La casa del dragón es una serie que no se esperaba con grandes expectativas después del mal sabor de boca que dejó el final de Juego de Tronos. Sorprende gratamente por ello que en su primera temporada tenga un guion más cuidado, que engancha, y una cinematografía y efectos visuales impresionantes.
Esta precuela se basa en la novela Fuego y Sangre escrita por George R. R. Martin, y nos sitúa 200 años antes de la historia de Daenerys, en el punto de máximo esplendor de la dinastía Targaryen. La temporada arranca con la coronación de Viserys como rey de Poniente, elegido sobre su prima mayor Rhaenys, quien debería haber reinado. Nueve años después, el rey espera a su heredero varón, quien muere poco después de haber nacido. Con esto, Viserys nombra a su hija mayor Rhaenyra como legítima sucesora al trono, yendo en contra de lo establecido ya que una mujer nunca había tenido ese poder. Años más tarde, Viserys tiene a su deseado primogénito varón con Alicent Hightower, con quien se casa después de la muerte de la reina. De este punto de partida surgirán las principales tensiones entre personajes y el juego de tronos dentro de la familia Targaryen.
Volvemos a una serie con momentos de violencia explícita, sexo, luchas de poder, intrigas políticas y sobre todo tramas familiares. Sabe adaptar lo mejor de Juego de Tronos sin caer en la imitación, pero demostrando que pretende ser una serie igual de cruda. Hay episodios más lentos que otros, pero en su conjunto encuentra el equilibrio entre las escenas de diálogo y las de acción. Los dragones y su grandiosidad podrían haber ocupado el protagonismo. Por el contrario, su acierto ha sido dar importancia a sus personajes y a la historia. Se priman las interacciones entre ellos (como las que regalan en pantalla el dúo de Paddy Considine y Matt Smith), para que sus escenas más memorables sean las que suceden en las cenas familiares o en las bodas, como en los comienzos de Juego de Tronos.
Entre las grandes actuaciones de todo el reparto, destaca Paddy Considine como el Rey Viserys, que es el corazón de la serie en esta temporada. Un personaje que no busca el conflicto pero que por sus ansias de complacer a todos hará que eso se torne en su contra. Además de las jóvenes Rhaenyra y Alicent (interpretadas por Milly Alcock y Emily Carey) y sus yo mayores (Emma D’Arcy y Olivia Cooke). Y Matt Smith, que da vida a Daemon, uno de los personajes más interesantes por sus múltiples caras, su ego y violencia, y su relación con su sobrina.
Una decisión cuestionable son los saltos en el tiempo tan constantes y exagerados en tan solo diez episodios. La historia abarca muchos años, desde la juventud de Rhaenyra y Alicent como amigas hasta la muerte del rey Viserys. Sus personajes evolucionan, pero a veces de una manera tan brusca que no da tiempo a ser consistentes. El salto de 10 años que sucede en mitad de la serie avanza los acontecimientos de manera precipitada, y Rhaenyra pasa de ser una adolescente a ser madre de tres hijos. El cambio de las actrices, aunque acertado, también incrementa esa desconexión que como espectador puedes sentir hacia sus personajes, mientras todos los demás no parecen envejecer.
Es difícil llegar a conocer bien a un personaje o poder empatizar con él, pues al siguiente episodio ha habido otro salto en el tiempo y entremedias se ha obviado mucha información. Se pierden muchos matices de la relación entre Rahenyra y Strong, que se presenta sin un contexto previo, o del matrimonio entre Daemon y Laena Velaryon, que tampoco dejan que vaya a más. Incluso es complicado seguir a la cantidad de nuevos personajes (con nombres demasiado similares) y saber de quién son hijos.
A diferencia que su predecesora, La Casa del Dragón no abarca todo Poniente y se centra solo en las intrigas que envuelven a la familia Targaryen, aunque sucede en escenarios ya conocidos como Desembarco del Rey o Rocadragón. Y para las siguientes temporadas es probable que también veamos Invernalia y entre en juego la familia Stark. Si bien el entorno ya es familiar para el espectador, la dirección artística consigue crear un nuevo mundo que podemos relacionar con Juego de Tronos, pero a la vez es desconocido y da una estética propia a la serie.
Es una serie que va de menos a más, pero que se siente como una introducción a una historia mucho mayor para las futuras temporadas ya confirmadas. Su dramático final marca el punto de partida al que será el comienzo real de La Danza de Dragones.
FICHA TÉCNICA:
Título: House of the Dragon
Temporada: 1
Dirección: Clare Kilner, Geeta Patel, Miguel Sapochnik, Greg Yaitanes
Guion: Ryan Condal, George R. R. Martin
Actores principales: Paddy Considine, Matt Smith, Olivia Cooke, Emma D’Arcy, Rhys Ifans, Fabien Frankel, Milly Alcock, Emily Carey
Numero de capítulos: 10
Duración de cada capítulo: 40 minutos aprox.
Plataforma o canal de exhibición: HBO Max
País de producción: Estados Unidos
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Autora: Ingrid Monreal @ingridmonreal6 (Twitter) @__madeulook (Instagram)
Editora: Alexia Pavón
Redactora jefa: Alexia Pavón
Coordinador: Víctor Lope Salvador