– Crónica de Andrea Jiménez y Silvia Rived –
La 35º edición de los Premios Goya, los premios más importantes del cine español, ha sido muy diferente. Una gala marcada por el coronavirus y la soledad -poco más de una treintena de personas han podido asistir de manera presencial a la cita celebrada este sábado en Málaga-, y por unos reconocimientos que, vía Google Meet, Zoom o como quiera que sea, han llegado a Aragón gracias a Pilar Palomero y ‘sus niñas’.
Gala excepcional con reparto de excepción: como presentadores, María Casado y un Antonio Banderas magnífico que ha homenajeado en su primer discurso a las víctimas del coronavirus y a todas las personas que conforman la escena cinematográfica española. Pedro Almodóvar, Penélope Cruz, Juan Antonio Bayona y Paz Vega, entre otros, han sido los encargados de entregar los premios a los galardonados de manera telemática. Todo ha cambiado este año: los 166 nominados han abierto las puertas de sus casas para la gala, vestidos para la ocasión, naturales, rodeados de su familia o compañeros a la espera de escuchar sus nombres como ganadores de un Goya.
La gala de las sorpresas ha empezado con eso, con sorpresa. ‘Akelarre’, la película sobre la brujería en 1600, se ha llevado tres de las cuatro primeras categorías. La película que partía con más candidaturas, ‘Adú’, y que se esperaba que fuese la gran galardonada de la noche, ha visto cómo en poco tiempo ‘Akelarre’ le quitaba el protagonismo. Los galardones volaban en una gala más rápida de lo que estamos acostumbrados y, en cambio, con menos espectáculo que nunca. Nathy Peluso, Vanessa Martín, Diana Navarro y Aitana, han sido las encargadas de la parte musical de una ceremonia en la que, cómo no, ha brillado con luz propia Ángela Molina. La actriz ha recibido el Goya de Honor como reconocimiento a sus 47 años de trayectoria profesional.
La veteranía de la gran dama del cine español en la noche de una directora novel, de nuestra directora novel. Pilar Palomero, por ‘Las Niñas’, ha reunido una colección de estatuillas para convertirse en la gran triunfadora de esta edición. ‘Las Niñas’ es la mejor película del año, el mejor guion original, la mejor dirección novel y la mejor dirección de fotografía. Han podido ser todavía más, pero los cuatro ‘cabezones’ constatan que la mirada de Palomero sobre la educación de los noventa es la cinta del año. Gran noticia para ella, y gran noticia para el cine aragonés, una reivindicación de que en esta tierra hay talento de sobra, y por el cual hay que apostar.
Ha sido el año de la mujer en los Goya, con hitos como el de Daniela Cajías, la primera mujer que gana la mejor dirección de fotografía. Y con la fotografía sobre el escenario de Ana María Ruiz, la enfermera que ha entregado el premio a mejor película como homenaje a los sanitarios, sin olvidarse de las víctimas de la pandemia y agradeciendo al cine su capacidad curativa y de evasión. Y ha sido el año de Mario Casas. Tras años en la gran pantalla, por fin galardonado con un Goya gracias a su papel en ‘No Matarás’: el mejor actor protagonista.
La ceremonia de este año se recordará por las reivindicaciones y por los mensajes de esperanza, de fe en la cultura como salvación, como curación frente al virus. Y también, claro, por las apariciones de Tom Cruise, Dustin Hoffman, Sylvester Stallone, Mel Gibson, Emma Thompson, Charlize Theron o Melanie Griffith. Mensajes de apoyo al cine español firmados -y filmados- desde Hollywood.