Entrevista realizada por Jara Sacristán.
Salir a la calle con Víctor Mateo Lombardo (Zaragoza, 2003) es todo un ejercicio de paciencia. Hay que aminorar el paso y esperar en cada esquina a que reflexione, y fotografíe algo insospechadamente bello. Luego, te muestra su captura y con él comprendes que hay algo más allá de un lugar, una foto, un reflejo. Sabe cómo burlarse de las apariencias y pone sus ojos al servicio de todos para mostrarnos otra realidad: la suya propia. La de un fotógrafo aragonés que, con tan solo veinte años, ya ha realizado tres exposiciones. Su siguiente muestra tendrá lugar el próximo viernes 26 de enero en el Centro Cívico Delicias. Es una exposición colectiva con 6 fotógrafos y 5 fotógrafas más. Una exposición muy especial titulada “Meraki”.
¿Por qué hay que ir a ver la exposición Meraki este 26 de enero?
Fundamentalmente porque sólo se podrá visitar ese día 26 y, atención, sólo de 16 a 21h. Este evento tiene como finalidad mostrar el arte de fotógrafos y fotógrafas jóvenes de la ciudad, somos 12 en total quienes participamos, pero también vamos a estar ahí para comentar con el público lo que quiera y que no sea un ambiente tan formal. Además, habrá un dj encargado de poner música de fondo y una barra de bar.
O sea que diversión segura bajo el concepto griego de Meraki, es decir, poner pasión, entrega y buen rollo en todo lo que se hace. ¿No crees que el mundo, en estos momentos está muy falto de esto, precisamente?
Si. Los medios nos atormentan con imágenes explícitas y horribles de conflictos, que aunque creo que son necesarias (aunque a veces pueden caer en el morbo) está bien de vez en cuando alejarse de eso. Dar voz y foco a proyectos más pequeños y creativos, alejados de la norma, también es necesario para poder expresarse. Incluso puede ser una forma de denunciar estos mismos temas desde otras perspectivas. Entre tanto academicismo y formalismo es necesario estas propuestas más diferentes que muchas veces no tienen su espacio. Desde luego en Zaragoza no había nada parecido. Además, creo que es un forma más fácil de acercar la fotografía a cualquier tipo de persona.
Tu ilusión por la cámara de fotos es especial y contagiosa ¿Cómo te sientes ante una nueva exposición, en este caso, colectiva?
Muy bien. Poder tener una ventana para enseñar arte es una experiencia muy chula. Es curioso cuando la gente se acerca y ve tus fotos. Es una sensación fuerte que no sabría cómo explicarla.
Allí podremos ver “Paseo por Lekeitio”, una fotografía muy especial para ti.
Sí, creo que es mi mejor foto. La composición es especial: la esquina de la escalera está señalando directamente a la señora. Eso provoca un efecto de foco que nos hace mirar en esa dirección. Luego, hay un color general azulado que me gusta mucho. Y también porque pillé el momento exacto. Había una señora andando con un paraguas al lado de una cruz. Yo estaba de viaje en País Vasco y justo pasaba por ahí. Lo capté al vuelo. Es la gracia de haber visto la foto y haberla sacado en su preciso instante.
La exposición constará de un bloque de fotografías de su último viaje a Marruecos, tu colección de fotos analógicas, la muestra de un trabajo documental sobre las flores del manto de La Virgen del Pilar y alguna que otra sorpresa. ¿Cuándo te diste cuenta que la fotografía era lo tuyo? Cuando empecé a verlo como algo más artístico. Al principio hacía fotos a todo, pero hubo un momento en el que fui pensando en tomarlas de una forma más artística. Es ir más allá de lo que uno ve. Me di cuenta que hay muchas cosas que contar. También, que se puede trabajar y vivir de ello.
Te encuentras ahora mismo en una etapa de fotografía de blancos y negros, formas retorcidas y retratos. ¿Cómo lo definirías? Pues el blanco y el negro es una forma de expresar muy pura, además de una estética muy concreta. También permite jugar con las luces y el contraste. Uso los contrastes para hablar de lo que yo quiero hablar.
