Juan Aurelio Arévalo Miró Quesada es editor jefe de El Comercio, un periódico peruano fundado en 1839. Tras más de una década en el diario ha sido editor en las secciones de política y deporte, columnista de deportes, editor de noticias internacionales y de ciencia, y director de fidelización. Ha recibido el Premio Nacional de Periodismo de Perú, dos INMA (International News Media Association Global Awards) y dos premios del Grupo de Diarios de América (GDA) por sus propuestas editoriales innovadoras.
¿Cuál es la situación mediática actual en Perú?
En los últimos meses el Consejo de la Prensa Peruana y el IPYS (Instituto Prensa y Sociedad), que son las asociaciones periodísticas más importantes del país, han emitido más de treinta alertas por hechos graves contra la libertad de expresión en el país. Es una cifra récord, es una cifra que no es usual. Esas alertas dan por hecho limitaciones a las coberturas periodísticas, agresiones físicas a los periodistas…
O sea que no se ha limitado a las amenazas.
No, se ha ido más allá del discurso. No solamente desde el poder ejecutivo, también desde el lado del Congreso: limitaciones para poder entrar al hemiciclo a cubrir noticias, proyectos de ley que buscan penalizar la filtración de información sobre casos de corrupción… Vivimos ahora una época complicada para el periodismo, pero como les comentaba ahora en la sesión, es una época rara en el Perú también porque tenemos un presidente que tiene seis acusaciones fiscales abiertas por corrupción. Y estas acusaciones han salido a la luz gracias a investigaciones periodísticas.
Imagino que alguna dentro de su medio.
Sí, sí, sí. Una particularmente importante, el Puente Tarata, que empezó toda la serie de casos, salió en El Comercio. Nosotros hemos reforzado nuestra línea de investigación en esta época tan complicada políticamente. Tenemos una relación difícil, creo que es un momento complicado para el periodismo pero también es un buen momento para hacer periodismo en el Perú. Y la buena noticia es que los medios están haciendo periodismo, están investigando, están sacando a la luz estos casos… Y además hay una pluralidad de medios: hay medios tradicionales como El Comercio, que ya tiene muchos años y la gente lo reconoce, y también medios digitales que han ido apareciendo y dentro de todo están haciendo un buen trabajo.
¿El hecho de que los medios y el gobierno sean fuerzas opuestas ha aumentado la confianza de la gente en los medios?
No lo sé. Hemos tenido una elección presidencial muy difícil, que polarizó al país y creo que esos efectos todavía se mantienen en el Perú. Hubo problemas con los medios, como en toda época electoral difícil se genera desconfianza, ¿no? Y es difícil poder reconstruir esa confianza más adelante. Hay que reconocer que eso ha afectado a los medios en el país. También vivimos en una época en la que mucha gente busca sus propias fuentes de información, entonces no suelen acudir a los medios tradicionales; buscan a rostros, a influencers, redes sociales…
Habitualmente una información más “amateur”, digamos.
Sí, sí. Últimamente se ha puesto de moda en el Perú la llamada «prensa alternativa», que uno no sabe muy bien qué es, pero cuando uno ve, son personajes un poco ligados a defender al gobierno, ¿no? Al gobierno de turno. Entonces creo que es importante explicar a los lectores qué hacemos, cómo trabajamos. Si tenemos unos principios rectores o un código de ética hay que hacerlo público, hay que hacer que la gente entienda cuál es nuestra visión, nuestra misión como periodistas.
Y desde que realiza estas actividades, ¿nota más apoyo de los lectores?
Sí, yo me guío por la lectoría en la edición empresa, por el tráfico que tenemos en nuestra edición digital… Yo noto apoyo de nuestros lectores, hoy ya somos la web más vista del país, hemos crecido también en suscripciones digitales, el tiempo de permanencia de nuestras notas ha aumentado significativamente… Pero siento que aún hay mucho por hacer. El camino para que la gente confíe en nosotros es largo, hay que consolidarlo, hay que fortalecerlo, hay que mantenerlo… Y por eso les mencionaba algunas iniciativas que hemos sacado adelante últimamente, ¿no? Hay que tener un contacto más cercano con los estudiantes. Ese proyecto de corresponsales escolares que nos permite tener un primer acercamiento con los futuros lectores, los futuros consumidores de noticias y que ellos entiendan también el rol del periodismo en estos días.
En España crece cada año la desconfianza hacia los medios de comunicación.
Es normal. Eso ocurre también en el Perú. El último informe de Reuters: crece la desconfianza, crece la cantidad de gente que busca evadir las noticias. Hay un grupo de personas que no quieren estar necesariamente informadas sino afirmadas, y ahí se generan cortocircuitos entre los medios y los lectores cuando les dices algo que ellos pensaban que no era cierto y sí resulta serlo. De ahí también surgen los niveles de desconfianza que van creciendo.
En España también es común criticar el sesgo de la línea editorial de la empresa.
Lo importante es ser transparente y que la gente conozca cuál es su línea. Es el caso de El Comercio, un medio que tiene 183 años de historia y que la gente sabe claramente cuál es la posición editorial del diario, ¿no? En los otros medios también es importante que sean lo más transparentes posible con sus lectores.
¿Qué puede recomendar a un joven periodista a punto de incorporarse al mundo laboral?
Que entre por un interés genuino, natural y sincero de hacer el mejor periodismo que pueda hacer, ¿no? Tener muy bien clara la función de servicio que tiene el periodismo y a partir de ahí usar todas las herramientas que van apareciendo y que están a tu alcance para desarrollar mejor esa profesión. Eso es lo principal, entres al medio de comunicación que entres; que entres dispuesto y seguro de que ahí vas a poder realizar el periodismo que uno debería hacer. Y si no lo encuentras en ese lugar, pues habrá que buscar otro.
Autor: Jesús Martínez García
Fotografía: Miguel Ángel Esteban