– Texto e imágenes de Celia Andreu y Cristina García –
Cada 23 de abril Aragón conmemora a su patrón. Pero el 23 de abril es, además, sinónimo de libros en el paseo de la Independencia de Zaragoza, que desde las 9.30 hasta las 21.30 se ha llenado de curiosos en busca de nuevas historias en las que sumergirse. En los distintos puestos se podía encontrar desde poesía hasta cómics, pasando por grandes novelas, cuentos infantiles y otros contenidos culturales. Y una gran oferta de libros para los más pequeños.
Muchos editores esperaban ansiosos que llegara este día, que supone un gran apoyo para ellos: “Como editores es un día importantísimo, vendemos muchísimo más que durante el resto del año. Además, es una oportunidad única para darte a conocer y que todo el mundo venga a verte”, ha explicado Anita de Arbués, responsable de la editorial Fuendepila.
En las caras de los escritores se ha visto reflejada la ilusión de poder celebrar este día, y este año desde la (casi) normalidad sanitaria. Jesús Santamaría, profesor de la Universidad de Zaragoza y escritor de Inmortal y Akademeia, resume lo que supone para él el 23 de abril: “Significa que me puedo encontrar con la gente que me lee y que me dice lo que ha pensado de mis personajes, que muchas veces es muy diferente a lo que yo he pensado en un inicio”.
Pero también para los lectores ha sido un día especial. Mientras algunos han paseado ojeando portadas y conociendo nuevos escritores, otros estaban decididos a conseguir la firma de su autor favorito. Incluso los menos lectores han aprovechado esta oportunidad para explorar este mundo y motivarse: “Yo no soy lectora habitual, la verdad, pero ver este ambiente me ha animado a coger algún libro. Voy a intentar coger el hábito de leer un poquito cada día”, nos contaba una compradora.
Y aunque el Día del Libro debería ser todos los días, porque estos suponen aprendizaje, diversidad y enriquecimiento, el 23 de abril siempre será una fecha especial en Aragón. Esperamos que el día de San Jorge siempre vaya de la mano de los libros y podamos seguir muchos años más conmemorando a nuestro patrón mientras paseamos entre palabras.