¿Y de qué quieres hablar con este estilo? Dejar que la foto hable por sí sola al espectador y que el propio espectador piense lo que quiera sobre esa foto. Creo que las fotos que expresan son las más difíciles de hacer. Hay muchos tipos de fotos, como la fotografía de paisaje, que tienes que tener mucha práctica y técnica. Pero el expresar es otra cosa completamente diferente. Y el retrato para mí es la forma en la que me puedo expresar mejor. Me gustan las formas retorcidas y los colores contrastados, porque aparte de que es una estética que a mí me gusta, también deja a la gente pensar lo que quiera. No hay ningún mensaje detrás.
Mientras desarrollas tu pasión, estás estudiando la carrera de Periodismo en la Universidad de Zaragoza y en un futuro, te gustaría ejercer de fotoperiodista. Aunque, dices que no quieres perder de vista su estilo más artístico. ¿Esto también lo trasladas al montaje fotográfico?
A veces sí y a veces no. Mis fotografías se pueden dividir en dos bloques: uno más espontáneo como cuando voy por la calle y tomo una foto y un segundo bloque de retrato. Y allí suelo meter más elementos. Les digo cómo tienen que poner sus manos, hacia dónde tienen que mirar. Luego, en postproducción, las edito para duplicar elementos o buscar nuevas sensaciones. En cambio, si hablamos de fotoperiodismo no haría ningún tipo de retoque. Ni mientras tomas la foto, ni después en postproducción.
Decía el francés Antoine D’Agata, fotógrafo de la agencia Magnum: “Lo importante no es cómo el fotógrafo mira el mundo, sino su íntima relación con él.” Sí, creo que para hacer una buena foto tienes que sentir la foto. Tienes que ver más allá de la propia imagen y sobre todo, saber dónde mirar. Hay tantas cosas a nuestro alrededor que a veces es difícil poner el foco en algo en concreto y saber capturar el momento exacto. Ahora todos tenemos móviles y podemos hacer 1000 fotos. Y se toman fotos muy a la ligera, pero hay que ver más allá y ver qué hay en cada foto.
Con tan solo veinte años tienes una gran trayectoria por delante. ¿Qué te gustaría ver pasar por el objetivo de tu cámara? Quiero enfocarme sobre todo en la fotografía documental y de reportaje. Creo que es muy interesante contar historias ajenas a ti, el ser un proyector y la cámara que fotografíe las historias de otras personas para que más gente las conozca. También me gusta mucho la fotografía artística y no la dejaré de lado, pero ahora me quiero enfocar en la fotografía documental.
¿Algún ejemplo más concreto? Pues no lo sé. No hay nada en concreto que quiera fotografiar. Yo creo que las fotos tienen que venir a ti — aunque otras veces tienes que ir tú a por ellas—. Pero estoy atento a lo que se necesite y al final, las historias las tienes que encontrar. Y no se sabe de dónde van a venir, por eso tampoco busco nada en concreto y estoy abierto a todo lo que venga.
¿Tienes página web donde se pueda seguir tu obra?
Si, de momento tengo esta en la que voy colgando mis trabajos: https://nexmateo.wixsite.com/nexsite pero también estoy muy activo en Instagram: https://www.instagram.com/nexmateo/
Este joven fotógrafo se compró hace tres años su primera cámara: una Sony A6000. Desde entonces, no ha dejado de disparar el flash, practicar y conseguir buenos resultados. Él dice que su cámara no es ni de lejos de las más caras. Tampoco de las mejores, pero apuesta por ella y sabe bien que le acompañará en todas sus aventuras porque como dice: “Al fotógrafo no le hace bueno su cámara, pero si el fotógrafo es bueno, se pueden hacer fotos buenas con cualquier tipo de cámara”. Lo podrán comprobar este viernes 26 de enero, sólo de 16 a 21h, en el Centro Cívico Delicias. Mereki, merece la pena. Para disfrutar.
