómo ha vivido ella esta
dura situación.
El 13 de marzo llegó el confinamiento total a España. Usted que iba a trabajar cada día, ¿notó menos el encierro?
Claro que noté el encierro menos pero la situación que vivíamos en esos momentos era muy dolorosa, salir de casa, ver las calles vacías… era una sensación de tristeza, soledad y mucha angustia.
¿Cómo vivió la situación en la residencia?
Con mucho miedo, era una situación muy triste ver que las familias no podían asistir a ver a sus familiares.
¿Era duro explicarles a los residentes qué era el virus, y por qué no podían ver a sus familias?
Fue muy duro, porque cada residente es un mundo, diferente persona. El hecho de decirles que no podían ir las familias a verlos muchos no lo entendían se pensaban que estaban como abandonados. Fue muy triste al principio.
A raíz de la pregunta anterior, ¿los residentes se encontraban nerviosos? ¿tenían miedo al virus?
No se encontraban nerviosos porque nos veían a nosotras tranquilas a pesar de que el miedo lo llevábamos en el cuerpo ellos estaban súper tranquilos.
¿Hubo muchos contagios en su residencia en esa primera ola del virus?
No hubo ningún contagio en la primera oleada porque supieron hacerlo bien y cerramos una semana y media antes para las familias y para todo el mundo.
¿Tenían medios suficientes para protegerse del virus?
La primera semana del cierre no teníamos muchos recursos, hasta que poco a poco la dirección, los jefes, nos fueron trayendo todo el equipo, gracias a dios no nos faltó de nada.
En verano, hubo una segunda oleada ¿cómo afectó a su residencia?
Ahí sí que tuvimos por desgracia muchos contagios. Empezó con un abuelito y se contagió casi toda la residencia, empleadas incluido, fue muy duro… es difícil de explicar con palabras.
¿Afectó también al personal sociosanitario que trabaja allí? ¿Tuvisteis suficiente personal?
Afectó y mucho. Más de media plantilla con baja. El resto haciendo 14 horas, día sí, día no, así durante un mes, mes de agosto. Fue muy difícil trabajar, pero muy contentas porque los abuelos que tenemos iban saliendo adelante.
¿Había más medios en la segunda oleada (mascarillas, epis, etc)?
Si que tuvimos medios. los suficientes y más. No nos faltó de nada.
¿Por qué cree que el virus afecta tanto en las residencias siendo que están cerradas a los visitantes?
Yo creo que es por la gente que viene de fuera de la residencia como son las empleadas, los repartidores, etc. En nuestro caso no fue así, porque no se contagió ningún abuelo por nosotras sino porque se cerró tarde y algún familiar trajo el virus.
¿Ha notado si se han llevado las familias a sus mayores de la residencia por miedo al contagio?
En nuestra residencia por suerte no se han tenido que llevar a ningún residente a sus casas, han confiado plenamente al 100% en todas nosotras.
Tanto usted como sus compañeros y residentes serán de los primeros grupos en recibir la vacuna contra la Covid-19. ¿Qué opina sobre la nueva vacuna que ha salido? ¿Ve la luz al final del túnel?
Al principio cuando la vacuna ya estaba casi lista yo era del grupo que no me la quería poner porque no me fiaba ya que una vacuna no tarda tan poco tiempo en encontrarse pero como han puesto tantos científicos su colaboración en encontrar la cura, ahora pienso que puede ser lo mejor ponérsela. Si que veo la luz al final del túnel, pero aún costará un poco de tiempo, pero sí, esta próximo todo.
