Yusuke Kafuku, un actor y director de teatro que pasa por un mal momento personal, decide refugiarse en su trabajo y acepta montar una representación teatral de Tío Vania. La empresa le asigna un chófer. Con una trama de apariencia simple, el japonés Ryusuke Hamaguchi nos adentra en un potente drama que desprende un lirismo casi poético.
La cultura asiática parece tener una aceptación cada vez mayor en los circuitos comerciales de Occidente. Tras la victoria en los Oscar de 2020 del thriller coreano Parásitos (Bong Joon-ho) y el éxito de público que supuso el año pasado El Juego del Calamar, la victoria de la japonesa Drive My Car no parece nada impensable. El cine nipón ya se llevó el Oscar a mejor película de habla no inglesa en 2019 con Un asunto de familia (Koreeda). Era un drama intimista que trataba el tema del amor familiar y de la familia que se elige frente a la de sangre.
Drive My Car también es un drama intimista que transita entre temas universales como la soledad y las dificultades para establecer conexiones humanas. Basada en un relato del eterno aspirante al Nobel literario Haruki Murakami, la película respeta por entero el estilo dramático y afectado del autor en los diálogos. Añade un preciosista despliegue visual que dota a la película de un aura poética en manos de su director Ryusuke Hamaguchi.
El largometraje de 3 horas se toma su tiempo para presentar a los personajes y hacer que el espectador se implique en su drama. Aun así, en ningún momento llega a hacerse demasiado pesado. Un detalle, cuando los créditos iniciales aparecen han transcurrido ya 40 minutos de película. El ritmo de la película es pausado, tiene planos contemplativos y abiertos, llenos de espacio vacío. Enfatizan la sensación de soledad con los personajes muy expuestos. Señas de identidad ya presentes en el cine del también japonés Yasujiro Ozu.
Coche e intimidad
La elección del coche, un Saab 900 de un llamativo color rojo que contrasta a la perfección con las carreteras de Hiroshima, no es azarosa. Para Yusuke (Hidetoshi Nishijima), conducir es un momento de comunión con la soledad en el que se dedica a repasar las líneas de sus obras a través de cintas grabadas por su mujer.
La incorporación forzosa de la joven y diligente chofer Misaki (Tōko Miura), introduce un elemento disruptivo en su rutina que fuerza la comunicación y convierte el coche en un espacio íntimo y cerrado ideal para confrontar a los personajes. Esto hace que se abran y es donde hace aparición uno de los elementos más importantes del film, el silencio. Un silencio que en muchas escenas nos dice más que la propia voz de los personajes.
El desarrollo de la obra de teatro es probablemente el aspecto que está llevado con mayor brillantez. Tío Vania es una obra del dramaturgo ruso Antón Chejov cuyos principales ejes giran en torno a unos personajes invadidos por el hastío vital. A través de la metatextualidad la trama de la obra refleja los conflictos de los personajes. Los actores tienen distintas procedencias e idiomas y cada uno de ellos trabaja en su legua propia, incluyendo a una actriz muda que interpreta en lenguaje de signos y subraya todavía más el papel del silencio en el film.
Es en este último punto donde el mensaje se vuelve más interesante y mejor funciona. Que los actores de la obra hablen todos lenguas distintas construye una potente alegoría respecto al tema principal de la película: la incomunicación.
A pesar de las barreras lingüísticas, todo el mundo puede entender la obra. Algo parecido pasa con la propia película, que a pesar de ser japonesa, nos habla en un idioma universal: el del cine.
FICHA TÉCNICA:
Título: Drive my car
Dirección: Ryusuke Hamaguchi
Actores principales: Hidetoshi Nishijima, Tôko Miura, Reika Kirishima, Sonia Yuan, Satoko Abe, Masaki Okada, Perry Dizon, Ahn Hwitae
Duración: 179 minutos
Exhibición: cine
País de producción: Japón
Premios: Globo de oro a mejor película de habla no inglesa, Palma de Oro al mejor guion
Nominaciones a los Oscar: Mejor dirección, mejor película, mejor película internacional, mejor guion adaptado
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Autor: Daniel Giral @Abraxas [Letterboxd]
Editora jefa: Ingrid Monreal