La periodista Paula García nos habla el 8M sobre feminismo y videojuegos: desde su personaje favorito hasta una crítica a las entrañas de la industria.
Autor: Jesús Rodríguez Aina.
Paula García es licenciada en Periodismo por la Universidad de Zaragoza, pero ante todo es una amante de los videojuegos. Cuando tenía 6 años le regalaron una Game Boy Color con el Pokémon Amarillo, y desde entonces ha sido «una niña pegada a una maquinita». A pesar de que se declara como una gran fan del mundo del cómic, lo cierto es que Paula estaba predestinada a trabajar en la industria del videojuego.
Ávida lectora de la revista Nintendo Acción, desde bien pequeñita escribía reviews de videojuegos. Durante su época universitaria una amiga suya le animó a enviar un artículo a Todas Gamers, una página de videojuegos en la que escribían mujeres. Comenzó a publicar sus escritos en esa web hasta que un día recibió un mensaje inesperado de un medio de comunicación de videojuegos.
A Josep María Sempere, subdirector de Eurogamer España, le gustó cómo escribía y la invitó a colaborar en la página web. «Yo me quedé como: no sé cómo he engañado a este señor», cuenta Paula entre risas. Desde 2017 trabaja en Eurogamer España, que aglutina en su canal de YouTube a más de 1,6 millones de seguidores, y es la página independiente sobre videojuegos más grande de Europa.
Ser mujer y periodista de videojuegos
El mundo de los videojuegos está claramente masculinizado, por lo que puede parecer a priori un medio complicado para las mujeres. Al igual que en otros ámbitos, cuestiones como la discriminación o el techo de cristal están a la orden del día. Paula nos cuenta su experiencia personal. «Sufro bastantes microagresiones, mucho machismo por parte del público, pero he tenido la suerte de que no he sufrido eso en el ámbito laboral. Entré a Eurogamer como colaboradora y se me daban los juegos que yo pedía. En el momento en el que me interesé en juegos grandes se me repartieron de manera equitativa con todos mis compañeros».
Paula reconoce que la situación que vive en su entorno laboral es particular, y cuenta que no todas las mujeres tienen su suerte: «A veces las chicas entran en las redacciones porque les apetece tener una mujer. Pero no les dan puestos de responsabilidad, o no les dejan aparecer en los vídeos».
Cuenta que en la redacción de Eurogamer siempre intentan salir a defenderla cuando la gente le insulta y discrimina en los comentarios: «Ha habido casos de gente escribiéndole directamente tanto a Eurogamer España como a Eurogamer Reino Unido diciendo que me despidieran. Pero cuando esto ha sucedido mis compañeros siempre han estado de mi lado».
Gestión de las emociones
Recibir insultos, amenazas y vejaciones en tus redes sociales puede llegar a suponer un serio problema emocional. Paula nos cuenta por qué ella no le da mucha importancia a las críticas que recibe por las redes sociales: «Creo que porque soy un poco dura. Yo sufrí un montón de bullying en el colegio y en el instituto. Lo que venga a decirme un señor de internet a estas alturas de la vida no tiene absolutamente ningún impacto en cómo yo me siento conmigo misma. Yo ya he aguantado la parte que me tocaba de sentirme mal; lo que piense gente me da igual».
Paula describe la gestión de estos comentarios hirientes como una «absoluta barrera de entrada que tienen las mujeres para trabajar en el medio, sobre todo a la hora de poner la cara». Cuenta además que este acoso se intensifica cuando las mujeres enseñan el rostro en la red: «En el momento en el que muestras la cara la gente ya no te disocia de eso jamás, y dependes de su percepción sobre ti, de si les agradas, de si les resultas atractiva, de toda esta serie de cosas que no se deberían tener en cuenta a la hora de trabajar».
Mujeres de todo tipo
Al igual que en el cine te pueden gustar más unos actores o actrices, en los videojuegos también te puede atraer más un personaje u otro. Pregunté a Paula por su referente femenino dentro del medio, y su respuesta fue toda una sorpresa: «Esta es una cosa en la que pienso un montón, y al final, al menos recientemente, siempre que lo pienso acabo llegando a Abby. Cuando pienso en ella digo: vale, esto es lo que quiero que sean las mujeres de los videojuegos. Porque le importa todo tres pingos, no tiene necesidad de presentarse atractiva hacia ti si la situación no lo precisa, pero también tiene esa parte tiernecita que yo creo que todos tenemos en el fondo».
