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Robb Montgomery: “El móvil es el cuaderno de reportero más poderoso que jamás se haya inventado”

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Robb Montgomery (Naperville, Estados Unidos, 1964) es un periodista y profesor afincado en Berlín, Alemania. Es el autor de libros como Smartphone Video Storytelling y Mobile Journalism y ex editor de diarios como el Chicago Tribune y el Chicago-Sun Times. Además de su labor como profesor de diseño creativo en diversas universidades europeas, es uno de los mayores impulsores del MOJO (Mobile Journalism), un nuevo y revolucionario método de narración periodística en el que se usa el teléfono móvil como principal herramienta para captar y editar audio, vídeo o imágenes, y que cada vez se encuentra más presente en la profesión periodística.

¿Qué significa “Mobile Journalism”?

MOJO es una forma de utilizar tu teléfono móvil para reemplazar un equipamiento pesado. Para mí, significa producción de vídeo y de audio, pero hay mucho más. Este [levanta su  móvil] es el cuaderno de reportero más poderoso que jamás se haya inventado, pero que muchos periodistas no saben utilizar apropiadamente. Porque puede hacer mucho más trabajo por ti cuando estás “en el campo”. Sirve para hacer entrevistas, ilustrar eventos, documentaciones, fotos, vídeos, audios, notas… Es la mejor máquina para tomar apuntes. Y para mí, MOJO empieza con el teléfono, pero no necesariamente tiene que terminar ahí. Quiero decir, puedes añadir otras herramientas: quizá a veces necesites una cámara de 360 grados, pero puedes editas el vídeo con tu teléfono. Porque así logro obtener otro tipo de escena que me ayude a contar una historia o a encontrar un ángulo más creativo.

Por ejemplo… 

Cuando estaba caminando ayer por La Rambla, en Barcelona, pensé: ¡guau! Sería muy interesante tener una grabación en dron a tres metros sobre el suelo. Pero ¿cuáles son las oportunidades de que yo pueda volar un dron por La Rambla? Así que, con mi cámara de 360 grados y un palo, yo me convierto en el dron. Por lo tanto, puedo grabar un minuto andando por la calle, y lo que obtengo es un fragmento de vídeo que puedo reencuadrar. Simula el tipo de grabación que podrías obtener en otro lugar, y que no podría haberse hecho antes de que MOJO apareciera. Así que, para mí, es la frontera creativa para experimentar en el “campo”, y siempre llevar al máximo el tipo de grabaciones y observaciones que puedes hacer con el teléfono al servicio de la narración. 

¿Deberían todos los periodistas aprender MOJO?

Sí, desde el primer año. Es fundamental. MOJO es también un lenguaje, abre una oportunidad a los periodistas para entender lo que se llama “gramática visual”. Esto se refiere a organizar imágenes en una secuencia determinada para que pueda comunicar información sobre historias de una manera rica e interesante. La mayoría de los periodistas comunican con texto, para escoger imágenes. Pero para desbloquear realmente el poder de la narración visual, documentales… tienes que aprender cómo reportar imágenes, y después, escribir con las imágenes. Tras ello, si quieres, puedes escribir para las imágenes. El texto viene después, no al principio. Y esta inversión de tu pensamiento debe empezar el primer día al adquirir esa experiencia en las escuelas de periodismo. Porque eso es lo que realmente te preparará para ser mucho más flexible en tu desarrollo profesional y cómo puedes ver las oportunidades y cómo puedes construirte mucho más ágil y eficiente como reportero.

Robb Montgomery impartiendo un taller de «Mobile Journalism» en la Asociación de Periodistas de Aragón. EDUARDO RAMÍREZ

Has formado a periodistas, estudiantes y profesores de periodismo en todo el mundo. ¿En qué te enfocas cuando enseñas MOJO?

En lo que me concentro es en lo fundamental, en lo básico. Responder a las preguntas que tiene toda noticia: Quién, Qué, por qué, cómo, cuándo, por qué debería importarme… El periodismo no cambia. Lo que responda a estas preguntas deben ser imágenes. Deben ser grabaciones, deben ser capturas de pantalla, fotografías… Y la galería de evidencia documental. Y entonces darles forma. Es decir, lo fundamental. Así que me gusta ir paso a paso. No tienes que hacerte con una cámara ni poseer un portátil o comprar algún tipo de software. Puedes usar lo que está en tu teléfono móvil para hacer que este lenguaje resulte más familiar. Empiezas a observar y cambia tu periodismo: comienzas a ver cosas, porque estás forzado a fotografiarlas y grabarlas. También empiezas a ver tu barrio de manera diferente o las acciones entre grupos de personas. Logras anticiparte a dónde vas a llevar tu cámara y filmar, porque te das cuenta de que puede ser una buena historia para ser capturada. Así que, sí, creo que es algo realmente importante.

Como hoy en día casi todo el mundo utiliza un teléfono móvil, ¿qué deben hacer los periodistas para diferenciarse de otros usuarios?

¿Sabes lo que es un Stradivarius? Es un violín muy inusual, un instrumento de gran calidad. [Señala a varios teléfonos]. Eso es Stradivarius, aquello también es Stradivarius. Todo el mundo tiene la misma herramienta en sus bolsillos. Puede que mi música suene mejor que la tuya cuando utilizo mi violín. Eso significa que la música no está en el violín, sino en cómo lo usas. La música está en esta técnica, en este conocimiento y experiencia de saber cómo capturar, contar historias y entender el medio. Eso es lo que separa aquello que haces como profesional de lo que haces como persona. El público puede contribuir también a los periodistas, con evidencias y siendo testigos. Como componentes, pero no tienen la ética periodística, no van a pasar por un proceso riguroso para respaldar esa información que sí hacen los periodistas profesionales. Así que, aunque es importante que recibamos contribución por parte del público, no debe ser lo mismo que si lo fueran. Así que esa tiene que ser la diferencia, aunque usen los mismos dispositivos. Tienen que ser prácticas profesionales y deben contener las habilidades y experiencias respecto a cómo contar historias y poder grabar escenas y contarlas con solo un teléfono.

