Entrevista realizada por Ángela León y Beatriz Lecha.
Mercedes Ruiz (Cartagena), sesentañera, como le gusta decir a ella, es maestra, psicopedagoga y doctora en educación y cuenta con una experiencia docente de treinta seis cursos escolares en diversos centros educativos de Murcia y Madrid y seis años en el Instituto español Cañada Blanch de Londres. Su trabajo se ha centrado fundamentalmente en Educación y Cine, pero desde hace años añadió la robótica a su área de trabajo habitual para que su alumnado más pequeño se animara a investigar, a cuestionar y a pensar. Actualmente coordina la Semana Europea de la Robótica que este año se ha celebrado por primera vez en España y en concreto en Zaragoza y en donde ha moderado varias mesas redondas sobre robots y cine.
Conseguir que fundamentalmente la gente joven y las niñas y niños se interese por la robótica. Este es el objetivo de la Semana Europea de la Robótica (este año se celebra el13, 14 y 15 de noviembre), un evento anual promovido por la asociación europea EuRobotics, en la que se llevan a cabo todo tipo de actividades, desde conferencias, visitas guiadas para los alumnos, laboratorios abiertos… hasta exposiciones. Todo vale para visibilizar el enorme impacto que esta área tiene en la sociedad, desde las aplicaciones industriales hasta su expansión en sectores educativos, sociales, asistenciales y de entretenimiento. PREGUNTA. ¿Podrías decirnos cómo inició y cómo ha ido evolucionando con el tiempo la Semana Europea de la Robótica?
RESPUESTA. Esto empezó cuando yo era profesora en el colegio Español de Londres. Irene López de Vallejo, que era una madre de mi clase se acercó una tarde a plantearme esa idea. Entonces empezamos en 2011 en Londres, no en España. En un principio llevamos a los niños de 5 años como público a esta “Semana de la Robótica”. Allí -en Londres- lo realizamos en el 2011 y en el 2012. Volví a España y en el 2013 me volvió a llamar Irene y me dijo que por qué no organizábamos aquí algo. Entonces de una manera totalmente espontánea, con profesores que busqué y, en aquel momento, sin ningún tipo de ayuda, ni institución, hicimos un site (una página web) acerca de ello.
Después ya contactamos con HispaRob y a partir de ahí fue cuando empezamos. Cuando ya cogimos un poco de forma comenzó la primera en la Carlos III, la segunda fue en la empresa aeroespacial GMV… y ya después se han ido a distintas universidades hasta llegar a esta, que se ha juntado con Europa.
P. ¿Cuál es el objetivo principal de este evento?
R. La Semana Europea de la Robótica nació en Europa en 2011 desde un comité científico no educativo porque lo que querían era sensibilizar a la sociedad para que se conociera más en esa época los robots los cuales necesitaban inversión. La pusieron en noviembre porque es un mes en el que no salen grandes eventos y este fue el foco principal para que la gente tuviera conocimiento acerca de él. Y cuando empezamos nosotros lo que hizo el comité fue recoger la importancia de la educación y desde entonces se combina con educación porque la educación es realmente el cambio y el futuro.
P. Es la primera vez que se elige una sede española para este evento, ¿cómo surgió la idea de que Zaragoza fuera la ciudad anfitriona?
R. Pues yo creo que eso surge como todo porque siempre conoces a alguien que conoce a alguien o que has tenido contacto con alguien. Entonces Esther Borao (Directora del Instituto Tecnológico de Aragón) lleva colaborando desde hace tiempo y es una persona referente dentro de este mundillo de la educación, robótica, empresas… nos hemos ido mezclando por distintos sitios. Entonces facilitaba mucho que ella esté ahora mismo en un puesto de responsabilidad como ITA y que se ponga en contacto con Hisparob es relativamente sencillo porque ya se conocen y, bueno, a partir de ahí ya las gestiones…que no son tan fáciles, pero con buena voluntad lo han conseguido.
P. Como educadora ¿De qué formas crees que el profesorado pueda aprovechar las nuevas tecnologías para hacer de la robótica más interesante o atractiva para la gente joven?
