Entrevista realizada por María Andrés
Javier Vázquez es un zaragozano al que le gusta contar historias. En la radio, en los libros, a veces en la tele y también en el teatro. Dirige desde 2006 el programa “Escúchate” en las tardes de Aragón Radio y ha sido reconocido con el premio de Comunicación del Instituto de la Mujer y con el de Valores Solidarios de la Fundación ONCE. “Tango para una asesina” es su primera novela. Es autor de varios libros infantiles y recientemente ha interpretado el papel de Goya en una obra de teatro, Goyafuendetodos, que se ha representado en el Teatro del Mercado de Zaragoza.
Estás acostumbrado a contar historias, es un valor innato que todo periodista debería tener y me gustaría que esta entrevista se convirtiese en eso, en toda un relato, centrado en contar tu propia historia. La imagen de una persona tan polifacética como tú, pero con un camino hasta llegar a hoy que comenzó hace ya un tiempo. ¿Dónde comienza tu historia?
Desde pequeñito ya construía decorados con reglas y con los focos del flexo jugaba a hacer obras de teatro y creo que mi primera vocación ha sido siempre ser actor. A partir de ahí yo quería estudiar arte dramático, pero llega un momento en el que todo el mundo tiene que decidir que es lo que quiere hacer con su vida y en mi casa no se tomaron muy bien el que yo me dedicase a la farándula, así que como segunda opción y como una puerta falsa para poder entrar a la interpretación, opté por el periodismo. Cuando ya empecé a estudiar la carrera vi que me gustaba también mucho, de hecho hay muchos periodistas que son actores y actores que son periodistas, que han estudiado las dos cosas y nada más llegar a la Universidad, busqué el grupo de teatro universitario de donde vino mi formación en arte dramático y desde entonces ya ha sido ir combinando las dos cosas porque realmente son dos disciplinas que están muy próximas.
Dentro de todos los ámbitos en los que te mueves imagino que muchas de las habilidades que has ido adquiriendo con los años te sirven para ponerte delante del micrófono de la radio o encima de un escenario, pero al final del día, ¿crees que la finalidad que persigues es siempre la misma en cualquiera de los ámbitos?
Algunas habilidades como el trabajo de la voz me ha servido tanto para el teatro como para la radio. La radio llegó a mi vida para quedarse. Un amigo mío que es ilustrador me pidió que escribiese un cuento que él pudiese ilustrar y ahí ya empezó la idea de hacer un libro infantil. El libro se publicó. Después vinieron otros, luego me ofrecieron escribir obras de teatro y entonces ha sido un poco mezclarlo todo. En el fondo es siempre contar, contar historias, unas son imaginadas, otras las han escrito otros y a mi me toca interpretarlas y luego está el contar la historia de cada día que es lo que hago en la radio o en la televisión las veces que he podido hacerlo pero que en este caso el guión es la propia actualidad la que lo va escribiendo.
Me imagino que como todos, desde siempre habías tenido una vocación, pero parece que lo tuyo sean muchas porque te haces como se suele decir “a lo que te echen”, pero si te tuvieses que decantar solo por una cosa el resto de tu vida, ¿qué sería?
Es muy difícil porque ahora mismo no podría decantarme por ninguna. Todas me aportan, en todas aprendo, en todas tengo ganas de seguir haciendo cosas. Son muy complementarias. Me encanta escribir, me encanta el poder descubrir las reacciones de los lectores en mis libros, me encanta la radio porque me parece que es la vida que está sonando constantemente en interacción directa con los oyentes, me encanta la televisión, porque te permite trabajar con un equipo de personas inmenso, me encanta el teatro porque es un trabajo de muchísimos meses de esfuerzo que luego se convierte en algo absolutamente efímero que solamente tiene la fuera de cada representación que siempre es diferente a la otra. Yo no puedo elegir, sería imposible que yo pudiera elegir entre las cuatro cosas.
Eres una persona bastante activa en tus redes sociales, concretamente en tu perfil de Instagram donde tu usuario es @prestameunafoto que me parece un nombre muy original pero que estoy segura que esconde detrás un significado y que no lo escogiste por casualidad.
