Entrevista realizada por Marta Moreno
Francisco José Galán Calvo, nacido en Zaragoza, comenzó sus estudios en el año 1989 siendo en 1992 diplomado en Trabajo Social en la Universidad de Zaragoza. Desde entonces, no ha dejado de trabajar en lo que le apasiona y ha seguido formándose en el ámbito de la psicología, antropología y el análisis de problemas sociales. Actualmente, es profesor asociado de varias asignaturas en el Grado de Trabajo Social de la Universidad de Zaragoza, además de colaborador docente en el Máster de Trabajo Social psiquiátrico. Debido a su disciplina ayudando a las personas que más lo necesitan, pertenece a la dirección técnica de Salud Mental de la Fundación Rey Ardid y es secretario de la Patronal Aragonesa de la Discapacidad. Su esfuerzo por el crecimiento de la igualdad y su dedicación durante estos años han hecho que Francisco reciba la medalla al mérito de Protección Civil 2020 en Zaragoza como representante de la Plataforma del Tercer Sector de Aragón. En esta entrevista, nos cuenta toda su trayectoria profesional y nos explica cómo es su ámbito de trabajo.
Has recibido la Medalla al mérito de Protección Civil 2020 en representación de la Plataforma del Tercer Sector de Aragón, de la que eres presidente. ¿Puedes explicar como llegaste a ser presidente de esta plataforma?
Yo llegué a la Plataforma del Tercer Sector porque formaba parte de la Coordinadora Aragonesa de Voluntariado, que es la entidad que hace que las personas voluntarias de la comunidad autónoma puedan echar una mano en aquellos proyectos destinados al transporte sanitario o a la ayuda que necesitan las personas con una situación económica, laboral o social un tanto difícil. En el año 2012 se decidió construir esta plataforma de plataformas al estilo de la que ya existe en Madrid, la cual se fundó en el año 2011. La Plataforma del Tercer Sector de Aragón es una entidad que a su vez incluye otras plataformas dedicadas a la atención de personas con algún tipo de dificultad o a proveer servicios para que estas personas puedan disponer de unas condiciones favorables y una situación mejor.
El premio homenajea a las más de 35.000 personas que son voluntarias en Aragón y a sus 1.515 organizaciones, así como el trabajo que habéis llevado a cabo estos meses complicados por las personas más vulnerables. ¿Qué ha significado este premio para ti?
Para mí, es una gran alegría poder estar presidiendo una plataforma que es reconocida por las administraciones y por el gobierno. Como trabajador social que te reconozcan como representante en los momentos tan complicados que tuvimos el año pasado y que todavía seguimos teniendo es una cuestión que para mi condición personal y vital produce una gran satisfacción. Este tipo de actos hace que la sociedad en general pueda conocer una labor que es imprescindible, a la que nos dedicamos en cuerpo y alma para que haya mayor igualdad y una situación de solidaridad con aquellas personas que lo tienen más difícil o que lo pasan mal porque carecen de los recursos que podemos disponer los demás. También, quiero concretar que cuando la Delegada de Gobierno me llamó para contármelo yo no me lo creía.
Como dijo la delegada del Gobierno de España de Aragón, Pilar Alegría: <<Gracias a la labor de los servicios públicos y a su profesionalidad durante la pandemia la situación ha sido “menos dura” y “hemos podido sobrevivir mejor”>>. ¿Cómo has vivido tú la situación en la que nos encontramos?, ¿ha sido difícil poder ayudar a las personas más vulnerables, con discapacidad o sin empleo en medio de una pandemia?