R. Lo primero es que lo de “nuevas tecnologías” hay que quitarlo porque no son nuevas tecnologías; son muy viejas. Entonces, lo primero que tenemos que hacer los docentes es sensibilizar sobre el vocabulario que hay, sobre el mundo cultural en el que vivimos con la tecnología y que no es tanto la herramienta… Tú puedes no saber computación, puede no gustarte el Scratch, pero te puede encantar el diseño. Entonces tú tienes que hacer los robots con un diseño más cercano a la finalidad que tiene, al usuario… o puedes construir -como hemos visto hoy-, un corto que ayude a sensibilizar y a contar las cosas desde un lugar mucho más científico. Porque tú puedes hacer un corto de ficción, pero estar totalmente basado en la ficción. Entonces el docente es un poco el mediador de todas las culturas. Tendría que ofrecer la robótica desde todos los ámbitos que pueda. Desde la danza, porque el robotting por ejemplo que es una danza de calle, están haciendo un tipo de rapeo, bueno pues es una cultura… o un graffiti, pues es otra cultura… Entonces hay muchas cosas asociadas a la tecnología desconocidas en el mundo del aula que abrirían la puerta a muchos alumnos que no encuentran una salida tan estructurada en el sistema habitual. Daría mucho más juego a la sociedad. Pero fundamentalmente yo creo que ahora es la tecnología con la ética y la estética. Hay que cambiar la ética de cómo la vemos y para qué sirve y no ponerla en el foco sino ponerla como una herramienta y para qué; y la estética, fundamental, hay que mezclar mundos y ver qué estamos haciendo con eso.
P. ¿Consideras importante que las nuevas generaciones entiendan y participen en el desarrollo de la robótica?
R. No es que me parezca importante, es que no puede estar la escuela de espaldas a la sociedad. Lo que siempre hacemos, sobre todo, es tener en cuenta el porcentaje de mujeres en primaria y en infantil. Es brutal, tan brutal como un 85%. Entonces ese porcentaje son mujeres, y son mujeres maestras- y si no vamos a ellas… Entonces tú hazle a una mujer la pregunta y muchas veces maestra docente y te dirá “yo de eso no quiero saber” pero resulta que tienes una thermomix, tienes una lavadora, aparcas un coche… que casi todo ya es un robot en tu casa y no que no lo sabes o que tienes una tecnología que no conoces. Si empezamos a cambiar la cultura no tienes por qué saber computar, porque eso lo puede hacer otra persona pero sí puedes saber de ciencia ficción, o de Úrsula K. Le Guin o de películas que hemos visto o de series que estamos viendo todos los días. y más ahora que desde la covid la distopía, ¿qué es? ¿es la realidad o es la distopía? Entonces tendremos que comprender el mundo en el que van a vivir, no puedes seguir diciendo yo no soy tecnóloga, a mí no me gustan los robots o yo esto no lo haría porque no tendría sentido.
P. Has realizado proyectos de educación relacionados con el cine, como por ejemplo con “Los chicos del coro”, entonces ¿Cómo podría ser el cine una herramienta educativa para enseñar sobre robótica, IA…?
R. Realmente lo llevamos haciendo desde hace muchos años, pero este año os doy una primicia. Hemos sacado una colección especial dentro de la plataforma A Contra+ que es la colección Steam, y va a tener “Autómata” -que es de Antonio Banderas y que lo asesoró Concha Monje-, va a estar “Un amigo para Frank” que es una película muy bonita también. Además hemos sacado otra que es más abierta, no es tanto robot, pero sí de ciencia que es “Volando juntos”, para primaria; también va “Conversaciones con un mono”; va Madame Curie e iremos incrementando. Y luego vamos a hacer un documental de mujeres por África que narra las vidas logradas con las becas que da la fundación de Mujeres por África para científicas africanas que vienen a España. Ellas hacen investigaciones que luego devuelven a su país, por ejemplo. Luego hay una plataforma que acabamos de encontrar, que nos han llamado, que es una plataforma de documentales estupendísima que es el director del festival de documentación de Barcelona de toda la vida. La ha creado con fragmentos y con documentales -muchos de robótica-, y ya van muy encauzados para que se pueda trabajar y lo va a ofrecer gratuitamente durante un año, o sea que sí que hay muchas cosas; y ahora mismo en este año recomiendo y sobre todo a la gente joven que vea la película “Justicia artificial” porque abre un montón de debates. O sea que estamos haciendo en la línea que tenga que ver con la parte de Ciencia, pero en vez de hacer la película en sí hacemos los debates con gente que tenga que ver con la ciencia, porque no es igual verla sólo con el cineasta que verla con gente de ciencia, entonces mezclamos las discusiones que hacemos con expertos en esos temas.
