Autor: Víctor Mateo
Elden Ring lleva siendo dos años consecutivos el ganador del juego más esperado en los Games Awards. El pasado 25 de febrero llegó al mercado después de cinco años en desarrollo. Realizado por FromSoftware y distribuido por Bandai Namco, Elden Ring fusiona lo mejor de las anteriores entregas, llegando a ser para muchos (entre los que me incluyo) la obra magna de Hidetaka Miyazaki. Elden Ring no dejará indiferente a nadie, ya que es el más accesible de la compañía.
La mayor cualidad de Elden Ring es su gran diseño artístico y narrativo. Esta vez Miyazaki presenta un worldbuiling junto a George R. R. Martin, creador de las novelas Canción de Hielo y Fuego. Se pueden establecer paralelismos entre las regiones de las Tierras Intermedias, lugar dónde transcurre el juego, y las que presenta R.R Martin en sus obras. Cada región es gobernada por una casa noble, con emblema propio, castillos y mansiones que recuerdan a las familias de Juego de Tronos. Todo ello siendo lugares con una ambientación acorde a su situación geográfica, notable incluso en los enemigos. Como es de esperar, la presencia de Kentaro Miura, autor de Berserk, sigue dominando el corazón narrativo del juego.
Algo peculiar de la saga “souls” es la forma de contar su historia. En anteriores entregas para conocerla, tenemos que inspeccionar cada objeto, apreciar cada localización y así poder conocer más sobre el mundo que exploramos. En Elden Ring, sin salirse de este estilo narrativo se nos cuenta una historia de forma mucho más directa. Hay muchos más NPCs con los que interactuar y un hilo narrativo mucho más claro, haciendo así una puerta de entrada más accesible a los nuevos jugadores.
Posibilidades
La gran novedad de esta entrega es su enorme mundo abierto. Poco después del inicio, el jugador puede explorar con total libertad el mundo que se abre ante él. Dispondremos, prácticamente desde el inicio, de un caballo para poder movernos rápidamente por el mapa. Elden Ring coge elementos de The Legend of Zelda: Breath of the Wild, todo un referente para los juegos de mundo abierto. Al igual que en el Zelda nos encontraremos a lo largo de las Tierras Intermedias diferentes mazmorras, totalmente opcionales aunque recomendables para poder mejorar a nuestro personaje.
También, repartido por todo el mapa hay una variedad inmensa de lugares con su propia ambientación, enemigos e historia para conocer, la mayoría opcional. La duración del juego la elige el propio jugador, pudiéndose atener exclusivamente a la trama principal y, por tanto, completándolo en torno a veinte horas, o bien explorar cada rincón del mapa y tardar más de cien horas. Al contrario que ocurre en otros juegos de mundo abierto, en Elden Ring sí merece la pena explorar todo lo que nos propone el estudio. Cada pequeña cosa, por opcional que sea, está creada con mimo hasta el mínimo detalle. Además de brindarnos herramientas, nos servirán para conocer más a fondo la historia que nos plantea Miyazaki y R.R. Martin.
FromSoftware es conocido por sus juegos difíciles, y Elden Ring no se queda atrás. Aun así, es el juego más accesible de todos y es la mejor carta de invitación a los “souls”. Debido a su mundo abierto, por muy difícil que nos parezca un jefe o una zona, siempre habrá muchas otras para explorar, dónde podremos aprender las mecánicas y mejorar a nuestro personaje, además de poder ser ayudados por otros jugadores, NPCs o usando invocaciones.
La dificultad de Elden Ring no recae sólo en cuanta cantidad de vida tiene un jefe o el nivel de nuestro personaje, la dificultad se plantea en nuestra propia habilidad como jugadores a la hora de tomar decisiones. Los escenarios pueden ser también obstáculos en nuestras batallas o presentar lugares de los que sacar ventaja. Esto requerirá de prueba y error, adaptándonos a las situaciones planteadas.
Elden Ring ofrece una gran cantidad de formas para definir a nuestro personaje a través de una tabla de atributos que iremos aumentando, pudiendo crear a gusto el personaje, desde un gran hechicero hasta un viejo samurái. También hay un gran elenco de armas y armaduras muy variopintas y diferentes, cada una con sus habilidades y características propias.
Pero no es oro todo lo que reluce, Elden Ring peca de reutilizar en varias ocasiones los jefes y enemigos (sobre todo en mazmorras), y algunas veces se siente vago. Cabe comentar los errores, ya corregidos, que tuvo en el lanzamiento, con diferentes bugs que hacían injugable el título y problemas de rendimiento. En el apartado sonoro, aunque muy bueno, no hace frente a sus hermanos mayores, la banda sonora de Bloodborne sigue en la cima.
En resumen, tiene un éxito más que merecido, cumple las expectativas y sorprende con su accesibilidad.
¡Alabado sea el círculo de Elden!