Más adelante Paula nos da otra sorpresa cuando nos confiesa: «Pero mi personaje histórico favorito de los videojuegos es la Princesa Peach, y es súper estereotípica, y es súper sexista, y es súper horrible, y me da igual, me encanta. Me parece un clarísimo caso de personaje florero extremo que se crea para que Mario tenga una princesa que salvar, y que acaba superándose a sí misma accidentalmente porque es un personaje jugable en todos los juegos de Mario que se precien. Ella desarrolla una personalidad que es estereotípica y muy sexista, porque es rosa, y lleva un vestidito y una corona. Pero, estando mal planteada y siendo el 1-1 de cómo no hacer personajes femeninos, el hecho es que todo el mundo sabe quién es la princesa Peach. Se ha ganado esa reputación con todo en contra, y por eso me gusta un montón».
Feminismo sí, pero no
The Last of Us Parte II se llevó el premio al videojuego del año 2020, pero también generó una de las polémicas del año por sus personajes femeninos, que rompieron con los estereotipos de género y levantaron ampollas entre los gamers más conservadores. Paula alaba que Naughty Dog haya desafiado determinadas concepciones que se tienen de los personajes femeninos. Si bien matiza que aunque esto era un riesgo para una empresa como Naughty Dog, «que tiene más dinero que donde lo fabrican», esta decisión era arriesgada «solo entre comillas». Cree que «no había un solo universo posible en el que The Last of Us Parte II no hubiera vendido bien».
Paula García: «Hay avances que se pueden hacer por el feminismo dentro del mundo de los videojuegos que no necesariamente te reporten dinero, y esos me parecen más importantes»
Paula critica que la compañía pretenda ser una suerte de adalid del feminismo, pero que esto no se traslade a la contratación de más desarrolladoras o a mejorar las circunstancias de trabajo dentro de la empresa. Sobre esto último recalca que Naughty Dog es conocida por el crunch o explotación laboral, lo que le lleva a cuestionar a la empresa «como un espacio inclusivo para las mujeres respecto a la conciliación familiar».
Paula describe la situación del feminismo en los videojuegos de manera crítica: «Creo que la industria no avanza de verdad hasta que no incluyes a las mujeres de carne y hueso en ella. Me parece que estamos en un momento en el que las mujeres de mentira, las modeladas en 3D, están captando muchísima atención, pero las mujeres de verdad, que tienen un techo de cristal enorme dentro del mundo de los videojuegos, no. Hay avances que se pueden hacer por el feminismo dentro del mundo de los videojuegos que no necesariamente te reporten dinero, y esos me parecen más importantes».
Futuro esperanzador
El análisis de Paula sobre el presente y futuro de la industria de los videojuegos es claro: «Yo creo que la industria está avanzando a un lugar de inclusión de las mujeres mayor en todos los ámbitos, pero es muy poco porque los estudios lo estén intentando y mucho porque las mujeres se están abriendo camino a machetazos».
Su temor es que «un año salgan cuatro videojuegos con protagonistas femeninas, se les dé dos premios a dos mujeres, se les contrate en dos medios importantes y ya digamos: bueno, esto ya está logrado, ya nos podemos ir a dormir». Y añade: «Creo que es importante en este momento en el que estamos, en el que realmente estamos viviendo mucho progreso, no acomodarnos, porque tenemos que hacer un montón cosas todavía».
La conclusión de Paula, sin embargo es totalmente optimista: «Pero me da la sensación de que si volvemos a hablar esto dentro de diez años, veré que estamos mucho mejor que ahora. Y esto es una buena sensación».
Si quieres ver la entrevista completa, visita el canal de Sociedad Pixel en Youtube.
Editores: Miguel A. Esteban
Imágenes: Paula García, naughtydog.com y Nintendo.
