Bong Joon-ho convierte en esta película la realidad social en una crítica satírica profunda pasando por el suspense, el terror y un humor negro que descubre los trasfondos más oscuros de clases sociales totalmente opuestas. Dos familias, una casa y un giro brutal que encamina el film hacia un final al que no estamos acostumbrados.
Este thriller social nos cuenta la historia de dos familias que viven realidades contrarias. La familia Kim, que hace lo que puede para ganar algo de dinero en lo más bajo de la pirámide, va subiendo escalones de mentiras para llegar a la cima. Gracias a un amigo de Ki-woo (Choi Woo-shiki), estos “parásitos” consiguen entrar en la casa de la familia Park: adinerados, sofisticados y necesitados (sin saberlo) de una ayuda de calidad falsa.
La mansión, además de convertirse en un segundo hogar para los Kim, se nos presenta como un personaje más. A lo largo del film vamos conociendo a cada uno de ellos, y es la casa quien recopila sus secretos. Los protagonistas sufren una inversión de roles que parece asentarse pero que realmente nunca llega a hacerlo.
Hay dos metáforas que considero esenciales para marcar ese sueño “de pobres” que nunca se transforma en realidad: las escaleras y el olor. En un momento de huida de Ki-woo, su hermana y su padre, el director de la película nos recuerda tanto a los espectadores como a los propios personajes que su status social sigue perteneciendo a lo más bajo. Las escaleras descendentes son interminables desde que salen de la maravillosa casa. Bajan y bajan sin llegar nunca al final. Una escena que termina en la resignación de Ki-jeong (Park So-dam) fumándose un cigarrillo en su baño inundado, sin expresión en su rostro.
Por su parte, el mal olor es el otro factor clave que será muy importante para la culminación de la película. KimKi-taek (Song Kang-ho), como padre, quiere huir del sentimiento de inferioridad al que está destinada su familia. Sin embargo, el olor que lleva integrado él y el resto de los suyos no hace más que sumirlo en la más absoluta humillación respecto a la familia Park. Esta confrontación se refleja en las constantes muecas de asco hacia él por parte de la pareja Park.
La fotografía de Hong Kyung-pyo es brillante. La composición de cada plano está perfectamente pensada y bien calculada para aprovechar todos los recursos y espacios de la imagen. La brillante sucesión de estos planos otorga a la película una dimensión ética y un acelerón en el pecho que acecha al espectador hasta el último minuto.
Una tensión que se mezcla con una dura comedia y un terror agobiante mediante una espectacular armonía de tonos que me hace dudar sobre el género al que pertenece la película. Una obra maestra merecedora del Oscar por su capacidad de reflejar una realidad tan cruda a través de una sátira y la violencia inesperada que se desencadena por el regreso de un personaje. Siempre habrá alguien más abajo en el escalafón con ganas de justicia.
Ficha técnica
Título: Parásitos (Parasite)
Dirección: Bong Joon-ho
Actores principales: Song Kang-ho, Lee Sun-kyun, Cho Yeo-jeong, Choi Woo-shik, Park So-dam, Jung Ji-so
Duración: 132 minutos
Exhibición: Cine
Premios (entre otros): Palma de Oro en el Festival de Cannes, Globo de Oro a la mejor película extranjera, Oscar a la mejor película, mejor director y mejor guion original, Premio BAFTA a mejor película de habla no inglesa
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Autora: Elena Álvarez
Editora: Andrea Aragón
Redactora jefe: Andrea Aragón
