Entrevista realizada por Esther Lallana
Tan solo a cuatro días del sorteo extraordinario de Navidad el ambiente en el barrio Las Fuentes es más que festivo. Días de mucho ajetreo, gente que va y viene, muchas personas ultimando los recados antes de que comiencen las fiestas navideñas y los reencuentros familiares. En la calle Salvador Minguijón la mayoría de sus transeúntes paran frente al número 35, en ‘Doña Luisa’, la administración de lotería Nº56. Detrás de los décimos de este pequeño establecimiento se encuentra Alejandro Salvador Casado (Zaragoza, 1971), propietario de la administración desde hace 30 años. Para él y para sus otros 4100 compañeros en España esta semana es la más importante del año. Salvador no se puede permitir parar de trabajar, ni tomar un descanso, por ello, mientras entrega ilusión a sus clientes concede esta entrevista.
¿Cómo empezó vendiendo lotería? Respuesta: Antes las administraciones iban por herencia, no se podían vender. Esto era de mi abuelo que lo abrió en el 69, pasó de él a mi madre y de mi madre a mí. Llevo toda la vida viniendo a la administración.
¿Por qué ‘Doña Luisa’? Por mi madre. Cuando falleció decidimos ponerle este nombre mi hermana y yo.
¿Cómo es su día a día? Mi día empieza a las 8:00 h porque tengo que sacar mucha documentación e información de los sorteos y a las 9:00 h subo la persiana. Durante el año mi día a día es bastante normalito, oficialmente trabajo de 9:00-13:00 h y de 17:00-20:00 h. Pero los meses de noviembre, diciembre y enero le echo muchas más horas.
Es un barrio muy saturado con tres administraciones de lotería y estancos que a su vez venden lotería. ¿Cómo se gana la clientela? La gente me conoce de toda la vida. Son personas muy mayores que me han visto desde niño en la administración. Es clientela fija, los conoces y sabes que es lo que quieren. La clave es la cercanía y el buen trato con ellos. También te tienes que saber mover, mis ventas son un 70% fuera de la ventanilla y un 30% en ventanilla.
¿Qué es lo mejor y lo peor de estar a cargo de una administración de lotería?
Lo mejor es que soy mi propio jefe, no doy explicaciones a nadie (risas). Lo peor, por sacar alguna pega, es que soy autónomo, lo que quiere decir que tengo pocas vacaciones y que no me puedo poner enfermo.
Pero las administraciones dependen del Estado… Sí, esto es Lotería y Apuestas del Estado. Madrid es el centro y es el que nos facilita el material. También controlan nuestros movimientos. Han cerrado muchas administraciones por infracciones. Se podría decir que son nuestros “jefes” pero a su vez somos autónomos. Bueno, “autónomos” porque para tener vacaciones nos tienen que dar un permiso.
¿Es duro trabajar de cara al público? Sí y no. En ese aspecto he mejorado, ahora soy un relaciones públicas. Antes era mucho más seco.
¿Es un mundo competitivo? Muy competitivo. Si te pueden pisar el cuello te lo pisan. Sobre todo para la Lotería de Navidad, esto se convierte en una selva. Yo intento mantener a mis clientes de toda la vida y lo demás me da igual aunque siempre pienso que si ‘El Gordo’ no lo doy yo, por lo menos que no lo den los de al lado (risas).
En Zaragoza se ha repartido ‘El Gordo’ en 13 ocasiones y una de ellas fue en su administración. ¿Cómo lo recuerda? Hace ya 15 años. Fue la leche y eso que solo fueron diez décimos. El día que tocó tuvieron que cortar el tráfico, la calle se colapsó de gente, cámaras, televisiones, bancos. Lo que más ilusión me hizo es que todo el mundo estaba alegre y feliz. Bueno y que de cara a la Lotería de El Niño, las ventas mejoraron considerablemente.
¿Cómo se enteró?Pues me llamó un amigo y me contó que había escuchado en la radio que mi administración había repartido ‘El Gordo’. Pensé que me estaba vacilando pero no.
¿Cuáles son los números más demandados este año? (Resoplido). Todos. Normalmente, el 13 durante el año nadie lo quiere y no se vende, pero para Navidad está agotado desde el primer día. Este año, el 23 ha sido muy solicitado por la terminación del año. Y por no hablar de los que se fían de las pitonisas que otros años solo había una pitonisa que adivinaba ‘El Gordo’. Pero este año entre la inteligencia artificial, tiktokers y youtubers han venido ya a por diez números que van a ser ‘El Gordo’.
¿Hay números más bonitos que otros? No, eso es una gilipollez (tajante). La mayoría compran a boleo, pero también hay mucha gente que viene con fechas concretas de nacimiento, matrimonio o te piden que el número sume 15. Hay gente muy rara.
¿Usted compra lotería?Claro. Los loteros no tenemos prohibido jugar. Juego a todo: primitiva, bonoloto, sorteo de Navidad…
¿Qué número jamás compraría? ¡Ninguno! Yo por llevar la contraria siempre compro los más raros y los más feos.
¿La gente gasta mucho dinero en lotería? Hay de todo. El día 23 viene mucha gente con tacos de décimos en los que puede llegar a tener 3000 euros fácilmente. En mi caso, yo solo juego un número y si toca por lo menos que me pueda jubilar.
Suerte o destino…Ambas. Hay gente que le toca muchas veces. Tengo un señor mayor que le ha tocado cinco veces mínimo. Pero también hay gente que juega todos los días y no les toca nada. Mi opinión es que está en la persona, si estás con que te toque te toca.
¿Hay mucha gente que espera al último día para comprar un décimo? El día 21 es una locura. Es el día de más ventas. Como si no hubieran tenido tiempo de venir otro día, que han tenido cuatro meses (molesto). Pero bueno, hay gente también muy maniática con esto.
¿Y cómo es el día del Sorteo de Navidad para un lotero? El 22 es un día muy normal, lo único que lo diferencia es que estás atento al sorteo. Pero si no das premios es de los días más sosos y aburridos del año.
¿Ha incorporado la venta online? No, lo he intentado, pero aquí no funciona. La media de edad de mis clientes es de 60 para arriba. No se manejan con Internet, muchas veces he tenido que ayudar a mis clientes a pedir citas para renovar el DNI o para ponerse la vacuna, así que imagínate.
¿Cree que son bien valorados por la sociedad? Valorados ni bien ni mal. Lo que pasa es que tienen un concepto muy equivocado sobre nosotros. La gente piensa que somos millonarios y la realidad es que a mí no me sale el dinero por las orejas (risas). La gente ve las filas de ‘Doña Manolita’ o de ‘El Pilar’ y creen que es así en todos los sitios. La realidad es otra, que vengan aquí un día normal. En los barrios no hay filas.
¿Qué se espera de cara a la lotería de El Niño? Vender mucho, pero es verdad que hay un bajón de ventas comparado con el Sorteo de Navidad.
¿Futuro de la administración? Pues no tengo hijos, así que no habrá relevo generacional. Supongo que venderé la administración.
¿Mayor reto al que se enfrenta el sector? El mayor reto del sector es llegar a la gente joven, pero con las casas de apuestas pinta mal. Dentro de 20 o 30 años esto desaparecerá como pasó con los videoclubs. Las administraciones de lotería tienen fecha de caducidad.