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Rafael de Miguel: “No tuitees lo que no escribirías en tu periódico”

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Engrevista realizada por Jimena Miguel Lasala y Sandra Manero Carreras

Rafa de Miguel, corresponsal de El País en Reino Unido e Irlanda, durante la entrevista

Rafa de Miguel (Zaragoza, 1968) corresponsal de El País  para el Reino Unido e Irlanda ha vuelto a su ciudad para protagonizar el segundo encuentro del ciclo “Corresponsales”, realizado por el Vicerrectorado de Cultura y Proyección Social de la Universidad de Zaragoza y coordinado por la periodista Genoveva Crespo. De Miguel prácticamente desde siempre quiso ser periodista aunque este camino lo inició con una licenciatura en Derecho y un máster en Derecho Internacional Público que estudió en la Universidad de La Haya. El máster en Periodismo de El País le abrió las puertas a la profesión. Fue el primer corresponsal de CNN+ en EE UU, donde cubrió el 11-S y ha dirigido los Servicios Informativos de la SER, fue redactor Jefe de España y Director Adjunto de EL PAÍS.

PREGUNTA: Tú estudiaste Derecho, ¿qué expectativas tenías para luego hacer un máster en Periodismo y especializarte como periodista?

RESPUESTA: Yo quería ser periodista desde el principio, pero no tenía posibilidades económicas para irme a estudiar fuera de Zaragoza, y mi padre fue quien me lo sugirió. Me dijo que hiciese una carrera de Humanidades y, mientras, que me fuese preparando para eso. Cosa de la que me ha alegrado el resto de mi vida, porque creo que Derecho te da una formación muy sólida, sobre todo para escribir de política o temas internacionales, es decir, al final es el Derecho lo que da estructura a cualquier sociedad y es muy importante tener conocimientos. Pero ya a mitad de carrera yo estaba trabajando en Radio Zaragoza y lo que me llamaba la atención era el periodismo. Estaba la oportunidad, que entonces era única porque fueron los primeros en hacerlo, el máster que elaboraba El País con la Universidad Autónoma de Madrid y, siendo sincero, me preparé para ir a por la beca y la conseguí. De ahí fui a Madrid, donde he podido dedicarme al periodismo. Yo respeto mucho a las personas que estudian periodismo ya que creo que además la carrera de periodismo es más sólida y es más completa. Aunque el mundo ha cambiado mucho y el periodismo también ha cambiado, por lo que empieza a ser muy importante estar preparado en muchas cosas. Pero soy también de los que piensan que esta profesión al final es ver, oír, escuchar y contar las cosas con unos rigores y con unos estándares profesionales y éticos. Y, en ese sentido, no me importa que una persona haya estudiado Derecho, Química, Ingeniería o Económicas, si luego conoce y aprende los rudimentos del periodismo y lo hace bien.

P: Has estado muchísimos años de tu carrera con el Grupo Prisa. ¿Cómo ha sido tu
experiencia durante todos estos años con ellos, pasando por CNN, Canal Plus, Cuatro…?
R: Hombre, un privilegio, porque el grupo Prisa es el grupo de comunicación de la democracia. Es el medio del País, pero también la cadena SER, Canal Plus en su momento y luego CNN Plus. Es la construcción de un medio, una empresa de comunicación moderna y que camina a la vez que camina la sociedad española. En ese sentido, para mí era un sueño trabajar en el grupo Prisa y ha sido un sueño cumplido. No me ha dado más que satisfacción el grupo Prisa.

P: Luego, también has trabajado en radio, en televisión, has estado muchísimos años en prensa escrita donde estás actualmente. Si te dieran la oportunidad de volver a radio, o a la televisión, ¿volverías y por qué?.
R: Sí, bueno, cada uno tiene sus ventajas y yo creo que son imprescindibles todos. La
televisión, me parece que durante mucho tiempo ha sido el medio por excelencia y saber
contar bien las cosas en televisión es muy complicado y saber compaginar imagen con
narrativa, yo creo que es algo que lo ves ahora, incluso en los nuevos tipos de comunicación y en las redes sociales, que al final, si te fijas, es vídeo, imágenes. La televisión es fundamental. La radio me sigue pareciendo un medio potentísimo, aunque es verdad que con los podcasts la cosa está cambiando mucho. O sea, hay gente, incluso, auténticos devotos de la radio y que la defendían a macho y martillo, que ahora empiezan a pensar que el podcast es una alternativa mucho más sugerente, porque la radio tenía la inmediatez del directo, está muy bien, pero muchas veces, como decía un amigo mío, ¿por qué tengo que estar escuchando una retransmisión deportiva si lo que yo quiero escuchar es un programa que escucho por las mañanas o lo que sea? Pues ahora puedes. Pero sigue siendo un medio potentísimo y luego, pues, la prensa escrita es el templo del periodismo, o sea, todos los grandes mitos, y cuando alguien quiere ser periodista, lo primero que piensa es en un periódico.

