London Escorts sunderland escorts 1v1.lol unblocked yohoho 76 https://www.symbaloo.com/mix/yohoho?lang=EN yohoho https://www.symbaloo.com/mix/agariounblockedpvp https://yohoho-io.app/ https://www.symbaloo.com/mix/agariounblockedschool1?lang=EN

Mavi Doñate: “En periodismo nunca el tiempo es perdido.”

on

Entrevista realizada por Jimena Miguel, Sandra Manero, Beatriz Lecha y Ángela León.

Mavi Doñate durante la entrevista realizada por Jimena Miguel, Sandra Manero, Beatriz Lecha y Ángela León.

La actual corresponsal en París de RTVE, ha inaugurado el ciclo “Corresponsales”, un encuentro con periodistas aragoneses en el exterior, organizado en el Paraninfo, por el Vicerrectorado de Cultura y Proyección Social de la Universidad de Zaragoza, con la colaboración del Ayuntamiento de Zaragoza y coordinado por la periodista Genoveva Crespo. Mavi Doñate (Zaragoza, 1971) ha recibido el Premio Ondas a la mejor presentadora en 2021, Premio José Manuel Porquet, Premio Cirilo Rodríguez, Premio del Club Internacional de Prensa y el Premio Chaves Nogales. Es autora de “Bajo la mirada del dragón despierto. Vivir y contar la China de la nueva era”, un libro que refleja sus vivencias como corresponsal en Pekín durante la pandemia.

Pregunta. Cuando miras hacia atrás, ¿dirías que has cumplido tus sueños y objetivos?

Respuesta. Pues he cumplido los sueños, lo que pasa es que los sueños no se acaban, esto es como lo de la vida después de los dos años. Es decir, que los sueños, las metas, no acaban nunca. Entonces, bueno, pues sí que es verdad que me siento una privilegiada, primero porque estoy en un   medio en el que me permite, con todas las garantías, hacer el periodismo que, bueno, más o menos había deseado, y soy una afortunada, eso no cabe ninguna duda, he tenido la suerte de estar en China, en un momento que fue un punto de inflexión para la civilización en la que vivimos, con la pandemia. Ya estoy en un país muy interesante que en algunas cosas marca ejemplo en Europa, y en otras, pues son para desaprender. Entonces, bueno, sí, en principio diría que lo que deseaba se va cumpliendo, pero también creo que hay que tener una capacidad de adaptación, es decir, no porque no se cumpla lo que has deseado desde el principio

El Paraninfo de la Universidad de Zaragoza colgó el cartel de completo durante la conferencia de Mavi Doñate.
El Paraninfo de la Universidad de Zaragoza colgó el cartel de completo durante la conferencia de Mavi Doñate. Foto: EBG.

, porque muchas veces pues depende de estar en el lugar justo en el momento preciso.

O sea, muchas veces no depende de tu esfuerzo ni de tu valía, que desde luego hay que esforzarse y hay que prepararse, pero muchas veces son cosas más aleatorias que escapan de nuestro ámbito de decisión. Yo lo importante creo que es aprender del camino, o sea, no de la meta, no decir, bueno, sí, tú tienes una meta, pero el camino, y yo creo que incluso cuando hay muchas curvas tienes que darle la vuelta para seguir aprendiendo y para seguir haciendo lo que quieres, y en esa capacidad de adaptarte a lo que hay también yo creo que tenemos mucho ganado si lo sabemos hacer.

P. Como bien has nombrado estás en un país distinto, en Francia, ¿cuáles son las diferencias entre estar en España trabajando o en Francia? ¿Cómo lo concilias con tu vida familiar?

R. Bueno, mira, las dos diferencias que yo creo que tiene que tener cualquier corresponsal es primero aprenderse el país en el que está, es decir, todo país, por cercano que sea, aparentemente igual que el nuestro, es diferente. Yo siempre digo que un corresponsal necesita tres años, al menos, para acabar conociendo las claves de ese país en el que estás. Todo corresponsal, además, si os toca el día de mañana, vivid, es decir, no os metáis en casa, acudid a cualquier charla, quedad con franceses, en mi caso, o con los locales.

