Autora: Andrea García Cubilla y fotografías de José María Hurtado
Vivimos rodeados de espejos. Podemos encontrarlos en nuestras casas, en las tiendas, incluso caminando por la calle. Tampoco es imposible vernos reflejados en alguna superficie que no sea un espejo. Ocurre muy a menudo con las ventanas, con suelos pulidos y brillantes y hasta con los cubiertos. Es un fenómeno tan cotidiano que ni siquiera nos sorprende, pero es precisamente lo que la exposición Espejos, dentro y fuera de la realidad, ubicada en CaixaForum de Zaragoza hasta el 24 de enero, quiere mostrarnos.
La primera planta del CaixaForum de Zaragoza se convierte en el mundo que Alicia vivió al cruzar el espejo, y la pequeña niña de Lewis Carroll se dedica a guiarnos por ese nuevo universo. La exposición mezcla dos conceptos opuestos, ciencia y magia, haciéndola disfrutable por niños y mayores. Busca cambiar la percepción de la realidad con juegos de luces e ilusiones visuales, demostrar que los objetos que usamos día a día son mucho más de lo que parecen.
Espejos en CaixaForum – #EspejosCaixaForum
Se trata de un espacio interactivo con múltiples juegos y zonas creativas, sin embargo, no olvida la situación en la que se encuentra la ciudad. Tanto en la entrada como dentro de la exposición hay numerosas medidas para evitar el contagio de COVID19: geles desinfectantes, guantes para usar durante la exposición, marcas de distancia en el suelo, etc. Siguiendo las instrucciones se puede garantizar una visita segura.
Pese a esto, es posible que haya quien no quiera arriesgarse a tocar tantos objetos. En ese caso, puede disfrutar de las explicaciones técnicas pero comprensibles que inundan las paredes de la sala junto con pasajes de A través del espejo y lo que Alicia encontró allí. Para esta sección científica, la exposición ha contado con el asesoramiento del Museo de Matemáticas de Cataluña (MMACA) y el Instituto de Ciencias Fotónicas (ICFO).
La exposición estará disponible hasta el 24 de enero. Quizá, al salir de ella, haya quien se sorprenda mirándose fijamente en el espejo. Tal vez se empiece a dar cuenta de las diferencias que abundan entre la realidad y su imagen reflejada. Puede que incluso se imagine atravesándolo, cruzando a una dimensión en la que todo lo conocido se ha invertido y no se pueda separar lo real de lo irreal. Así como la pequeña Alicia lo cruzó en su día en esta obra literaria que acompaña en la ilusión a grandes y pequeños.
Será que todos necesitamos un espejo en el que reflejarnos. Edición: Patricia Gascón Vera