Los viajes en el tiempo son recursos frecuentes en las obras de ficción, pero no son los más convenientes.Salir
Autor: Jesús Martínez García
The Legend of Zelda: Breath of the Wild es un videojuego que ha conmovido a quienes lo han jugado desde su lanzamiento hace casi cuatro años. Quien cogía el mando se aventuraba en un mundo en ruinas, destruido en una cruenta guerra contra el Cataclismo, la encarnación del mal y la destrucción. Los jugadores se metían en la piel de un héroe que despierta de un letargo de 100 años, sin recuerdos de su vida pasada, y se adentraban en lo desconocido, descubriendo qué sucedió en el reino de Hyrule mientras cumplían con la misión que se les había encomendado: liberar al mundo del Cataclismo.
La precuela Hyrule Warriors
El pasado noviembre salió a la venta Hyrule Warriors: La era del cataclismo, juego que se presentó como una precuela a Breath of the Wild en la que viviríamos todos los hechos acontecidos 100 años antes del juego original. Sin embargo, los desarrolladores decidieron darle una vuelta de tuerca. Nada más empezar a jugar, se presentan los viajes en el tiempo. Entonces, levantas una ceja y empiezas a hacerte preguntas: ¿van a tratar el tiempo como un ciclo cerrado? ¿Va a terminar igual por mucho que alteres los sucesos? O ¿al cambiar lo ocurrido el resultado será distinto?
La respuesta llega en el momento más esperado: cuando nuestros aliados y compañeros están a punto de caer en batalla en manos del Cataclismo, aparecen sus descendientes de 100 años más tarde, los que conocimos en Breath of the Wild, con la intención de salvarlos. Es a partir de aquí que La era del cataclismo deja de ser una precuela y se convierte en una suerte de “¿Qué habría pasado si…?”, culminando en un final feliz para todos. La esperanza vuelve con la aparición del viaje en el tiempo, que a su vez demuestra que se puede escapar del destino.
No soy el mayor fan de los viajes en el tiempo. En este caso aún puedo tolerarlo, ya que la trama original de Breath of the Wild no se verá afectada por los sucesos del juego más reciente. Siempre está bien explorar nuevas ideas, pero el recurso del viaje temporal en la ficción se ha explotado más de lo que me gustaría, al menos en los últimos años.
Más héroes en el tiempo
Vivimos una experiencia parecida en 2019, cuando Vengadores: Endgame llegó a los cines. El esperado blockbuster de Marvel Studios supuso el fin de una saga de películas de superhéroes, y la expectación fue tanta que en pocas semanas se volvió la película más taquillera de la historia. La premisa prometía, ya que veníamos de Infinity War (2018), cinta que terminaba con la exterminación de un 50% del Universo, entre ellos varios superhéroes queridos, como Spiderman. Era la primera vez que los héroes de Marvel eran derrotados en la gran pantalla, y el mundo se moría de ganas por ver cómo los supervivientes se vengarían en el acto final.
Desafortunadamente, Endgame dejó de lado el tono dramático en sus primeros minutos, y terminó siendo un batiburrillo de referencias y chistes sin gracia entre viajes en el tiempo, con el fin de recuperar a todos los héroes caídos. Sí, al final murió Iron Man, el Vengador más importante, pero ¿acaso importa? La muerte ya no es un problema real en el Universo Cinematográfico de Marvel.
La pérdida de la pérdida
El tratamiento de la muerte es muy importante en cualquier pieza artística, ya que supone el final de la vida, de aquello que más atesoramos. Con los viajes en el tiempo, la gravedad de la muerte y el sentimiento de pérdida se desvanecen, ya que todo es remediable. La tragedia desaparece, y con esto se pierde el impacto emocional que persigue la obra. Es como cuando veíamos a Krilin morir por tercera vez. Ya no nos importaba, porque dábamos por hecho que Goku y compañía conseguirían las bolas de dragón unos episodios más tarde.
Cuando pensamos en la palabra spoiler, lo más seguro es que nos venga a la cabeza la muerte de un personaje importante en el final de temporada de nuestra serie favorita. Lo recordamos con dolor, pero también lo recordamos con fuerza, como una escena cargada de emoción que hace grande al personaje y a la obra. Si hacemos que todo sea posible, ¿qué sentido tiene? ¿Dónde está el auténtico valor de la vida?
Parece ser que los héroes no son tan humanos como nos lo pintaban. Maldito seas, Wells. Tú y tu máquina del tiempo.
Editores: Pilar Arruebo Pérez y Miguel A. Esteban
Imágenes: Nintendo y Marvel.
