Por Ángela León López.

El proyecto Aljamía reflexiona sobre migraciones, diversidad cultural y convivencia a través del patrimonio mudéjar en Aragón y propone un espacio de encuentro y reflexión en torno a la diversidad cultural. Por eso la charla “Cómo ser antirracista”, a cargo del oscense Moha Gerehou, periodista y activista comprometido con la lucha contra el racismo y la promoción de la igualdad, fue un buen ejemplo de ello. Gerehou, autor del libro Qué hace un negro como tú en un sitio como este animó al público a mirar de frente las estructuras de poder que sostienen el racismo y a implicarse de forma activa en su transformación. Apeló a la responsabilidad colectiva y recordó que no basta con “no ser racista”, sino que hay que ser activamente antirracista ya que “el silencio siempre protege al racismo”. Esta charla es una de las que componen el proyecto Aljamía que une patrimonio cultural y compromiso social para fomentar el diálogo y la convivencia intercultural. El programa se desarrollará del 10 al 29 de noviembre en diferentes espacios de la Universidad de Zaragoza.
Moha Gerehou defendió que romper el silencio ante los comentarios o actitudes racistas es un paso esencial para el cambio. Explicó que el racismo no se limita a los insultos o a los actos individuales de discriminación, sino que constituye una estructura de poder sostenida por la supremacía blanca y presente en todos los ámbitos de la sociedad: la vivienda, la educación, el trabajo, los medios de comunicación, las relaciones personales e incluso la inteligencia artificial.
El periodista también abordó el concepto de “conocimiento racista”, es decir, la forma en que aprendemos de manera inconsciente una visión sesgada del mundo a través de la educación, los medios o la cultura popular. Remarcó que no nacemos siendo racistas, sino que lo aprendemos. El racismo se construye a partir de la información, de los relatos y de los estereotipos que nos rodean.
Por otra parte, el activista hizo referencia a la idea de la “historia única”, planteada por la escritora nigeriana Chimamanda Ngozi Adichie. Gerehou ilustró este concepto con ejemplos que evidencian cómo, durante mucho tiempo, los medios de comunicación y la cultura popular han presentado a África como un territorio homogéneo, asociado casi exclusivamente con la pobreza, las enfermedades, los dictadores, la corrupción y los animales salvajes. Esta visión simplificada invisibiliza la diversidad de sus 75 países, sus millones de habitantes y sus múltiples culturas. Incluso en celebraciones como la Navidad, la representación dominante es la de un paisaje nevado con un Papá Noel blanco, pese a que en los países africanos con población cristiana las festividades se celebran de manera muy distinta. Este es un ejemplo claro de cómo la historia única construye percepciones erróneas que se integran de manera inconsciente en el conocimiento social.
Según el ponente, esta construcción no solo afecta a la percepción cultural, sino que tiene consecuencias reales en las políticas y estructuras sociales. Mencionó el caso de los menores migrantes no acompañados (MENAs), frecuentemente estigmatizados por la sociedad y los medios a través de un relato único que los criminaliza. “Rara vez se muestran otras perspectivas: cómo es vivir sin padres en un país extranjero, las dificultades que enfrentan al cumplir 18 años o la falta de oportunidades derivada de la ausencia de políticas de protección adecuadas”, indicó.

“Ser antirracista no es un acto heroico, es una forma de estar en el mundo”, concluyó Gerehou, animando al público a cuestionar sus hábitos y a actuar para transformar su entorno. Con esta conferencia, el ciclo Aljamía defiende un espacio de reflexión y compromiso sobre la convivencia, la diversidad y la justicia social.


