– Crónica e imágenes: Nerea Gómez y Silvia Rived –
El humor y la bondad de Dani Rovira inundaron este pasado miércoles la sesión número 202 del ciclo “La Buena Estrella”, que desde noviembre se celebra de forma virtual. En esta ocasión, Luis Alegre se encontraba con una de las personas más populares y queridas de nuestro país, Dani Rovira. El actor y comediante no necesita ahora presentación. Situación diferente la suya si la comparamos con su visita al coloquio en 2014, cuando todavía no había alcanzado el boom por 8 Apellidos Vascos. Por aquel entonces, no sabía cómo llevar la fama y todavía necesitaba introducción. Ahora, se siente mucho más tranquilo y seguro, como si hablara con un amigo en la intimidad. De esta forma, Rovira y Luis Alegre nos concedieron una charla distendida sobre sus nuevos proyectos profesionales y personales, conversación a la que se unieron Paola García Costas, Antonio Resines y Encarni Corrales.
“Odio” -así se llama su nuevo proyecto con el que se puede disfrutar en Netflix y que vuelve al Teatro Gran Vía de Madrid- es un autorretrato que concentra su manera de afrontar el mundo y la vida, y en el que aporta su visión más sincera sobre las personas en estos tiempos. Rovira confiesa que es ahora cuando más sentido cobra este monólogo, que lleva escrito más de tres años. La acogida se engrandece con las dificultades que tuvieron para grabar el documental: cambios de horario, confinamientos, toque de queda y un mal momento físico y mental. Incluso, admite que pensó en tirar la toalla. Pero, si por algo se caracteriza Dani Rovira es por no rendirse jamás. También esta vez logró sacar la fuerza para seguir adelante y convirtió el espectáculo en una celebración tanto para él, como para el público que asistió.
El cómico afronta una nueva etapa tras superar un linfoma de Hodgkin durante la pandemia, enfermedad a la que agradece haberle cambiado la mirada ante el mundo. Habla Dani Rovira de exprimir la vida todo lo posible, “baila hasta que se acabe la música” y recuerda a Pau Donés, Mikel Robinson o Aless Lequio, que, durante el mismo periodo, por desgracia, no pudieron ganar la lucha.
Otra de las situaciones donde más expuesto ha estado fue durante la grabación del documental “Todos los caminos”, un proyecto para dar visibilidad a una enfermedad rara como el síndrome de Rett y en el que recorre 1.500 kilómetros en bicicleta. Ha sido aquí cuando Paola García, directora del film, se ha unido a la charla. Ambos han contado el trágico accidente que sufrieron los protagonistas durante el rodaje cuando fueron arrollados por un coche.
También podemos ver al cómico cada semana en “La noche D”, programa que presenta en TVE junto con Antonio Resines, que se presentó por sorpresa en la conversación entre Rovira y Luis Alegre. Para hablar, y para bromear: los constantes piques entre ellos mostraron su gran complicidad, propia de unos buenos amigos.
Dani Rovira reconoce que, pese a todo, se siente afortunado y agradecido a la vida, por haber podido salir adelante y por hacer lo que le gusta. Tanto es así que cuando su compañera Paola le pregunta qué le gustaría hacer responde que quiere seguir con lo que hace. Tener un equilibrio y tener la libertad de probar cosas. Espectáculos propios, películas, píldoras de radio, televisión, etc. Además de, personalmente, mantener la costumbre de quedar con sus amigos 3 o 4 veces por semana. Lo único que el malagueño cambiaría es la autoayuda, es decir, cuidarse y mimarse más.
Luis Buñuel decía: “un día sin reír es un día perdido” y con Dani es imposible perder un día. Con esta alusión y la promesa de verse los cuatro en persona antes de fin de año, terminó un coloquio humano y sincero sin olvidar el humor innato del protagonista.
