La Universidad del País Vasco ha desarrollado un programa para que las personas puedan donar su voz a enfermos con ELA.
¿Ha pensado en donar su voz? Sí, ha leído bien: su voz. La Universidad del País Vasco ha lanzado una nueva aplicación llamada Aholab, con la cual muchos enfermos con ELA han conseguido tener una voz que no sea robotizada.
El proceso es muy sencillo y rápido. Tan solo tienes que grabar 100 frases y el propio programa crea una voz no robótica para el afectado que ya no puede hablar.
Esta universidad ha desarrollado un banco de voces para hacer donaciones. Cualquier persona que lo desee puede colaborar. Pero el éxito de esta propuesta ha sido tal, que la Universidad se ha visto obligada a tener que cerrar por un tiempo la web para las donaciones por la cantidad de voluntarios. Un éxito absoluto.
Según la entidad, el proceso de donación no lleva más de media hora; ese tiempo supone que una persona tenga una voz de por vida. Tan solo se necesita un ordenador y un micrófono, si bien ellos mismo reconocen que el micro de los auriculares basta. “Cuanto mejor sea el micrófono, mejor será la calidad final de la voz”, han reconocido desde la plataforma.
Donar la voz puede ayudar a los enfermos con ELA
En el caso de enfermos con ELA en primera fase, pueden grabarse ellos mismos para que cuando ya no puedan comunicarse por sí mismos, el ordenador lo haga por ellos. Pero con su voz. De esta forma se dejan atrás todas las voces robóticas y artificiales. Si ya no pueden hacerlo, se les asocia una voz lo más parecida posible a su sexo, edad y timbre.
Este caso es un claro ejemplo de cómo las nuevas tecnologías han ayudado a que enfermos crónicos tengan mayores facilidades a la hora de desarrollar sus actividades diarias. Los enfermos de ELA tienen grandes dificultades en la comunicación y aplicaciones como esta pueden ser una gran ayuda.
La voz en todas las personas es la principal forma de comunicación existente y por tanto de socializar. Alguien que no pueda hacerlo se verá aislada y con más riesgo de sufrir patologías futuras como la depresión.
Créditos ENTREMEDIOS
- Redacta: Diego Montanel
- Edita: Isabel Iniesta
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