Id a exposiciones, id a estrenos de teatro, id a una charla política de una universidad o de un político, porque eso es lo que nos va a dar nuestra vida privada, conocer el país en sus diferentes facetas. Ese es el primer reto. El segundo es que quizá tienes que estar acostumbrada a lo mejor, de trabajar en una redacción grande o de estar en tu país es que, a lo mejor, tienes horarios.

Pero un corresponsal es verdad que, a lo mejor, no está físicamente en la oficina o en su lugar de trabajo, o en su casa, pero tienes que estar pendiente por si acaso ha pasado. El resto es el oficio, es decir, cómo pasaría cuando trabajas en tu país o en tu ciudad.

Tener fuentes, trabajarlas, estudiar los temas que vas a afrontar. No puedes ir a una cobertura o entrevistar a alguien sin haber leído mínimamente quién es esa persona con sus luces y sombras a la que vas a entrevistar.

Bueno, conocer más el país en el que estás, que es un reto, y estar un poquito más pendiente de todo lo que pasa porque eres tú, en definitiva, la que estás sola frente a toda la actualidad y realidad del país en el que estás.

P. Además de todo lo que nos has contado sobre vivir en otro país, sabemos que has escrito un libro llamado Bajo la mirada del dragón despierto ¿qué te llevó a hacerlo?

Que lo presentó Genoveva aquí en Zaragoza. Pues yo empecé tomando notas en un diario porque no me cabía en una crónica del telediario o incluso en un informe semanal, que son doce minutos o quince, todo lo que estábamos viviendo en esa ciudad de 22 millones de habitantes, que de repente se quedaba vacía, pero vacía de gente, vacía de olores, vacía de ruidos. Eran como escenas de una película de terror. Diciendo, bueno, ¿qué pasa aquí? De repente todos los chinos no salen de casa, qué pasa aquí, que no acaban de decir si hay muertos o no hay muertos, que todo.

Entonces, empecé un poco a escribir un diario personal, pues para leerlo el día de mañana cuando, yo qué sé, lo tuviese ahí en otro destino o al cabo de los años. Y cuando se lo comenté a un amigo, que él había sacado alguna novela y demás, me dijo, no, no, esto no, esto lo tienes que mover, ponerte una disciplina, escribir. Yo estaba ya en el último año, en el sexto año en China, y dije, pues me parece bonito hacer un broche y en definitiva haciendo una crónica, que es lo que cuento en el libro, es la crónica más larga, o sea, la crónica más larga periodística sobre China.

Y entonces arranco de la pandemia, pero arrancó de la pandemia para contar un poco, pues, qué es China a día de hoy, nuestras experiencias, lo que nos ha llamado la atención como periodistas, la dificultad de trabajar allí, la vida en definitiva, y cómo es vivir en un país tan lejano, personalmente, en el que nos quedamos encerrados dos años, porque hemos cerrado fronteras, no podíamos salir y estuvimos dos años sin salir de China. Bueno, pues todo esto lo cuento en ese libro. Pero sobre todo también quería dar una mirada de lo que es China a día de hoy.

P. Volviendo a la conexión con Francia, ¿cómo llevas tu vida personal con trabajar allí? ¿Vas y vienes muy seguido?

R. Pues yo tengo la suerte de que tengo una familia, primero que de salud está bien, toco madera, la vida muchas veces te va llevando. Es decir, igual se habla mucho de que a las mujeres muchas veces nos corta tener hijos, o sea, nos paraliza la carrera. Yo no estoy muy de acuerdo, pero es verdad que sufrimos más que los hombres el tener hijos, por ejemplo. Pero poco se habla también, de unos padres, que los ves, pues a lo mejor, que se hacen más mayores, que te necesitan más, que tú también sientes un poco la obligación de estar más cerca de ellos. Entonces, yo he tenido la suerte que a día de hoy mis padres están bien, mi marido es periodista, por lo cual también entiende lo que es esto, y es el primero, pues que desde China me anima, coge esto, haz esto, no dejes de, o sea, me anima.