P. ¿Qué problemas podría causar en la sociedad el hecho de que mucha gente no entienda bien la robótica del futuro?
R. Pues pasa lo mismo con cualquier cosa cultural nueva; quiero decir, un hecho cultural solamente lo puedes cambiar cuando tienes conocimiento y divulgación rigurosa, científica y adecuada, entonces lo que nos falta ahora son relatos audiovisuales para contar el mundo en el que vivimos. Lo que estamos es carentes de relatos, pero además los relatos de hoy ya no valen pasado mañana; es decir, tenemos que aprender a ser buenos contadores de historias, que no es ni más ni menos de lo que se hacía antes alrededor del fuego, sino que ahora se hacen con otros medios. Hemos perdido esa capacidad de contarnos las historias bien contadas unos a otros y quererlas, es un poco por ahí por donde habría que ir, ¿no?
P. ¿Cómo crees que las actividades y talleres de esta semana de la robótica podrían beneficiar a las personas que vengan o quizás hay algún taller que a ti te llame mucho la atención o que quieras recomendar?
R. Más que recomendar… yo recomiendo el paseo por los talleres porque eso te hace una estética, lo que yo digo siempre, la ética y la estética. Cuando tú te acostumbras por el ojo a ver determinadas cosas pues empiezas como a verlo normal o te surgen ideas o te sugieren o qué se podría hacer. Entonces en estos talleres siempre que están tan juntos, no es que me voy a una habitación y me cierro, sino que de alguna manera puedes estar interactuando con todos… lo que supone es una estética del mundo actual por donde se puede caminar.
P. ¿Has notado algún cambio en el nivel de interés de los participantes a lo largo de los años?
R. Mucho. Ahora ya hay muchas cosas implementadas. Acabamos de publicar el calendario que publicamos todos los años y este año apuntamos alto, este año va con la IA, y os doy una primicia que aún no sabe nadie todavía: He conseguido, con una enorme suerte, porque el parlamento acaba de publicar una comisión de ciencia que surgió a raíz de Twitter, de científicos que decían que había que asesorar al parlamento. Pues la comisión de ciencia del parlamento ha reunido a una serie de expertos para hacer el documento marco que han sacado ahora, el informe de IA y educación. Pues participantes de eso en la semana del 18 al 25 en la que cada día hay una propuesta de actividades, además vamos a tener un hilo sorpresa cada día de uno de los expertos que están con este tema, entonces harán en ese hilo de Twitter ideas, reflexiones, recomendaciones… de usuarios normales y corrientes para perder el miedo para que ya no vaya alejado el informe que sale del parlamento con lo que está pasando en la sociedad, con el valle inquietante que es uno de los términos que a mí me encanta ahora que yo recomendaría que la gente investigue en Wikipedia “valle inquietante”, que es lo que nos está pasando, ese concepto científico que lo oyes y dices “¿Eso qué será?” es lo que tenemos ahora mismo con la IA.
P. ¿Qué consejos le darías a las personas jóvenes que estén interesadas en iniciarse en este mundo de la robótica o que no sepan por dónde empezar?
R. Lo que yo voy a dar sería un consejo para los que no quieren, para aquel que dice “Yo no sé”. Yo les pondría un relato audiovisual, una buena novela, algo que fuera de su interés, o les llevaría a un taller que realmente merezca la pena, de estos rápidos donde por lo menos empiezas a conocer, porque no es cierto que no sepamos nada, lo que pasa es que el sistema no nos deja expresar hasta dónde sabemos o hasta dónde tenemos porque mucho de lo que sería el inconsciente colectivo sin que tú quieras… hay vocabulario, expresiones y formas que han entrado a formar parte de nuestro ADN y no nos damos cuenta, porque en el teléfono móvil estamos haciendo mil cosas con IA, con tecnología, con aplicaciones… que ya lo tenemos. Entonces no puedes decir “No me gusta”, si lo estás usando, no es tu afición, pero lo estás usando. De alguna manera es ese enfrentamiento de parar y decir: “Anda, esto no me había dado cuenta que yo ya lo estaba haciendo”. Eso sería un poco la recomendación porque ahora mismo en la red tienes de todo, hay mil maneras, pero claro te puedes intoxicar, yo primero diría “Párate, piensa y especialízate solo en buscar en aquella parte que te haya llamado la atención”.