P: Pasaste por Canal Plus como jefe nacional, luego por la radio como subdirector de informativos de Cadena Ser. ¿Cómo ha sido tener esos altos cargos?
R: Es el gran dilema que tienen todos los periodistas, o sea, está muy bien, te halaga mucho a la vanidad, yo soy jefe, mando mucho, pero en el fondo dices, joder, a mí me gusta salir a la calle y contar una historia, y no estar haciendo turnos de vacaciones o aguantando llamadas. Entonces, a todos nos acaba pasando lo mismo siempre, una vez que estás allí, una vez que has colmado tu vanidad y has estado en un puestazo, dices, joder, me gustaría estar en la calle, y haciendo historias, que es realmente el periodismo… Ya dijo Magártir Amar, que decía que este es el oficio más maravilloso del mundo, pues, al final es lo que más te llena, ir a los sitios y contar las cosas.

P: Se dice mucho que la esencia del periodismo es pisar la calle, el terreno, y con lo que nos has dicho consideras que para ser un buen periodista tienes que estar pisando terreno constantemente.
R: Absolutamente, voy a decir una cosa en la que llevo pensando últimamente mucho. Yo, que soy bastante mayor que vosotras, ya lo he hecho, y me imagino que vosotras también lo habéis hecho, es decir, a ver, ¿cómo me contaría esto? Chat GPT. O cualquier análisis internacional y tal, entras en Google, en cualquier buscador, y tienes toda la información. Entonces, hay expertos que están empezando a decir que con la inteligencia artificial el 85% del periodismo va a desaparecer porque cualquier buscador te va a hacer una elaboración de texto y un análisis sin ningún problema. Y entonces mi pregunta era ¿cuál es el 15%? El de la calle. El 15% es el que se mete en el barro, el que pregunta, aunque le manden a escaparrar y sigue preguntando, el que empieza a hurgar en uno y otro sitio y descubre cosas que los demás no están descubriendo, ese es el que es. A ese la inteligencia artificial no lo va a sustituir nunca. El otro, el 85% restante de escribirte la columna de opinión, hablar qué te parece lo que está ocurriendo en Israel o en Ucrania, muy bien, pero eso te lo pasa cualquiera. Lo otro, que requiere mucho echarle valor y ese es el periodismo que va a sobrevivir, el de la calle.

P: Mencionas que hay que pisar calle, tú te fuiste de corresponsal a Estados Unidos y justo durante tu estancia allí te tocó vivir el fatídico 11S. ¿Es la parte que te llama la atención de la corresponsalía, el pisar la calle y que sucesos como este puedas narrarlos desde una perspectiva más subjetiva y más vivida?
R: Claro, porque hay cosas de estas que solamente estando allí las entiendes. O sea, yo cuando viví el 11S en Estados Unidos me di cuenta de que una sociedad que se consideraba la sociedad más evolucionada y más potente del mundo entró en un estado de pánico, o sea, miedo. Yo os puedo contar que el día del 11S me quedé trabajando unas horas en la redacción y me di cuenta que tenía que ir a buscar a mis hijos porque estaban en la guardería. Y fui a buscarlos, estaban solos. Se había quedado una chica, porque dijo, no me puedo ir, el resto, todos los padres se habían llevado a los hijos. Había una especie de histeria general en todo el país, todo el mundo estaba protegido en sus casas y mis dos hijos estaban ahí en la guardería, los pobrecitos, esperando a que alguien les recogiera. Yo lo cuento siempre como anécdota de un país que entró en un estado de pánico. Y eso, claro, lo cuentas viviéndolo, viviendo el día a día. Y más allá de las grandes declaraciones y lo que llegara el presidente o los últimos datos sobre el estado de seguridad del país, pues tienes que pisar la calle y ver la risa y ver cómo la gente tenía ese miedo.

P: Al volver de Estados Unidos a España, ¿qué diferencias notaste entre el periodismo que tú habías dejado y el que estaba en ese momento? Porque el periodismo va cambiando constantemente, por ejemplo, ahora con la entidad de la inteligencia artificial. ¿Qué diferencias tú pudiste notar que te tuviste que actualizar?