Considero que las redes sociales son muy importantes, son parte de la marca personal de cada uno. Yo siempre he cuidado mucho mi intimidad. Son cuentas personales, no son cuentas profesionales entonces es cierto que no me gusta que tengan mi nombre pero en el caso de Facebook por ejemplo tuve que crear una cuenta ya con mi propio nombre porque ya estaba demasiado mezclando las dos facetas y en el caso de Instagram todo viene porque a mi me encanta la fotografía y yo tenía un blog que se llamaba “Préstame una foto” donde publicaba mis fotografías pero también había gente que hacía fotos y me las quería prestar para que yo las publicase. En el momento que llegó Instagram me pareció que era mucho más rápido, mucho más inmediato, mucho más cómodo y emigré el trabajo que estaba haciendo a través de ese blog a la cuenta de Instagram, me quedé con ese nombre y ya no lo he vuelto a cambiar.
Desde 2006 diriges el programa “Escúchate” por la tarde en Aragón Radio. Es un programa de interacción con la gente. La cosa va de actualidad de informativa pero en el programa también abordáis otros muchos temas como la cultura, psicología, música… y seguro que tendrás miles de historias y recuerdos en tu memoria pero, ¿hubo alguno dentro del programa que te impactase especialmente y destacarías?
Ha habido muchas historias en casi 15 años. Hay historias que me han hecho llorar en antena, en directo. Me acuerdo perfectamente de uno de mis invitados que vino con su hijo, habían editado un libro que representaba la historia que la mujer, la madre del pequeño, había escrito contándole a su hijo que tenía un cáncer, que se estaba muriendo y que probablemente cuando él creciese y tuviese uso de razón no se acordaría de ella y como eso no quería que pasase escribió esas cartas que luego se convirtieron en un libro y aquello me afectó muchísimo emocionalmente. Eso mismo me ha vuelto a pasar ahora con la pandemia, cuando estábamos todos confinados en casa, ha habido momentos en los que seguir adelante con una entrevista es muy duro porque el programa se llama Escúchate y mi manera de entender la radio, los medios de comunicación en general son las historias personales y esas historias al final tienen una carga emocional para el que está haciendo las entrevistas porque no puedes distanciarte siempre y eso ha sido duro.
Son muchos los años ya que lleváis con el programa “Escúchate” y además de todas las historias que han ido contando los oyentes, en 2018 hicisteis un pequeño aniversario con motivo de los 3000 programas que para ti fue muy especial. ¿En qué consistió este evento?
El programa me ha dado muchos momentos positivos y he conocido gente estupenda y uno de estos momentos fue en 2018, el 21 de diciembre, cumplíamos justo 3000 programas y quisimos hacer un programa cara al público en el auditorio de Aragón Radio y Aragón TV que fue una mezcla de todo, de todas mis pasiones porque había radio, había tele, había espectáculo, fue una auténtica fiesta que la gente todavía lo está recordando. Lo bonito de todo esto es que ahora que estamos en una situación muy extraña en la que seguimos haciendo radio desde casa y los oyentes solo pueden estar con nosotros a través de las redes sociales, recibimos muchos mensajes en los que nos piden que por favor en el momento que todo esto pase y podamos volver a juntarnos quieren que volvamos a hacer un programa como aquel así que yo he tomado nota y estoy esperando a que llegue ese momento y poder organizarlo con muchísima ilusión y poder celebrar la vida que es de lo que se trata y la radio también sirve para eso.
Mucha gente no sabe todo el abanico de posibilidades que te abre el mundo del periodismo y creo que tu eres un vivo ejemplo de ello. Además de tu labor que podría ser la más convencional como periodista en la radio, eres escritor. El año pasado sacaste tu primera novela, “Tango para una asesina”. ¿Cómo surgió la idea de la novela y qué es lo que te llevo a escribirla?
