Autora: Andrea García Cubilla
Editor: Hugo Lorente Gaspar
Vivimos en un mundo donde cada vez se espera menos a la hora de consumir contenido. Terminamos una serie y ya queremos la siguiente temporada. Acabamos un juego y ya queremos la continuación. Con los libros pasa lo mismo. Los lectores exigen más historias, las editoriales sacan más tomos cada año. Pero muy pocas personas pueden sacar a relucir su creatividad con este ritmo. Sin embargo, eso no quiere decir que no lo intenten. Este año, ha vuelto el reto que pone a prueba a escritores de todo el mundo: NaNoWriMo.
NaNoWriMo hace referencia a National Novel Writing Month, Mes Nacional de Escritura de Novela en español. Aquellos que se suman a esta iniciativa, tienen como objetivo escribir una novela de 50.000 palabras en un mes. Comenzó a celebrarse en 1999 en Estados Unidos pero, con el tiempo, se ha extendido a otros países. Ahora, es un evento que se celebra a nivel internacional. El año pasado, se presentaron casi 800.000 personas, aunque se calcula que solo alrededor de un 9% logró completar el desafío.
Jorge Gonzalvo, presidente de Atrapavientos, en la primera reunión del NaNowrimo en Zaragoza.
Pese a que cualquiera puede intentar el reto por su cuenta, NaNoWriMo invita a los participantes a unirse en comunidad. Existe una página oficial en la que los escritores pueden inscribirse para informar de sus avances o interactuar con los demás. Hay foros (la mayoría en inglés), quedadas de escritura, talleres… Y hay asociaciones que ponen todo su empeño en hacer de cada noviembre un mes especial.
En España, la primera que celebró el NaNoWriMo fue Atrapavientos. Se trata de una organización zaragozana sin ánimo de lucro que fundaron Mamen Delpón y Jorge Gonzalvo en 2010. La idea surgió hace 15 años, querían crear una organización que se especializara en literatura juvenil y enseñara a escribir a los jóvenes y adultos que quieren dirigirse a este público. Con el paso de los años, se han expandido, tienen colaboradores por todo el país. Ahora, además, llevan a cabo múltiples actividades de fomento de la lectura, que les han llevado a ganar el Premio Nacional de Fomento de la Lectura este año.
Comenzaron a organizar el NaNoWriMo en 2014, siguiendo la estructura planteada desde Estados Unidos. Gonzalvo asegura que acudían alrededor de 100 personas cada año. Sin embargo, tuvieron que dejarlo en 2017 por la energía que les requería y luego, con la pandemia, se vieron obligados a retrasar su vuelta.
Ahora quieren revitalizar el evento y devolverlo a su máximo esplendor. “Queremos hacer comunidad en Zaragoza, volver a llenar esto”, explica Gonzalvo. Además, por primera vez, todos los eventos tendrán lugar en el mismo sitio: el Espacio Joven de la Fundación Ibercaja, que colabora con Atrapavientos en esta ocasión especial.
El Espacio Joven de Ibercaja está abierto para todos aquellos que quieran ir a escribir.
Entre las numerosas actividades que ofrecen destacan los talleres de escritura, que son propios de Atrapavientos. También las quedadas de escritura y las charlas motivacionales. Los escritores Paloma González, Premio Alandar 2019, y Rafael Salmerón, Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil, estarán presentes durante una de las sesiones.
Además, hay dos días que destacan en su calendario. El 18 de noviembre se celebrará la Peligrosa Noche de la Escritura, una fiesta nocturna en la que los participantes se dedicarán a escribir hasta el amanecer. Y el día 2 de diciembre será la fiesta final. Habrá música y premios para los que hayan conseguido lograr el reto.
Hay sectores del mundo literario que no ven con buenos ojos este mes, alegando que promueve la explotación a los escritores y que supone la cantidad por encima de la calidad. Sin embargo, desde Atrapavientos, explican que no se busca terminar la novela, sino su borrador. Una primera versión que nadie verá y que se modificará y mejorará lentamente a lo largo de los meses siguientes.
Gonzalvo recomienda seguir NaNowrimo con ellos, puesto que, según cuenta, un 60% de los que se suman a la iniciativa de Atrapavientos logra completar su novela en el plazo (frente al 9% a nivel mundial). No obstante, no todos los que se unen al desafío lo hacen con intención de cumplirlo. Hay quien se lo adapta a unos estándares más realistas para su situación, o quien solo quiere ir con la calma y pasárselo bien. Sin dejar de lado a los que buscan sudar tinta, claro está. Al final, el reto solo tiene un objetivo real: que la gente siga escribiendo.