Autora: Judit Macarro
El silencio frente al ruido. La calma contra la tormenta. Tres poetas, Alejandro Bona, Celia Carrasco y Alfredo Saldaña nos van a adentrar en el ideal de una poesía diferente, aquella que resiste ante un mundo en constante cambio. “El mundo va muy rápido y la escritura me pide otra cosa”, resalta Celia. Durante una charla con ellos, hablaron sobre la poesía, de cómo la conciben y lo que creen que es necesario a la hora de crear y leerla.
Los tres escritores explicaron la poesía del silencio frente al estruendo, la revolución sin pretensiones frente a la lucha por el éxito. Así lo explica Alejando Bona, que participó en el libro homenaje a Miguel Labordeta, Poemas a Miguel: “Yo escribo porque me gusta, porque lo necesito y me llena. Es una pasión. Me creé el perfil de Instagram como una manera de compartir lo que me gusta y así, si a alguna persona le llega y le gusta pues ya está”.
Ante a un mundo alienado, la salvación es una lectura diferente en la que el lector pierda el equilibrio, donde sus bases sobre la realidad se tambaleen. Alfredo Saldaña, catedrático de Teoría de la Literatura y Literatura Comparada de la Universidad de Zaragoza, se remonta a Aristóteles. En su deseo de saber consustancial, nos explica que hay que romper con el miedo a la curiosidad: “Estamos muy cómodos en la zona de confort y esa curiosidad te puede llevar a un miedo a la libertad”.
Aun así, Alfredo considera que hay mucho potencial y preparación en la nueva generación de poetas que comienza a despegar: como Alejandro Bona o Celia Carrasco, alumnos suyos en el Grado de Filología Hispánica de la Universidad de Zaragoza. El profesor, autor de Romper el límite, explica que “se hubiera dado con un canto en los dientes si cuando tenía 20 o 22 años hubiera sabido la mitad de lo que saben algunas de las personas que hoy tienen esa edad”.
Según Alfredo Saldaña, la preparación de un poeta debe pasar por la lectura, no hay atajos. El profesor además señala como punto de partida que una educación literaria es necesaria para escribir bien. Aunque considera que hay algo que va más allá de la preparación, un don innato que diferencia a los grandes poetas y que pertenece al terreno de lo inefable. Pone de ejemplo a Rimbaud, que ya a los 17 años deslumbraba con su poesía.
“La poesía es como una fórmula química”, explica Alejandro. Es decir, la suma de pequeñas cosas que evitan la distancia entre el poeta y el lector y en la cual se olvida la base de la creación. Sentimiento y arquitectura, la gran receta de una poesía especial. Y no está de acuerdo con “una poesía no excesivamente erudita ni complicada, una poesía más bien coloquial”.
Por ello, a la pregunta de ¿poeta se nace o se hace?, Celia lo tiene claro: “Se hace, cada palabra está puesta en un lugar por algo y hay mucho trabajo detrás de cada texto”. La joven poeta describe la escritura como “un espacio muy íntimo y bonito, que nos da muchas cosas si somos fieles a nuestra propia entrega”.
Miedo a publicar, a ser rechazado por las editoriales que buscan otro producto. Sobre esta idea, Celia Carrasco, la autora de Entre temporal y frente (2020) y Selvación (2021), reniega del falso mito que dice que publicar es muy complicado. “Es una idea muy difundida, pero a veces es más un tópico que una realidad- afirma la autora-. Creo que sí que es más probable que busquen aquello que más se vende en el caso de las editoriales más grandes y comerciales, pero hay otros espacios de publicación, cantidad de revistas y plataformas panhispánicas a la caza de voces nuevas”.
Por lo que, en una era como la de nuestros días, se debe hacer un esfuerzo personal por distinguir lo que es importante de lo superficial. Luchar contra el giro de lector a consumidor, la necesidad de que cada semana surja una novedad. En definitiva, como señala Alfredo: “Evitar ser víctimas de la moda y ser insurgentes”.
¿Un consejo para aquellos que estén empezando a adentrarse en la poesía? Alfredo lo tiene claro. Recomienda la lectura del poema “Escucha joven poeta inadvertido” de Miguel Labordeta, cuyas últimas palabras son: “quema estas advertencias por favor”. El profesor lo explica de la siguiente manera: “Creo que tiene razón, no caben sugerencias ni consejos, se trata de un proyecto que cada uno tiene que enfrentar de manera individual atreviéndose a asumir riesgos y a equivocarse”.
Si te has quedado con ganas de saber más, puedes encontrarte de nuevo con estos autores en la presentación del libro de Alfredo Saldaña, Romper el límite, que se celebrará el viernes 18 de febrero en el Paraninfo de la Universidad de Zaragoza. Pero, sobre todo, ¡no os olvidéis de leer poesía!
Editoras: Alba Conte y Tamara Morte