Pero es verdad que personalmente, pues lleva un coste, tienes que tener una especie de dedicación que te compensa porque es vocacional y porque te gusta mucho lo que haces, pero por otro lado, siempre tienes un puntito de soledad, llegas a países en los que no conoces a nadie, con lo cual el primer año siempre es entre, pues eso, el traslado, el vivir en una ciudad que no conoces, un idioma que no conoces, porque yo había estudiado, por ejemplo, pero francés, pues bueno, yo había estudiado francés y obviamente es más fácil que el chino, pero quieras que no, no te desenvuelves igual en francés que en tu idioma porque no eres nativa. Entonces, todo eso tiene una serie de dificultades que es verdad que personalmente, pues tienes que estar dispuesto a ello.

A todo el mundo no le gusta estar en el extranjero o salir al extranjero o hacer coberturas internacionales, pues porque para ellos es más fácil y es muy respetable, ojo, o sea, no se es menos periodista por eso que conste, es muy respetable querer hacer más un periodismo en su entorno más conocido o donde tiene la familia, es súper respetable. Todo tiene su momento, su edad y a mí cuando me preguntan, ¿y después de París? Bueno, pues después de París ya veremos, lo que decimos, muchas veces la vida te va llevando, no es lo que tú decides sino lo que la vida también te marca.

P. Retrocediendo al inicio de tu carrera profesional, comenzaste en Onda Cero, luego estuviste en Agencia EFE, ¿cuál ha sido la evolución hasta llegar la llamada y la oportunidad de ser corresponsal?

R. Pues fue, yo entré en Televisión Española en el año 97, estaba en Europa Press cuando se abrió aquí en Zaragoza. Yo había hecho prácticas, estaba en la bolsa de datos porque tanto el verano de cuarto como de quinto de carrera había estado en Radio Nacional, el verano de cuarto aquí en Zaragoza y el verano de quinto en Madrid, entonces estaba en la bolsa de datos y cuando se abrió el canal 24 horas todo noticias, en el año 97, se necesitaban 15 plazas y entonces llamaron a la gente que habíamos hecho prácticas bien en tele, bien en radio, se presentó mucha gente y nos cogieron a 15 personas. Entonces ahí es cuando empiezo en Televisión Española y hasta la corresponsalía hago un poco de todo, estoy en la sección de Nacional, hago Justicia, hago Interior, hice muchos años de lucha antiterrorista con ETA con los atentados, cuando se produce el 11M, yo hago el 11M pero ya digo que estoy muy cansada ya de terrorismo y quiero hacer otras cosas, paso un grupo de reporteros, de reportajes, es decir, he ido haciendo diferentes cosas hasta que en 2015, que yo ya llevaba casi 20 años en la tele, me llega el terremoto de Nepal en 2015, voy a cubrirlo y después de estar 15 días es cuando me proponen irme a Pekín.

Cuando lo comentaba antes en otra entrevista, el periodismo es una carrera de fondo, no por más correr se llega antes, y más vale a veces tardar en llegar a los sitios porque yo ahora que he hecho la vista hacia atrás digo, es que yo creo que ser corresponsal me llegó cuando me tenía que llegar, a lo mejor si hubiese sido más joven me hubiese agobiado más, se me hubiese hecho más difícil, es decir, en periodismo nunca el tiempo es perdido. Cuando salgan trabajos que penséis que están mal pagados, no es lo que me gusta, siempre vais a aprender algo, siempre vais a sacar una lección, siempre os va a servir, porque este oficio es una carrera de fondo, entonces cuando yo llego a la corresponsalía es que ya tenía mucho detrás, tenía muchos atentados de la banda terrorista ETA, tenía muchos sucesos, tenía muchas guardias frente a la Audiencia Nacional, tenía muchas coberturas hechas, con lo cual me sirvió mucho, había estado en la sección de Política y luego pasé a la sección de Sociedad, y todo lo que había aprendido me lo llevé puesto, en definitiva, era hacer un periodismo en otro lugar.

