Texto: Arancha Díaz. Fotografía: Academia de las Artes Escénicas de España.
Blanca Resano es directora teatral, actriz y periodista. El Teatro Principal de Zaragoza acoge del 12 al 15 de noviembre el estreno de su último proyecto, “La Margarita de Federico”. En esta entrevista charlamos con Blanca sobre su experiencia tanto profesional como personal en el mundo de las artes escénicas.
P: Próximamente presentas en el Teatro Principal, como directora teatral, la obra “La Margarita de Federico”, ¿qué motivación hay detrás de este proyecto?
R: Seguir trabajando, seguir, no parar, ese es mi principal motor. Yo hace muchos años que arrastro a Federico García Lorca conmigo. Después de terminar la carrera hace un tiempo hice el TFG como periodista sobre Margarita Xirgú, como precursora de la obra dramática lorquiana, y pensé entonces que aquello tomaría forma algún día. Y ese día llegó hace un año cuando le empezamos a dar vueltas y hoy se materializa con la próxima puesta en escena de la obra “La Margarita de Federico”.
P: Pese a la dificultad del momento que estamos atravesando por la pandemia, ¿encaras con ilusión el estreno?
R: Encaro con esfuerzo el estreno y en ese esfuerzo pongo lo mejor de mí que es muchísimo trabajo, dedicación y sacrificio. Hay que encarar esta situación con cierta inspiración positiva pero la situación está difícil y es dura, pero el teatro siempre se ha movido en ciclos de dificultad, nunca los “teatreros” nos hemos movido en situaciones de bonanza. Pero aún así, el telón hay que levantarlo.
P: ¿Para esta profesión crees que uno nace o se hace?
R: Lo llevamos en vena, yo creo que se nace, aunque sí que es verdad que hay mucha gente que luego se hace, porque el que tiene interés en una cosa la consigue. Pero todo el mundo que me rodea en este mundo del teatro creo que hemos nacido así.
P: Aunque te formaste como actriz, tu labor se ha centrado fundamentalmente como profesora en la Escuela Municipal de Teatro de Zaragoza y como directora teatral, ¿a qué se debe ese cambio de rumbo?
R: Porque cuando me fui de la escuela como alumna dije que algún día volvería, lo presentí, porque quizá lo deseaba, y tampoco sabía que efectivamente se haría realidad en el año 2005. Y ahí he estado, trabajando mucho. Trabajar con la gente joven me motiva y creo además que me siento con vocación para la enseñanza. Y respecto a la dirección la asumí y es en lo que me he dedicado todo este tiempo.
P: ¿Hasta qué punto las plataformas digitales y toda la tecnología ha podido influir entre los jóvenes a la hora de consumir teatro?
R: Los jóvenes tienen una cultura digital, TikTok, Instagram, etc., que son cada una a cuál más rápida. Pero luego sí que es verdad que los jóvenes son muy buen público, se sientan en un patio de butacas y, como practican poco ese gran placer, se deleitan más. Pero no cabe duda de que la gente joven quiere que las cosas sean rápidas, el aquí y el ahora. En nuestra comunidad falla la captación de público joven para ir al teatro. Para empezar, la programación teatral no tiene la difusión que tiene la cartelera cinematográfica. Desde la gerencia cultural de esta ciudad habría que plantear un programa serio de las artes escénicas para todo tipo de público.
P: La primera vez que viste como espectadora uno de tus proyectos en un escenario, ¿qué pasó por tu cabeza, qué sentiste?
R: Siento casi siempre mucho vértigo cuando se va a estrenar algo. Cuando todo el mundo está en sus puestos, las actrices, los técnicos, etc., yo ya no estoy porque mi trabajo ya está hecho y les toca a ellos plasmarlo en escena. Es igual que un parto, deseas que la criatura salga y que salga con bien. Cuando oigo los aplausos, porque me interesa mucho el público, yo trabajo para ellos, no para satisfacer mi ego, casi siempre lloro y procuro que no me vea nadie.
P: ¿Cuál ha sido el momento más mágico que recuerdas de tu vida profesional?
R: Cada proyecto me da un momento mágico. Tengo una caja donde guardo artículos de prensa, programas de mano y a veces me da por mirar recuerdos y todos por algo me pellizcan el corazón. Me conmueve que todo salga bien porque lo que deseas es que todo sea exitoso para que se siga haciendo teatro. En el teatro he vivido los mejores momentos de mi vida, y de la misma manera que me he sentido muy feliz, a la vez he vivido momentos de incomprensible tristeza, porque es un amor sobrenatural. Estoy terriblemente enamorada de mi profesión y cuando se está profundamente enamorada también se sufre un poco.