Los estereotipos están cada vez más presentes en nuestra sociedad debido principalmente a las redes sociales.
Autor: Diego Fau
El uso intensivo de las redes sociales en los jóvenes tiene cada vez un mayor impacto sobre la salud mental. Los estereotipos que proyectan algunos influencers hacen que inconscientemente nos estemos comparando con los demás, aunque en la mayoría de los casos la imagen que se proyecta en Internet no es la real. Y no es sólo un problema para los jóvenes, sino que también genera problemas en adultos.
Un caso reciente es el del cantante español Alejandro Sanz, que en una entrevista en BBC Mundo contó que tuvo que dejar la música durante un tiempo porque sentía que estaba demasiado pendiente de todo lo que decían de él a través de las redes. Y eso le provocaba la inseguridad de tener que cumplir las expectativas que la sociedad mantenía sobre él.
Hay varias clases de estereotipos, pero uno de los más presentes en las redes sociales es el relacionado con el estilo de vida. Este estereotipo nos hace creer que una vida perfecta debe contener una serie de elementos o de rutinas como podrían ser tener ropa de marca, cenar casi todos los días fuera de casa, viajar frecuentemente, entre otros.
Este estereotipo se produce debido a que normalmente los usuarios solamente comparten las experiencias de su vida que muestran el mejor momento del día o de la semana, y rara vez se muestran los problemas cotidianos. Esto hace que muchas personas se sientan mal consigo mismas al no poder tener la misma vida que ven en las redes sociales y produce frustración al compararse con estas imágenes idealizadas. Al fin y al cabo, las redes sociales promueven una comparación constante con los demás y con lo que muestran o poseen: un móvil mejor que el tuyo, ropa de una marca a la que una persona de clase media no puede acceder, etc.
Este estereotipo afecta sobre todo a los más jóvenes, según el estudio Ocio digital y Redes sociales elaborado por la fundación Fad Juventud en 2023 el 98’9% de los jóvenes tiene un perfil en redes sociales y lo emplea a diario.
En definitiva, los estereotipos en las redes sociales crean continuamente una realidad distorsionada que impacta de manera muy negativa sobre la salud mental. Y, por tanto, es clave impulsar un uso crítico y consciente de estas aplicaciones, promoviendo mostrar la realidad de la vida diaria. Solo de esta forma podremos llegar a contrarrestar todos los efectos negativos de estas imágenes idealizadas y lograr tener una sociedad más sana y equilibrada.