Vino un poco heredado y fueron mis lectores anteriores que tras publicar dos libros de teatro y dos libros infantiles a lo que me gusta llamar infaltoadúlticos porque realmente están escritos para personas como yo, que tienen una fantasía desbordada. A raíz de los libros infantiles que yo escribí, muchos lectores me decían que escribiese algo para público adulto y decidí coger ese guante. A mi siempre me ha gustado Agatha Christie y me encantan las novelas de misterio y pensé en escribir una novela de ese palo ambientada en mi ciudad, en Zaragoza, y fue de donde empecé a tirar del hilo. Luego ya hubo mucha aportación mía personal: mi pasión por el teatro, mi pasión por las varietés, por la Zaragoza de principios del siglo XX yel personaje que creé, una cupletista detective. Mucha gente que la ha leído me dicen que es muy visual y es cierto que cuando yo la estaba escribiendo realmente estaba pensando en un guión de serie de televisión. Fue volver a juntar muchas de mis pasiones pero en este caso canalizadas en un formato que es un libro que ojalá pueda dar fruto a muchas más cosas.
No solo has escrito esa novela sino que también cuentas con libros infantiles y obras de teatro. Tocas prácticamente todos los ámbitos dentro de la escritura pero ¿crees que es un factor importante el periodismo a la hora de la redacción de estas obras o qué es algo que viene dentro de la esencia de cada uno?
Obviamente el periodismo te enseña a escribir. En la carrea te enseñan a pulir el estilo pero luego es muy diferente porque toda la sobriedad y toda la objetividad que requiere el escribir una noticia o el preparar una entrevista se pierde por completo cuando estas dedicándote a algo literario donde la imaginación puede ser la que mande un poco y marque la pauta, pero si que es cierto que la corrección linguísitica y el cariño a la hora de manejar las palabras es algo que esta presenta en ambas cosas. Yo creo que hay que cuidarlo todo mucho y siempre he pensado que como periodistas tenemos la responsabilidad de informar pero también de formar. No tenemos que bajar nuestro nivel lingüístico para llegar a la gente, lo mismo tienen que hacer los escritores. De alguna manera tenemos también la obligación de ser un poco los garantes de la corrección de nuestro idioma.
Recientemente has estrenado una obra de teatro y tu personaje ha sido nada más y nada menos que el mismísimo Goya. Muy poca gente conoce esa faceta tuya como actor que me imagino que no ha surgido en esta representación sino que ya venía de antes. Pero concretamente, ¿en qué ha consistido todo este proyecto?
Todo empezó hace un año en un concurso de microteatro de textos teatrales que se tenían que representar en cafeterías. Presenté el texto y fue uno de los seleccionados para luego representarlo y yo tenía muchas ganas de ser uno de los actores que lo interpretase y junto a mi compañera Ana Esteban que es una actriz maravillosa, representamos la obra. Era un formato en el que el público votaba y tuvimos la suerte de que nuestra obra fue la ganadora y la persona que coordinaba aquel concurso es también la persona que organiza una serie de recreaciones históricas en torno a la figura de Goya en Fuendetodos coincidiendo con la semana de Goya. Le gustó como lo hicimos y nos preguntó si queríamos participar en la recreación de ese año. Nos fuimos para allí y de ahí surgió el germen de esta obra que ahora se ha representado en el Teatro del Mercado.
Interpretar este personaje ha sido para ti todo un reto, ya que dentro de la obra hacías de un Goya 40 años más mayor que tú y con unas características muy específicas, ¿cómo ha sido la preparación y llegar a encarnarte en este complejo personaje?
Yo hacía de Goya en los últimos años de su vida, más reposado, pero un personaje que condensa perfectamente todas las pasiones humanas. Un hombre que a los 80 años se sigue enamorando con el corazón en la mano, devastado por al pérdida de 6 de sus 7 hijos, que ha vivido todos los horrores de una guerra, que le ha afectado ya la sordera e incluso la locura en algunos momentos y la verdad es que ha sido un regalazo porque trabajar y crear ese personaje ha sido un vaivén emocional que como actor me ha ayudado a enriquecerme y crecer mucho. Trabajé mucho la voz. Obviamente yo estoy muy acostumbrado a usarla entonces los registros los encontré enseguida pero la parte postural es verdad que para mi fue muy exigente. Tenía que tener el cuerpo encorvado y dar pasitos muy cortos llevando todo el peso del cuerpo a las rodillas y los tobillos y terminaba agotado todos los días.
