Carla Pina García, directora de Infoveritas: “Todos recibimos muchísima desinformación, pero ha habido casos en el ABC, El Mundo, El País. Y ese es uno de los grandes problemas”.

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Carla Pina, directora de Infoveritas. Foto cedida
Carla Pina, directora de Infoveritas. Foto cedida

Entrevista realizada por Ana Estaún Ortega.

Directora de Infoveritas, esta periodista zaragozana y coautora del libro Fake News: Guía para sobrevivir a los bulos,  se ha convertido en una auténtica Fact-checker, una verificadora  de hechos  para detectar noticias falsas y errores en los medios de comunicación. Pero antes se especializó en información sobre personas en riesgo de vulnerabilidad, especialmente mujeres, labor reconocida con el VII Premio de Medios de Comunicación Diversidad e Inclusión’, organizado por el Ayuntamiento de Ávila y BBVA.  También tiene su propio blog desde hace más de diez años: Que me trasladen a Marte.

Y viajar hasta ese planeta puede ser una opción, pero preferimos trasladarnos a la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Zaragoza, donde Carla Pina  ofrece una clase magistral al alumnado de Periodismo sobre cómo cazar bulos o detectar deepfakes. El tiempo apremia —tiene que subirse al estrado en breve—, pero logramos que nos haga un paréntesis para hablar sobre periodismo, desinformación y la lucha contra las fake news. Empezó su carrera periodística en El Periódico de Aragón, para seguir en la Agencia EFE, La Sexta, Newtral y Unidad Editorial.

P: ¿Qué fue lo que te motivó a fundar InfoVeritas?

R: Bueno, yo estaba trabajando en otro medio, en El Mundo, seguro que lo conoces, en el periódico, en la revista femenina, en Yo Dona. Y ahí nosotros muchas veces nos hacíamos eco de lo que escribían personas famosas, influencers, en redes sociales. Entonces, me di cuenta de que muchas veces eso también era desinformación. Escribíamos artículos muy llamativos, sobre todo con titulares que no tenían nada que ver, ¿no? Para llamar la atención a los usuarios.

P: ¿Crees que era desinformación?

R: Era una práctica que, bueno, muchas veces ya sabes, necesitábamos publicidad, necesitábamos anunciantes, necesitábamos llegar a un número determinado de visitas y entonces muchas veces recurríamos a estas prácticas que no son las más adecuadas en el periodismo. Entonces, me di cuenta de que eso era algo que no me gustaba hacer. Y luego surgió también el COVID. Fue en esa época cuando le di una vuelta porque estuvimos en ERTE y pensé: «Bueno, a lo mejor es el momento de poder hacer otras cosas». Así que decidí estudiar un máster de verificación de datos, fact-checking y periodismo digital.

P: ¿Y cómo surgió InfoVeritas?

R: Tuve la suerte de dar con un profesor, que justo era amigo mío de otro profesor de la carrera. Y siempre vienen bien los amigos en todas partes o conocidos, ya sabes. Ellos estaban montando esto, que en ese momento no tenía ni nombre ni nada. Me preguntaron si quería estar con ellos y montar InfoVeritas.

P: ¿Cómo se detecta un bulo? ¿Qué herramientas tenemos los periodistas para hacerlo?

R: Nosotros muchas veces nos apoyamos en el procesamiento natural del lenguaje. Es decir, estudiar e intentar adelantarnos según las palabras que se utilizan. Pero es verdad que muchas veces detectamos tanta desinformación que no necesitamos ni recurrir a estos programas. También nos fijamos en si un mensaje se amplifica de manera anómala. Por ejemplo, si una cuenta que suele tener 20 retuits de repente tiene 20.000, ya detectamos algo extraño.Todos recibimos muchísima desinformación.

P: ¿En qué medios hay más desinformación?

X (antes Twitter), sin duda. También hay un montón de grupos de WhatsApp que reciben bulos continuamente. Y esos programas no pueden ver lo que circula en WhatsApp o Telegram, porque está cifrado. Ahí es donde más desinformación hay. Por eso pedimos a los lectores que, si ven algo y dudan, nos escriban. Nosotros lo verificamos.

P: ¿Y en cuanto a medios de comunicación?

R: Es verdad que hay algunas cuentas que ya tienes como asociadas. OK Diario, Mediterráneo Digital… Pero también hemos encontrado desinformación en ABC, El Mundo, El País. Y ese es uno de los grandes problemas.

P: Pero, ¿lo hacen conscientemente?

R: Bueno, yo creo que alguna vez sí lo hacen conscientemente.

P: Y si El País, por ejemplo, publica un bulo, ¿qué se hace?

R: Ellos deberían rectificarlo con el mismo espacio en el que se ha compartido esa desinformación o en portada, depende de lo que tengan en sus manuales. Nosotros, por nuestra parte, lo desmentimos.

P: Siguiendo como ejemplo El País ¿tienen procesos de verificación propios?

R: Entiendo que sí. A ver, yo creo realmente que el trabajo que estamos haciendo ahora, el fact-checking, ha tenido un auge en los últimos años. Aquí en España empezaron las primeras plataformas en 2017-2018, en Estados Unidos un poco antes.

P:Al final, la verificación es un trabajo intrínseco al periodismo.

R: Sí, claro. Pero bueno, de hecho, hace poco, un ejemplo: en la agencia EFE, dieron por muerto al escritor de Patria, Fernando Aramburu, porque lo publicó un señor que se hace llamar “el asesino de Twitter”. Cada cierto tiempo publica y anuncia la muerte de una persona.

P: Sí, sí, sí, es verdad qué lío fue eso.

R: Y lo publicaron. Y eso es tan fácil de comprobar cómo llamar a la editorial y preguntar: «Oye, ¿ha fallecido esta persona?».

P: ¿Crees que la gente consulta las plataformas de verificación?

R: Uno de los grandes problemas es que muchísima gente no las conoce. Y eso les deja indefensos. Se está vulnerando un derecho muy importante, que es el derecho a la información. Y eso provoca que los ciudadanos desconfíen de los medios, de los periodistas, de las fuentes oficiales, de las instituciones…

P: Sí, es un círculo vicioso.

R: Exacto. Y hay que tener cuidado. Es bueno dudar, por supuesto, es la llave del conocimiento. Pero tampoco podemos caer en un relativismo total de dudar de todo.

P: Para terminar, ¿qué consejos darías para detectar bulos?

R: Lo primero es leer, leer y leer. No quedarse en el titular ni en la primera línea. Muchas veces el propio artículo desmiente lo que dice el titular. Escuchar el contexto. Con los vídeos pasa lo mismo. Se viralizan frases de un político o un invitado en El Hormiguero o La Resistencia, pero si ves la entrevista completa, muchas veces cambia por completo el significado. Comprobar la fecha. Una noticia puede haber sido cierta en el pasado, pero no en el presente. Verificar en otras fuentes. Si ves que alguien ha muerto, antes de compartirlo, busca en Google. Si solo aparece en una fuente dudosa, desconfía. Recurrir a fuentes oficiales. En principio, están obligadas a decir la verdad, aunque sabemos que no siempre lo hacen. Pero, por ejemplo, una editorial no tiene ningún interés en ocultar la muerte de un escritor.