R: El periodismo en España es bastante bueno y evolucionó muy bien. La diferencia fundamental está entre el periodismo anglosajón y el europeo. Los anglosajones tienen un modo de hacer periodismo que a mí me gusta mucho, pero es muy pulcro y muy riguroso. Es decir, no se casan con nadie, procuran dar las dos versiones de las cosas, se autorregulan mucho a sí mismos a la hora de dar una posición equilibrada de lo que están contando. El periodismo europeo es un periodismo más de tendencia, es un periodismo más de trinchera, vosotros lo sabéis. El periodismo de izquierdas y el de derechas. No digo que sean malos, pueden ser igual de buenos o igual de malos, pero siempre hay un posicionamiento y es lo que la gente a veces espera. Muchas veces seguramente escucháis o habláis con personas que dicen que es un periodismo de verdad, que es un periodista
independiente, y dices… O no, es un periodista que defiende su lado y luego hay otro lado. Y lo puedo hacer con honestidad, pero siempre tiene un punto de trinchera, cosa que el
periodismo anglosajón no tiene. Pero respecto a tecnología y modos de hacer periodismo, en España se hace un periodismo bastante bueno. Por mucho que a veces nos damos latigazos, hacen muy buen periodismo. Yo creo que en el Reino Unido, por ejemplo, a veces el periodismo es muy del momento, muy cutre, muy poco riguroso.
P: Nombrando la opinión que has dicho tú, que en los medios anglosajones no se dan, y en España sí que está más polarizado, tanto los medios como las opiniones, investigando hemos visto que en X te vemos muy activo mostrando tu opinión o haciendo reflexiones. ¿Cómo ves que un periodista dé su opinión y muestre tanto su opinión en un periodismo que supuestamente tienes que mantenerte un poco al margen?
R: Pues mira, es una pregunta muy inteligente y me parece una pregunta a la que todavía no hemos sido capaces de dar respuesta.Durante la erupción de las redes sociales y sobre todo de Twitter, ahora X, hubo algunas redacciones en todo el mundo que intentaron poner en marcha un código de utilización de las redes sociales. Incluida El País. El País nunca llegó a salir adelante porque la propia redacción no quiso que se le impusieran códigos, pero, por ejemplo, lo tuvo Reuters, lo tuvo Bloomberg o lo tuvo el New York Times. Y una de las normas que más se repetía entonces era no tuitees lo que no escribirías en tu periódico. Pero reconozco que las cosas han cambiado y que vamos a hacer un periodismo en el que los lectores exigen cierta personalidad del periodista y no simplemente una disciplina espartana que siga la línea editorial del medio. Entonces yo creo que lo que tienes que ser es coherente. En ocasiones tú puedes expresar en las redes sociales una opinión que no es exactamente la línea editorial del medio en el que trabajas, pero expresada siempre desde el respeto y explicando por qué defiendes lo que defiendes y sobre todo sin entrar en choque constante con tu periódico, porque al final también estás defraudando a tus lectores, porque el consumidor del diario El País, el consumidor de la Cadena Ser o el consumidor de cualquier informativo, espera una línea editorial concreta y le chirría que personalidades de ese medio vayan en otra dirección. O sea que al final, como todo en la vida, es una cuestión de coherencia y de sentido común.
P: Estuviste CNN Plus, a la vez que estabas en Cuatro, ¿cómo compaginabas el estar en un medio como Cuatro y en CNN Plus?
R:Bueno, los servicios informativos tenían tareas compartidas y era relativamente fácil. Tenías que hacer doble trabajo, hacer directos para CNN Plus y hacer directos o piezas para Cuatro. Pero como la línea editorial era una línea editorial absolutamente paralela, pues no era muy complicado. Lo que sí que fue en su momento una experiencia apasionante fue CNN Plus, que fue la primera vez que se subió una televisión de 24 horas en España, que se transmitían en directo acontecimientos que antes nunca habíamos visto en directo. Eso para mí fue una escuela, incluso te diré que CNN Plus fue la espinita necesaria para que el Canal 24 horas, el servicio español, se pusiera a las pilas. Porque no hacían nada. Y entre la directriz de CNN Plus empezó a hacer directos y cosas así y dijeron o nos ponemos a las pilas o nos convencimos. Y gracias a nosotros mejoró mucho el Canal 24.
P: Tanto en Canal Plus como en El País, estuviste muy cerca de toda la política española, tanto siguiendo la actividad en el exterior de Zapatero, luego toda la situación política española, que no había una manera de ponerse de acuerdo, de ir todos a una. ¿Cómo se vive eso en un medio, toda esa revuelta política?
R: Con muchas tensiones, no os podéis imaginar. Mira, hay una frase que a mí me ha hecho gracia, muy bonita, del que fue director fundador del diario La República, que decía, un periódico es la crónica diaria de la lucha por el poder. La información política es fundamental en los medios de comunicación. Por mucho que escuches de vez en cuando la gente diciendo, ah, coñazo, la información política… No, un periódico que no hace información política no es un periódico, es otra cosa. Puede ser una revista muy interesante, pero un medio de comunicación tiene que estar anclado en la política. Y la política genera constantemente tensiones diarias y tienes que contar las cosas como sabes que son y no como te quieren hacer creer que son. Y tienes que huir constantemente de la publicidad y de la propaganda. Ya sabéis lo que decía el fundador del Times, que decía, noticia es lo que alguien en algún sitio no quiere que se sepa. Lo demás es propaganda. Pues en la información política tienes que huir mucho de la propaganda y buscar buena información y análisis, pero es fundamental. Porque ese es el periódico, sobre todo, es la crónica diaria de la lucha por el poder, en todas sus facetas.