Tendrá alguna desventaja…

Cuando observas mis ejemplos, miras lo que hago en mis cursos, talleres o en las presentaciones, verás que hago MOJO en lugares que, en pocas palabras, no son sencillos. Lo hago, por ejemplo, mientras practico senderismo atravesando los Alpes. También, mientras cruzo a pie un volcán en activo. Lo hago cuando todos los recursos se encuentran bajo presión: el tiempo, el dinero, la potencia de la batería… Incluso tu propia fuerza de voluntad o tu nivel de concentración. Cuando no es fácil. La semana pasada estaba recorriendo Escocia, haciendo senderismo durante unos 60 kilómetros durante diez días, y lo grabamos con el teléfono, un dron y una cámara de 360 grados. Este nivel de inmersión no es para todo el mundo: ser capaz de convertirte en un equipo de una persona, realmente enriquece tu experiencia pero no es el único camino. Solo puedes realizar este trabajo si puedes permitirte muchos días sin otro tipo de tareas. Es suficiente con tratar de conseguir la mayor calidad de vídeos desde tu teléfono móvil, que no son siempre la misma toma, ni desde la misma localización. Y saber hacer simplemente una entrevista básica a través de él. Eso está bien, es el uso más común del móvil.

¿Hacia dónde puede dirigirnos el MOJO?

No soy un futurista. Es una pregunta peligrosa. Soy un realista. Sé que mucho trabajo que estoy compartiendo contigo ya lo estaba enseñando antes de que el Smartphone fuera inventado. Yo ya estaba enseñando periodismo audiovisual con pequeñas cámaras y portátiles. Así que todos esos aspectos fundamentales que intento transmitir ya estábamos enseñándolos  hace 15 o 20 años en Egipto, Georgia, Reino Unido, Estados Unidos… Sobre todo respecto a artículos de periódicos, porque el vídeo es algo más nuevo. Así que lo fundamental respecto a cómo grabar no ha cambiado. Pero eso era con cámaras “tontas”. Las cámaras inteligentes vinieron después, en cuanto a inteligencia y conectividad, que puedo transportar por las montañas porque son más pequeñas. Significa que puedes contar historias incluso desde ambientes mucho más extremos sin necesitar un equipo contigo.

Creo que la IA (Inteligencia Artificial) tendrá algo que ver con el MOJO en el futuro, aunque no estoy del todo seguro. Creo que se pueden desarrollar algunos de los puntos principales del proceso. Por ejemplo, buscar el mejor sonido de una entrevista y poder realizar cortes basándose en ese sonido. Aunque hoy en día es una incógnita. Esas inteligencias pueden simularse, pero nunca tendrán un sentimiento verdadero. Las inteligencias que sí creo que necesitamos son aquellas que muestran por ejemplo, en qué cosas la gente está interesada, a qué debería responder la siguiente toma… Así que no se si la Inteligencia Artificial nos llevará allí.

El profesor y periodista Robb Montgomery. @videojournalist

Entonces, ¿pueden llegar a reemplazar los teléfonos a las cámaras de televisión? 

Hace 10 o 12 años, antes del iPhone, un reportero radiofónico iba por ahí con un dispositivo cuatro veces más grande para capturar sonido. Esto [levanta su teléfono móvil] puede hacer lo mismo. Por lo tanto, el iPhone ha reemplazado a ese dispositivo. Al mismo tiempo, nosotros teníamos cámaras compactas. Después, aparecieron las cámaras DSLR (digitales) y, posteriormente, las mirrorless (sin espejo), una versión más pequeña y compacta de las cámaras grandes de alta calidad. Ahora, con los últimos modelos de teléfono, la cámara, utilizando la IA  puede hacer cosas que simulan lo que sí lograrían ese tipo de cámaras. Y, lo que puedes hacer, es algo así [Utiliza su móvil para grabar un corto fragmento del lugar donde realizamos la entrevista], utilizando el “modo cine”. Con esto, puedes realizar tomas que se asemejan más a lo que encontrarías en las cámaras de televisión. El fondo se emborrona, entre otras cosas. Pero lo que puedes hacer con esta grabación si la editas es decidir, por ejemplo, cuáles son los puntos a enfocar. Como ves, esto va incluso más allá de lo que realmente puede hacer la televisión. Entra en un nuevo espacio.

Hay muchas posibilidades… 

Ya han empezado a colocar ideas que solamente pueden encontrarse en estos dispositivos. Si no te compras una cámara lenta de tres mil euros o alteras mucho los parámetros, no puedes hacer eso. Excepto si usas el móvil. Cuando añaden todas estas funcionalidades (cámara lenta, timelapse, modo cine…) puedes ir más allá, y eso es muy interesante. No hay reemplazo realmente, la forma de entrevistar, por ejemplo, es diferente. Con el teléfono móvil, la cámara está entre nosotros, mientras que en televisión la cámara está detrás de mí, grabando por encima de mi hombro. Y hay un productor detrás de la cámara produciendo lo que dices, y un redactor que anota lo mejor de la entrevista. Se trabaja de manera distinta. Pero, respecto al futuro, honestamente, aún no lo sé.

Autores/as: Eduardo Ramírez y Marta Roldán.

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