Pero que es que al final era hacer vídeos con las herramientas, con los rodajes, con saber mirar a través de una cámara, que yo ya había aprendido, yo no grabo pero tengo la cámara, quiero decir, ya todo eso me lo había llevado, con lo cual es una carrera de fondo, muchas veces no por más correr, vale sí podéis llegar antes, pero a lo mejor no vais a llegar bien, entonces que no os importe formaros, que no os importe perder dos años aprendiendo un idioma porque os vais a Inglaterra o a Francia, no os importe, esto aunque no lo parezca es largo, entonces más vale que os forméis y no tenéis nada en firme, ya digo con trabajos que a priori no parezcan muy atractivos. Yo empecé en Zaragoza trabajando en un periódico local de un barrio, así, a la par que hacía radio, quiero decir, entonces nada es tiempo perdido, todo cuenta, porque luego cuando realmente os llegue algo que habíais deseado, que os gusta, que de repente vais a estar más preparadas que no, entonces no hagáis ascos por así decirlo a nada, porque todo suma y todo cuenta.

P. Con toda la cantidad de noticias que has cubierto a lo largo de toda tu trayectoria, ¿cuál dirías que ha sido la que más te ha impactado a nivel personal? Ya sea por su gravedad o el suceso en sí.

R. Pues yo creo que los atentados del 11 de marzo de Atocha, de Madrid, recuerdo aquellos días profesionalmente muy duros pero sobre todo personalmente, fue terrible, yo me acuerdo, estaba en casa, me llamó mi jefa antes de las 8 de la mañana y bueno, con la primera explosión en Atocha, ya sabéis que luego siguieron otras, se han cumplido ahora 20 años y era todo de una magnitud… yo había cubierto muchos atentados en el País Vasco y en Madrid, pero aquello era el infierno, y sobre todo fue duro porque yo siempre digo, ver a una persona fallecida te puede impresionar, pero realmente lo que te llega y lo que duele y lo que tienes que aguantar un nudo en la garganta para no romperte es ver el sufrimiento de los vivos.

Yo me acuerdo de estar entrando en directo y acercarse personas con la foto de su hija, de su nieta, de su sobrina, de su marido, que no los encontraban, que ya habían llamado a hospitales y eso cuando estás entrando en directo y ves todo eso, es muy tremendo, se te pone un nudo en la garganta porque dices, no sé si voy a ser capaz o después de estar todo el día, que yo me acuerdo que ya era de la noche, habíamos estado todo el día en Atocha, se acercó un señor que vivía en unos edificios de allí de al lado de la estación y nos trajo un termo con café y nos dijo, es que les he visto, estáis todo el día aquí muertos de frío y os he traído un café.

Quiero decir, era Madrid, hubo un momento que enmudeció, una ciudad que también de por sí se oían solamente las sirenas, los teléfonos no paraban de sonar, gente que sabía que estabas en Madrid y que te llamaban para ver cómo estabas, más luego toda la vorágine política y todo lo que pasó los días después. Es decir, yo recuerdo aquellos días, siempre digo que las cuatro canas que tengo me salieron esos días, yo envejecí esos días, notaba que envejecía, fue el horror y luego todo el torbellino político que tenías que estar midiendo, fueron días muy complicados, personal y profesionalmente.

P. ¿Cuál dirías que ha sido la entrevista que recuerdas con más cariño o más afecto?

Pues es que muchas, la verdad, yo creo que muchísimas, quizá de las últimas que he hecho, que fue un ejemplo también de cómo localicé en París a una amiga, novia de Gabriel García Márquez, el escritor colombiano. También carambolas, por eso hay que vivir, por medio de un chico, que es documentalista, que conocía a tal, pues, fui a una conferencia y entonces un día, tomando unas cañas, dijo, no, es que ahora nos vamos a ver a Tacha, que fue la novia de García Márquez, y dije cómo, cómo, cómo, esta historia, y entonces fue muy tierna porque la señora tenía 93 años, estaba con principio de Alzheimer y tenía a su hermana de 96 que le ayudaba. Entonces eran dos abuelitas, y es el ejemplo de cómo vas a hablar de alguien, en este caso de García Márquez, y conforme vas hablando con ellas dices, no, es que la entrevista, la historia son ellas, no es García Márquez, son ellas, y fue súper tierno, cómo contaban ese París de los años 50, los recuerdos que tenían, cómo eran ellas, que eran dos señoras mayores pero estupendísimas, modernas de mente, y fue una entrevista muy entrañable, la verdad.

