Estuvo con los estudiantes de cuarto de periodismo de la Universidad de Zaragoza,
Loredana Vitale. Su conferencia sobre el márketing de lujo conduce a su libro “Siente el Lujo”, en el que se ofrece una visión muy permeable en el uso y consumo de este extraordinario universo. Sus productos recorren segmentos de la comunicación y el marketing , de la atención al cliente, la tradición, la
innovación, y desde luego la excelencia.
El término “lujo” ha sido en parte sobredimensionado y en parte diluido, manifiestan Manfredi Ricca y Rebecca Robins, autores de “Meta_luxury: las marcas y la cultura de la excelencia”, último libro editado por la consultora Interbrand. Esta edición publicada en inglés destaca las marcas de lujo meta-luxury, como un paradigma cultural y económico donde coexisten cuatro elementos: artesanía, enfoque, historia y rareza.
De este modo, observa como la industria del lujo se mueve entre dos miradas, la más directa y explícita, que es el contacto, consumo y experiencia de lo exclusivo, de aquello que pocos pueden y están dispuestos a permitirse. Pero hay otra más implícita, accesible y común, que consiste en la experiencia de algo con alguien o con algo, que satisfaga de un modo casi pleno. Es decir, una experiencia extraordinaria, porque sale de lo común y porque colma nuestro deseo, pero que está al alcance de todos.
Esta experiencia de lujo, que es de disfrute y de pasión, necesita un tiempo, hoy complicado en el contexto de vértigo y conectividad . El impacto emocional que satura nuestra autopista perceptiva, repleta de peajes, en el que la gratificación inmediata es uno de ellos, limita esa experiencia de lo extraordinario. Sin espera, sin expectativa, sin poso, no hay tiempo para el disfrute, no hay tiempo para lo extraordinario.
El arte nos han proporcionado y proporcionan momentos infinitos de placer, un legado que con el paso del tiempo no ha envejecido, pues permite disfrutar de su belleza una y mil veces, un placer que describe con mayúsculas esos momentos de lujo congelados en la intensidad del tiempo.
José Antonio Gabelas