Francisco de Goya es toda una figura histórica aquí en Aragón del que son muchos los que conocen su nombre pero solo unos pocos su historia. ¿Qué es lo que más te ha llamado la atención de todo lo que has aprendido sobre su biografía?
Es verdad que a Goya se le conoce pero no se le reconoce como se merece. Todos sabemos lo que hemos aprendido en el cole, que era un pintor universal, que nació en nuestra tierra, sacamos pecho, presumimos de que es un aragonés ilustre y de que ha pintado cuadros estupendos como el cuadro de los fusilamientos o el Saturno devorando a su hijo, pero poco sabemos del Goya de carne y hueso y esto es lo que representaba la obra. Para mi una de las cosas que más me impacto fue el hecho de que hubiera tenido 7 hijos y murieran 6, lo cual me parece que es devastador para cualquier persona que tu sobrevivas a la mayoría de tus hijos y que el único que consigue seguir vivo este a tu lado por el dinero que has hecho a lo largo de tu vida. Un hombre que pese a las cosas tan tremendas que le pasaron siguió con ganas de seguir aprendiendo y de seguir enamorado de la vida a pesar de los pesares.
Retomando tu faceta más periodística, siempre se dice que el periodismo es un oficio en crisis, que no tiene salidas y que cada día pierde más credibilidad dentro de la sociedad. Llevas muchos años dedicándote a ello profesionalmente así que ¿crees que esto es realmente así?
Yo creo que se han diluido mucho las fronteras entre lo que es periodismo y lo que no es periodismo. No por parte de los periodistas, que yo creo que lo tenemos muy claro y sabemos que tenemos que seguir trabajando con el mismo rigor contrastando las fuentes, sino por parte de los receptores. Ahora cualquier persona que tiene una red social considera que puede contar algo y eso no son fuentes, eso no es creíble. Cuando algo te llega por Whatsapp no tiene que corresponderse con la realidad. El problema es que llevamos muchos años en los que hay un interés en que la sociedad no tenga un criterio formado y que todo lo que recibe lo interprete como una información y como la verdad, cuando no es así. Quizás lo único que estamos haciendo mal los medios es el no recordarle a la gente que las fuentes son las que son, que tienen que confiar, pero es necesario que se refuerce y se trabaje el espíritu critico de la gente y no quedarse solo con un mensaje. Poder entender que lo que tu piensas es una opinión pero que puedes escuchar también la del que tienes al lado y aunque no coincidas te ayudara a entenderle y eso es lo mismo que hay que hacer en la actualidad, en el día a día y en las cosas que contamos.
Son tiempos donde lo que es necesario un poco de esperanza y de visión de futuro. Por ello me gustaría culminar nuestra historia con un poco de positividad y de reflexión por parte de alguien que sabe bien de que va la cosa. ¿Qué consejo le darías a esos jóvenes periodistas que se inician en este mundo?
No hay límites mas allá de nuestros objetivos. Si tú quieres algo, persíguelo. Lo que tienes que hacer es seguir avanzando aunque haya gente que te dirá que no merece la pena, que intentará quitarte las ganas, pero si tú estas convencido de que eso es realmente lo que quieres hacer, sigue caminando porque siempre hay oportunidades, siempre hay un momento en el que vas a encontrar ese hueco que estas buscando. Estamos en un tiempo muy complicado, incierto, cambiante, hay muchos oficios que se están transformando y no sabemos hacia donde van pero yo creo que lo que nos hace realmente fuertes en la vida, en el oficio, son las ganas. Hay algo que siempre va a ser necesario en cualquier trabajo: las personas. Las personas ilusionadas, que aman lo que hacen y están convencidas son las que van a seguir adelante y van mover el mundo que al final es de lo que se trata