A veces te crees que la entrevista va a ser la personalidad que entrevistas, y luego, sin embargo, descubres a ciudadanos de a pie que tienen unas historias detrás y esas son realmente. Yo creo que las entrevistas bonitas son esas que son ciudadanos, héroes anónimos o ciudadanos de que no conoce nadie y que descubres que detrás hay unas historias impresionantes, con lo cual, he entrevistado a deportistas, he entrevistado a políticos, pero vamos, os he puesto el ejemplo de estas porque era como muy cotidiana y cómo te da la vuelta al reportaje en la cabeza, y dices, no, no, las historias son ellas, ¡qué García Márquez! o sea que, sí.

P. ¿Qué consejos le darías al alumnado que se está iniciando en esta profesión?

R. Pues mira, antes os he dado uno, que os forméis, que nunca el tiempo es tiempo perdido, que no penséis, o sea, yo creo que estamos viviendo ahora una época de desprestigio de los méritos y del esfuerzo, en España, porque en otros países no pasa. Francia es un país en el que se valora la formación, se valora lo que has estudiado, se valora lo que sabes, se valora tus méritos, aquí parece que no, el esfuerzo está bien, es cierto que muchas veces, yo es lo que también he dicho, no por esforzarte más, hay cosas que se nos escapan de nuestro control, pues a lo mejor si yo no hubiese hecho prácticas en Radio Nacional, pero hice prácticas en Radio Nacional porque sacaba muy buenas notas en radio, pero a lo mejor si no hubiese estado en la bolsa de datos no hubiese llegado a Televisión Española, es decir, muchas veces es una cadena que no eres consciente, pero mínimamente la oportunidad, como dicen los chinos, hay que trabajársela.

La oportunidad es estar ahí, pero también estar formada para cuando te llega el trabajo que tú quieres, entonces, formación, a diferencia de cuando yo empecé en esto hay miles de plataformas que en mi tiempo no había podcast, no había redes sociales, no había, plataformas digitales en las que volcar vuestras historias, entonces, formaros, viajar, leer, aprender y estudiar.

Ya digo, yo mi consejo es que allá donde podáis trabajar, aunque al principio no os paguen mucho, por supuesto que hay que reivindicarnos, y en eso estamos todos, o sea, yo veo compañeros, que van por libre, que no tienen el respaldo de una empresa detrás, que son estupendísimos periodistas, y que desgraciadamente van a cobertura sin un seguro, o cobrando tanto el vídeo que hacen, o la crónica que hacen, eso no se puede consentir, o sea, ahí pues vamos a apoyar a los mayores de que tenéis que estar bien pagados, pero cuando estáis empezando, muchas veces es mejor aprender, y que la parte económica se quede en un segundo plano, ya digo, cuando estáis empezando.No perdáis la curiosidad nunca, porque los periodistas cuando perdemos la curiosidad y creemos que todo lo sabemos y vamos de sobrados, es cuando metes la pata y cuando empiezas a ser mal periodista. Abrir los ojos, abrir los oídos, tener curiosidad por las cosas y por el mundo que os rodea, aunque sea lo más cerquita que tenéis, o sea, no hace falta irse a China para sacar historias, tenéis historias así, en el pequeño mundo, por así decirlo, que no es que sea en vuestro barrio, seguro que tenéis historias, en vuestro entorno, en vuestro país. Es decir, las historias salen, y hay que saberlas mirar, pero para eso tenéis que tener la mirada muy acostumbrada a mirar, y a mirar más allá, porque el periodismo muchas veces detrás de lo aparente es donde está la historia.

Comparte
Etiquetas

Últimas publicaciones

Mas como esto