P: Ahora que estás como corresponsal en Londres, ¿cómo te llega la oferta para marcharte a Londres, estando como director adjunto en el país?
R: Pues con la nueva directora de El País, Soledad. Yo estaba con el equipo anterior, hubo un cambio en la dirección, y normalmente cuando hay un cambio en la dirección,
evidentemente, si has estado en la dirección anterior, es complicado seguir en ella.
Entonces, yo conocí a Soledad, es una maravillosa periodista y una maravillosa directora, y
ella me conocía a mí y me dijo, Rafa, ¿te apetece Londres? Y yo había sido corresponsal anteriormente y la oferta me parecía muy sugerente, Londres, ese es, vamos, junto con
Nueva York y Shanghái, las tres capitales del mundo para mí.

P: Para finalizar, ¿qué consejos le darías a personas como nosotras que están empezando en esta profesión?
R: Pues mira, yo creo que lo tenéis muy complicado, hay que ser sinceros, lo tenéis muy
complicado. Nosotros llegamos a una profesión que estaba empezando durante la época de
la transición y que, sobre todo, tenía una viabilidad económica enorme. Es decir, todo el mundo que se quería anunciar, se anunciaba en los periódicos y las televisiones sin contemplarlo, con lo cual entraba el dinero a mansalva. Eso ya ha desaparecido, quiero decir, la irrupción de Internet y de los medios digitales, la pobre estrategia con la que se hizo la transición y el hecho de que grandes plataformas como Google, como Facebook, pues se han llevado prácticamente toda la publicidad, o las nuevas tendencias en las que la publicidad directamente se la dan a influencers o cada una de las empresas tiene su propia red de comunicación, ha dejado al periodismo muy desvalido, en el sentido de que es muy complicado ganar dinero con esta profesión ahora, pero es imprescindible, esta profesión no puede dejar de existir, siempre existirá de uno u otro modo, porque la necesidad de contar las cosas y de controlar el poder y de establecer comunidades de comunicación es fundamental. Entonces, si eres buen periodista, yo creo que siempre habrá un buen futuro y que tarde o temprano se descubrirá un nuevo modelo de comunicación que dé dinero y tarde o temprano iremos desbrozando el camino para ver qué se puede hacer, qué no se puede hacer y cómo se puede vivir de esto, pero si tienes la vocación de periodista y lo haces bien, siempre vas a triunfar, porque es que es una profesión tan vieja como la humanidad, tienes que estar ahí y contar las cosas y la gente.
Lo que sí creo es que siempre ha sido mi batalla en mis círculos más personales y yo imagino que a vosotros os pasará lo mismo, siempre he echado de menos que en España no haya una mayor educación de periodismo. No me refiero a los periodistas, obviamente la tienen, me refiero a los que nos rodean. La idea de que la gente entienda qué es el periodismo, cómo distinguir el periodismo bueno del malo, cómo apreciar el bueno frente al malo y cómo saber valorarlo. Claro, me imagino que a vosotros os pasará cuando a veces te encuentras con algún dicharachero como el de Iker Jiménez y que te dicen que el reportero, para mí el periodismo es otra cosa, no es lo que hacen en ese programa, pero aquí la gente lo mezcla todo. Los periodistas son los que están sentados en Sálvame y los periodistas son los que escriben en el New York Times. Y si dices hoy, pues no sé, tú te haces que no exactamente. Del mismo modo que antes había dentistas y sacamuelas.

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