Texto y fotografía: Víctor Bravo Montaner.
El tradicional Día del Libro ha vuelto a la normalidad este 23 de abril y es que “había muchas ganas”, como reconoce un expositor. “Necesitaba ver, tocar, oler los libros y escuchar las recomendaciones de los libreros”, cuenta una compradora a la que la lluvia y el frío de la tarde no le impidieron pasear por los más de 90 puestos que ocupaban el zaragozano paseo de la Independencia.
El Día Internacional del Libro comenzó a celebrarse en 1988, promovido por la UNESCO. Para Javier Lahoz, responsable de Librería Central, se ha convertido en “todo un día festivo”. “Es un día en el que reivindicamos la lectura y los libros y nos damos a conocer a la gente de la calle”, desarrolla la poetisa Amparo Sanz. Una jornada que coincide, además, con el día en que Aragón conmemora su patrón San Jorge, que derrotó a un dragón. En palabras del escritor aragonés Juan Bolea, esta coincidencia es: “Doblemente emocionante”.
Tras la suspensión de 2020 y una atípica edición en 2021, que se celebró con aforo reducido en el parque José Antonio Labordeta, el reencuentro de lectores con los más de 200 escritores invitados desprende alegría. “Siento mucha alegría y esperanza por retomar el contacto directo con los lectores tras la pandemia y, al mismo tiempo, me doy cuenta de lo importante que es la relación humana, presencial y directa”, admite Bolea.
Novelas, poesías, ensayos, cómics… para niños, adolescentes o adultos. En definitiva, miles de relatos en los que sumergirse que salen a las calles seleccionados por libreros y editores. “Hacer la selección es muy difícil, en ocasiones te piden libros que justo no has traído, por ello intentamos venir con lo más conocido y lo más mediático, pero también con escritores aragoneses”, relata Javier Lahoz de Librería Central. Aunque no siempre es posible acertar, ni entre los 3.000 ejemplares que trae la librería Siglo XXI se encontraba el que andaba buscando Elena. Para ella, el día ha sido “un poco fiasco”.
Los más vendidos
Algunos de los más vendidos han sido “Sira” de María Dueñas, “El peligro de estar cuerda” de Rosa Montero o “Roma soy yo”, el último libro publicado de Santiago Posteguillo. Los autores aragoneses no se han quedado atrás “porque tienen una relación muy cercana con el público”, explica Lahoz. Los más vendidos: “Matar al rey” de José Luis Corral, “El nido de la araña” de María frisa o “Peregrinas” de Joaquín Berges.
Gran afluencia de personas
El flujo de personas ha sido constante durante toda la jornada, que comenzaba a las 9:30 de la mañana y se ha clausurado a las 21:30H, ya sin apenas luz. Las largas colas para las firmas se repitieron a lo largo de todo el día. Más de 20 minutos de fila para encontrarse con la periodista Nieves Herrero, que ha causado gran expectación con su libro “El joyero de la reina”. Eduardo Orihuela, vendedor de la librería Siglo XXI, valora positivamente la asistencia, teniendo en cuenta que “el tiempo no ha acompañado”. En el caso de su tienda, las ventas del Día del Libro equivalen a las de todo el mes de febrero.
“¡Hay tanta gente que no puedes ni acercarte!”, exclama una compradora que no puede acceder al expositor. Este hecho ha sorprendido a Lucía y Andrea, dos estudiantes de la Universidad de Zaragoza que acudían al Día del Libro por primera vez y “sin ninguna expectativa”. Ambas han terminado comprando un ejemplar y se marchan con “alguno apuntado para otra ocasión”. Lo cierto es que pocas personas conciben este día como una simple muestra, así lo defiende Lahoz: “El Día del Libro no se entiende si no te llevas un libro a casa”.
Entre el público nuevo también encontramos adeptos que no se pierden ni una edición, como Marisol, que lleva más de 8 años viniendo ininterrumpidamente desde Alagón. Lleva una abultada bolsa colgada del hombro de la que sobresale alguno de los 6.000 claveles que se han repartido. En la mano porta varias bolsas de la librería París junto con una lista en la que resaltan algunos títulos y autores. Este año ha comprado “poquicos”. Que ella recuerde, se lleva ocho y ha encargado dos. “Contaba con un presupuesto de unos 100 euros, pero me he pasado”, afirma mientras sonríe.
“El Día del Libro sirve también para reivindicar la importancia del librero”, según el responsable de la Siglo XXI. Y es que el contacto entre librero y lector es clave en la venta: “Hemos tenido la oportunidad de hablar con personas que saben de libros y nos dejamos llevar por su criterio”, comentan Lucía y Andrea. “Internet no te recomienda nada, comprar en físico es más bonito”, concluye Marisol.