Aunque parezca mentira no ha habido muchos momentos difíciles, sino extraordinarios. Desde casa te das cuenta de que puedes hacer muchísimas cosas por los demás. Te das cuenta de que miles de personas estaban dispuestas a ayudar a niños que necesitaban material, elaborar mascarillas o incluso ayudar en la distribución de materiales en los hospitales, exponiéndose a los riesgos. Yo, por ejemplo, me acuerdo en los meses de abril y mayo del año pasado. Había un montón de personas que hacían cosas por ayudar a los demás y que se movían exclusivamente por un grupo de WhatsApp o Telegram. Cuando en una residencia necesitaban 1000 mascarillas, unas señoras trabajaban en un polígono elaborando dichas mascarillas voluntariamente para que llegaran a aquella residencia de mayores. Ha sido sorprendente lo que las personas han sido capaces de poner al servicio de los demás desde su casa. La gente ha roto ese egoísmo y esa falta de colaboración que existía. Es mucho más fácil de lo que parece.
Además de ser el presidente de la Plataforma del Tercer Sector de Aragón, eres el secretario de la Patronal Aragonesa de la Discapacidad. ¿Podrías explicar cuál es tu función en esta patronal?
Como secretario de la Patronal, lo que nosotros intentamos es que las empresas que se dedican a la atención de personas con discapacidad sean también competentes y sean capaces de dar una respuesta tanto a los trabajadores como a los derechos y las necesidades de dichas personas. Nosotros defendemos que como empresas dedicadas a la atención social todas las personas deben tener condiciones laborales adecuadas y servicios que dispongan de condiciones dignas.
En los inicios de tu carrera, ¿pensaste que podrías llegar a formar parte de estas instituciones?
Para mí era inimaginable. Lo pensabas, querías que eso se produjera, pero no tenías ninguna certeza de que aquello fuera real cuando empezamos a trabajar ya que muchas de estas instituciones no existían y han ido creándose a lo largo de todos estos años. También, algunas entidades nos las hemos inventado los que trabajábamos en este ámbito. Por ejemplo, la Coordinadora de Voluntariado no nos la inventamos, pero era una entidad que estaba sin ningún tipo de actividad y fuimos algunos profesionales los que la reactivamos. Por lo tanto, es un orgullo que este funcionamiento haya llegado hasta aquí y pueda servir para ayudar a los demás.
¿Qué es para ti tu trabajo?
Mi trabajo es un reto constante que produce gran satisfacción. Cada día tienes que encontrar las maneras en las que dar respuesta a las múltiples necesidades de las personas. Es algo con lo que te tienes que sentir vivo. Tienes que dejarlo como un legado para que los que vengan después entiendan que ayudar a las personas con dificultades es algo que no se paga con el dinero de un sueldo, sino que se paga con la satisfacción de poder dormir bien y tranquilo todos los días.
También perteneces a la dirección técnica de Salud Mental de la Fundación Rey Ardid. Para quien no lo sepa, ¿cuál es el objetivo de esta fundación?
Desde hace muy poco he pasado a ser Director Técnico del área de Salud Mental, en la que desempeño mi puesto de trabajo principal. Allí, nos dedicamos a tratar a personas que tienen problemas de salud mental y personas mayores. En la comunidad autónoma de Aragón disponemos de toda una serie de dispositivos orientados a la rehabilitación de estas personas y los ancianos. No se trata solo de que seamos nosotros los que encontremos la formula para resolver la atención psicosocial de una persona con problemas de salud mental, sino para que los otros se inspiren en nuestros modelos y puedan trabajar precisamente en las necesidades que pueden tener estas personas. Además de analizar las destrezas que estas personas deben tener para resolver los problemas, yo tengo que coordinar la labor técnica de un equipo muy importante de profesionales, psiquiatras, psicólogos, trabajadores sociales, terapeutas, enfermeros, monitores, auxiliares, etc.
En el punto en el que nos encontramos, ¿cómo ves el fututo de todas estas instituciones? ¿Crees que pueden seguir creciendo?
Creo que en los próximos años estas entidades más que crecer se van a consolidar y a coordinar mucho más de lo que lo hacen en estos momentos. Van a conseguir un reconocimiento social mucho más importante del que tenían hasta ahora ya que la atención a las personas es algo muy importante. Por ejemplo, sin ellas, no tendríamos buenos profesores o trabajadores. En conclusión, no tendríamos una sociedad justa.
