Autora: María Melús Sierra.
El gigante del comercio electrónico da un paso más y lanza de Amazon Pharmacy, su primera farmacia digital. Un gran avance para muchos, pero que a la vez provoca cierto escepticismo. Y tú, ¿te atreverías a comprar un medicamento por Amazon?
Han pasado más de 25 años desde que Jeff Bezos fundó Amazon, convirtiéndose, por aquel entonces, en una pionera librería digital. Durante este tiempo, la plataforma, ha ido incorporando nuevos productos a su lista, como ropa, muebles, dispositivos electrónicos, productos de alimentación, e incluso ha creado un gran supermercado mundial, donde permite a miles de vendedores ofrecer sus productos a través de Amazon Marketplace. En la actualidad es una de las grandes empresas transnacionales con sus 280.522 billones de dólares en ingresos y más de un millón de empleados el año 2019. Y también por tercer año consecutivo la empresa de la sonrisa es la primera del mundo en valor de marca: 415.855 millones de dólares.
Pero al gigante del comercio electrónico le faltaba un importante negocio: la venta de medicamentos. Amazon ha inaugurado este mes de noviembre su primera farmacia digital en Estados Unidos, que permite a los usuarios adquirir por Internet medicamentos con receta. Los clientes pueden comprar directamente los fármacos y recibirlos de manera gratuita en un plazo de dos días. Además, los usuarios pueden pagar con su seguro médico, y aquellos que no lo utilicen pueden disrutar de descuentos de hasta un 80% en medicamentos genéricos y del 40% en los de marca.
El nuevo servicio que ofrece la compañía proporciona a los usuarios la posibilidad de contactar con un farmacéutico, así como de crear un perfil seguro para introducir datos de su historial medico. Aunque en tiempos de Big Data, compartir datos sanitarios con Amazon puede suponer un gran peligro. Amazon almacena, procesa y analiza los datos de nuestro perfil, pero esto puede generar riesgos desde el punto de vista de la privacidad y la seguridad de una información tan sensible. Y gracias a las técnicas del big data es previsible que Amazon sea en pocos años la corporación privada no sanitaria que tenga el mayor conocimiento del estado de la salud de los norteamericanos.
PILLPACK YA ERA PROPIEDAD DE AMAZON
Hace dos años, Amazon compró por 753 millones de dólares una de las mayores farmacias online de Estados Unidos: la compañía farmacéutica PillPack. Esto sembró sospechas en algunos estadounidenses, e hizo que muchas farmacias de venta en tienda se vieran amenazadas por el avance de los gigantes de Internet, como Amazon. Sin embargo, no ha sido hasta este mes que Amazon se ha adentrado de lleno en la industria farmacéutica, saldando así, una de las pocas carencias que faltaban en su amplia oferta.
La irrupción de Amazon en el negocio de la salud en Estados Unidos ha revolucionado un país, donde el sector sanitario se encuentra en manos del mercado. Si a esto sumamos, la comodidad que implica, en plena crisis del coronavirus, recibir medicamentos en menos de dos días en la propia puerta de tu casa, estamos claramente ante una amenaza a las farmacias de antaño. Amazon ha abierto un nuevo capítulo en su lucha por el mercado del comercio minorista con sus grandes competidores como Walmart, ya que muchas farmacias se encuentran en grandes superficies comerciales.
RECHAZO A LA FARMACIA ONLINE DE AMAZON EN ESPAÑA
En España es inviable, por el momento, trasladar el modelo de farmacia de Amazon. La venta de medicamentos sujetos a prescripción médica por medios telemáticos no está permitida en nuestro país. A corto plazo resulta muy improbable poder ofrecer este servicio comercial en nuestro país, pero quizá en un futuro se convierta en algo habitual.
El tema ha ocasionado múltiples debates en las redes sociales. Hay quienes defienden la iniciativa de Amazon y quienes la critican profundamente. Pero si algo resulta evidente es la gran cantidad de dudas que ha generado la noticia, “¿qué pasará con nuestras farmacias de toda la vida? ¿incrementará el consumo de medicamentos por encima de la necesidad real?” preguntaban algunos usuarios de la red social Twitter.
Vivimos en una época donde las nuevas tecnologías irrumpen en nuestras vidas, generando cierta incertidumbre y escepticismo. Lo que ahora nos resulta extraño o inadmisible, en un futuro lo veremos completamente normal, como ocurrió con las primeras compras por Internet. La venta de productos alimenticios frescos o de dispositivos electrónicos sin asesoramiento profesional provocaba una gran desconfianza en el consumidor, pero con el tiempo esta ha ido disminuyendo y las personas que realizan sus compras a través de la red aumentan sin cesar. Si ya compramos cosas tan variadas y de consumo cotidiano por Internet, y entre ellas multitud de productos para la salud, ¿por qué no medicamentos?