La Agrupación de Antiguos Alumnos de la Universidad de Zaragoza (AGRALUZ) participa en el diálogo “Importancia de la formación universitaria en el acceso al mercado laboral”.
La Asociación de Egresados de la Universidad de Zaragoza ha celebrado este martes su trigésimo aniversario con una jornada muy especial en la Sala Magna del Paraninfo. El evento comenzó con una presentación inaugural que destacó la trayectoria de la Asociación a lo largo de estos años con el fortalecimiento de los lazos entre la Universidad y sus egresados. “Ya son tres décadas de esta Asociación, necesaria para proyectar el sentimiento de pertenencia de los egresados a la Universidad de Zaragoza” ha felicitado Carmen Marta, Catedrática de Periodismo en la Universidad de Zaragoza y moderadora de la mesa redonda.
La esfera para acceder al mercado laboral ha cambiado; ahora se exigen nuevas competencias que son necesarias forjar durante la formación. ¿Cuáles son las herramientas clave?
Aurelio López de Hita, Presidente del Consejo Social de la UZ, destacó que no basta con la formación teórica: “las empresas no preguntan qué sabes hacer sino en qué capacidades estás preparado para adaptarte a los nuevos cambios”, señaló. Ante los bajos niveles de competitividad de los egresados, hay que fomentar habilidades prácticas: “si no les formamos no tendrán las armas suficientes para competir”, explica López de Hita. La formación dual es imprescindible para que el alumno se forme directamente en una empresa recibiendo información. “Si nuestros alumnos no están a la altura en España, tampoco lo estaremos en Europa”, ha remarcado Aurelio. Si no reflexionamos sobre lo importante, navegaremos sin rumbo o estrellaremos a la sociedad en su conjunto. “De cara al futuro hay que apretar el acelerador”, concluye.
Las prácticas son una apuesta segura que deben hacerse al inicio de los estudios. “Nuestras practicas son una apuesta decidida para acercar a nuestros estudiantes también al medio rural”, expresa Miguel Ángel Barberán, Director de Secretariado de Estudiantes. La formación se complementa con habilidades como la oratoria o el trabajo. Se crea como un “pasaporte digital” y espacios adecuados para obtener competencias clave además de la parte teórica.
En la relación con la universidad y la realidad social, no debería haber dificultades. Hay que facilitar la conexión empresa/universidad “a la Universidad pública le cuesta esa dualidad” ha comentado Eva Defior, Directora Grupo La Comarca. Defior destacó que “el conocimiento profesional”, “la vocación” y la “relación con la empresa” son esenciales para la transición al mundo laboral.
Los programas internacionales también son una oportunidad única para el desarrollo profesional y personal. UNITA, alianza creada como respuesta a la iniciativa “Universidades Europeas” promueve grandes oportunidades “tenemos un programa de movilidad muy ambiciosos y eso fomenta no solo el Erasmus, sino programas propios entre las 12 universidades UNITA”, argumenta Sergio Salinas, Director UNITA UZ. Con estos programas puedes “relacionarte y abrir tu mente para desarrollarte de otras maneras” ha finalizado.
En el INAEM, en la bolsa de empleo, hay menos titulaciones que profesiones. Las competencias transversales como “trabajo en equipo”, “pensamiento crítico”, o “análisis”, se encuentran más en las profesiones -ha afirmado Pilar Burgués, Responsable del Servicio de orientación y empleo de CEPYME Aragón- y son esenciales. “A los universitarios les falta tener los conocimientos adaptados a nuestra base profesional”, ha lamentado Pilar Burgués. “Hay que retener el talento y que se quede, y para ello las empresas tenemos que estar en contacto con la Universidad”, ha finalizado la Responsable de CEPYME Aragón.
¿Qué hacemos para tejer esas conexiones? Cada vez son más necesarios los conocimientos que hay que adquirir: desde la disciplina y el orden, hasta el pensamiento crítico, las competencias blandas o la vocación. Todo ello está al alcance con un trabajo de construcción colectiva.
Autora: Nazaret Parrilla