Adaptarse a los cambios para ganar audiencia es el gran reto de los medios de comunicación. Cómo conseguirlo es a lo que se ha dedicado hoy la mesa redonda moderada por el profesor Rosental Alves en el WNMC22. Directores y editores de medios internacionales han compartido las estrategias que están llevando a cabo para afrontar el desafío.
Imagen de la mesa redonda moderada por por el profesor Rosental Alves. EDUARDO RAMÍREZ
Pepa Bueno, directora del periódico El País, ha tratado el cansancio de los lectores en un vídeo, ya que no ha podido estar presente. Ha afirmado que “no existen noticias buenas ni malas”. Para Bueno, algunas noticias provocan más fatiga que otras en los lectores, pero el periodismo debe ser transparente, mostrando, por igual, lo agradable y lo incómodo.
De forma rotunda, ha defendido que la nueva forma de acercarse a los nuevos públicos es “hablar para los jóvenes y no de los jóvenes”. Un nuevo objetivo es incluirlos en el discurso mediático. No falta atención a los jóvenes, pero sí se requiere de nuevos formatos para llegar hasta ellos con un destino final: que vuelvan a los medios tradicionales, por ejemplo, los periódicos.
Emma Tucker, editora del periódico británico The Sunday Times, ha estado de acuerdo en que para conseguir aumentar las audiencias hay que incluir a las personas jóvenes. Por ello, uno de los objetivos del medio es convertir al público millennial en una de sus prioridades para conseguir un acercamiento que los acabe posicionando como público habitual.
Discusión sobre las vías para ganar audiencia. EDUARDO RAMÍREZ
“Hay que hacer fácil lo complejo para los jóvenes”, ha sentenciado José del Río, director de La Nación. En cambio, la capacidad de la gente joven no es menor que la de los adultos. No tienen por qué suavizarlo. La información tiene que ser certera y a veces cruda, otorgando la importancia necesaria a la transparencia. Lo que ha de cambiar es la forma en la que se emite, el formato que luego se consumirá.
Otro de los cambios clave para ganar audiencia es la diversidad. David Walmsley, directordel periódico canadiense The Globe and Mail, ha señalado que dentro de su periódico existe la obligación de contratar trabajadores de distinto origen, raza y género. Esto se ve reflejado en las audiencias. Con una representación más variada en las redacciones, un número mayor de personas se podrán sentir identificados con el medio y sus contenidos.
Público asistente a la sesión sobre las audiencias jóvenes. EDUARDO RAMÍREZ
Una iniciativa propia de The Globe and Mail lleva por nombre breaking the habits. Esta propuesta consiste en romper con la tradición de llamar siempre a las mismas fuentes y protagonistas. De esta manera, las minorías consiguen hacerse un hueco dentro de los grandes medios y estos amplían su agenda con contactos que de otra manera no hubieran conocido.
El moderador de la mesa ha querido resaltar un último problema, la fatiga mediática. La sobreinformación y el pesimismo en las noticias provoca rechazo en el público. Una posible solución es adoptar cambios que fortalezcan la variedad. El profesor Alves señala que crear nuevos canales de transmisión es una buena forma de combatir el problema. A su vez, Emma Tucker afirma que, aunque la existencia de la fatiga es algo incuestionable, se puede lidiar con ella aprovechando los gustos de los jóvenes: “Los jóvenes quieren consumir las noticias a través de vídeo, quieren escuchar los hechos”.
Las tendencias son claras, los medios deben acercarse a nuevos públicos que puedan asegurar su permanencia en el tiempo. Como bien ha recalcado José Del Río: “Tenemos que dirigirnos a distintas personas y temas, no solo al público blanco de 50 años”.
Autoras: Lucía Ruesca y Alexia Pavón