Autora: Lucía Ruesca Cucalón
Edición: Alejandra Catalán Patricia Gascón-Vera
Las redes sociales se han inundado con el vídeo Save Ralph durante la última semana, consiguiendo las reacciones tanto de jóvenes como de adultos. Este cortometraje de animación stop-motion, publicado el pasado 6 de abril por la asociación Human Society International (HSI) y que ya cuenta con más de 2,1 millones de visualizaciones en Instagram, pretende concienciar contra el testeo de cosméticos en animales.
Save Ralph, una dura campaña contra el testeo en animales
En 3 minutos y 54 segundos, el vídeo nos adentra con un humor crudo e irónico en la vida de Ralph, un conejo de experimentación. Al inicio, este conejo cuenta al espectador que está ciego de un ojo, tiene irritaciones en la piel debido a los productos químicos que prueban en él y solamente oye un zumbido constante en uno de sus oídos. Conforme el corto avanza, este mismo va intentando convencerse de que su trabajo es “esencial” para la producción de cosméticos seguros. Seguidamente, una mano humana lo lleva al laboratorio donde el resto de conejos suplican que los saquen del cautiverio y donde empiezan a experimentar con el protagonista. Finalmente, tras ver el resultado de las pruebas en el conejo, Ralph desaparece de la pantalla. Termina el vídeo con la frase “ningún animal debería sufrir y morir en nombre de la belleza”.
El proyecto ha sido dirigido y escrito por el Spencer Susser en colaboración con HSI. Además ha contado con las voces de Taika Waititi como Ralph y otros actores y actrices como Zac Efron y Olivia Munn entre otros. En este momento, cuenta con su traducción a cinco idiomas diferentes (inglés, español, francés, portugués y vietnamita) y con el vídeo oficial subtitulado a otras dos lenguas (italiano y alemán). Asimismo, junto con el corto, la asociación HSI ha presentado una petición donde se pide el cese de las pruebas en animales con fines cosméticos.
Esta campaña ha creado un gran debate en las redes sociales
Además, esta campaña ha creado controversia particularmente en las redes sociales. Muchos jóvenes han denunciado que tan solo se habla de los conejos como animales de testeo. Pero no se comenta nada entorno al consumo cárnico y otros usos de los animales. Igualmente, Save Ralph ha rememorado una campaña, también de HSI, seis años anterior. En esta última, la activista por los derechos de los animales Jaqueline Trade se sometió durante diez horas a los experimentos que se realizaban con animales en los laboratorios. Entre las distintas pruebas se enfrentó a inyecciones, electrodos en la cabeza, y líquidos ácidos en los ojos.
En España, esta campaña publicitaria ha tenido un gran eco debido al reciente descubrimiento mediático de unas imágenes de los laboratorios de la empresa Vivotecnia en Madrid. En estas fotografías tomadas durante una investigación encubierta de Cruelty Free International se veía el maltrato de animales como monos, conejos o ratas.
Tanto anteriormente, como con ayuda de esta campaña, muchas personas se han concienciado de la importancia de abandonar el testeo en animales. Sin embargo, a veces puede resultar complejo detectar si una marca es “Cruelty Free”, es decir, si está exenta de crueldad animal. Por ello, se recomienda revisar si el producto de compra posee una certificación de que es “Cruelty Free”. Estas suelen ubicarse en el reverso de la etiqueta y algunas de las más conocidas son PETA, Leaping Bunny y Choose Cruelty Free. En cambio, si no aparece una certificación, lo más recomendable es buscar la marca en internet, pues algunas prefieren no certificar sus productos.
De cualquier forma, Save Ralph nos deja un sabor amargo y una pregunta en la cabeza: ¿Es realmente necesario seguir experimentando con animales?
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