Autora: Andrea García Cubilla
Edición: Patricia Gascón-Vera
Las intolerancias y las alergias abundan por el mundo. Ya sea por la lactosa, frutos secos, fresas, queso, etc; hay muchos tipos de comida diferentes que están absolutamente prohibidos para gran parte de la población. Los bares y restaurantes son conscientes de ello y, con el paso del tiempo, han ido adaptando su carta para la comodidad de sus clientes alérgenos. La intolerancia al gluten es una de las más comunes, por lo que no podía ser una excepción.
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En Zaragoza, existe un gran número de restaurantes con platos aptos para celíacos. Prácticamente todas las cadenas de comida rápida como McDonald´s, Burger King, Telepizza, Pizza Hut o Vips tienen una parte de una carta disponible hacia este tipo de clientes. Luego, hay otros restaurantes como Matarraña, Antiguo Bar La Jota, El Morrudo o Petit Comité que no forman parte de cadenas e incluyen platos más elaborados.
Imágenes de Pixabay.
Internet es el gran aliado a la hora de buscar sitios. Hoy en día, la mayoría de los locales cuentan con su propia página web donde consultar la carta, hacer una reserva o, simplemente, informarse acerca del establecimiento. Si ofrecen comida sin gluten, sin duda aparecerá en esta. Pero, aún así es posible que haya comida sin gluten y que el propio restaurante no informe al respecto. De ser el caso, lo más probable es que se diga en alguna de sus reseñas en Google Maps.
De lo contrario, la Federación de Asociaciones de Celíacos en España (FACE) puede ofrecer mucha información al respecto. Cuentan con su propia app, de pago, en la que se pueden buscar diferentes restaurantes, productos o supermercados aptos para intolerantes al gluten. No obstante, no todos los restaurantes se promocionan a través de FACE, por lo que nunca está de más preguntar.
Otro problema de los consumidores celíacos surge a la hora de pedir su plato. Si bien el restaurante dispone de platos sin gluten, estos, muchas veces, no figuran en la carta de ninguna forma. En estas situaciones, los clientes deben solicitar al camarero que les informe de las comidas disponibles para ellos. En el mejor de los casos, hay una carta aparte de alergias e intolerancias. Sin embargo, no son pocas las ocasiones en las que, sencillamente, deben memorizar al momento una retahíla de nombres o números.
Pese a estos inconvenientes, lo cierto es que Zaragoza cuenta con bastantes lugares en los que disfrutar de una buena comida sin tener que preocuparse de las alergias. Viendo la tendencia, con suerte cada vez más hosteleros se concienciarán de la importancia de abrir su negocio a todo el mundo. Después de todo, no es por elección, es un tema de salud.