Andrea Vilallonga siembra optimismo y buenas sensaciones. Ella es comunicadora, ponente y profesora en programas de televisión como Operación Triunfo. Ahora ha decidido plasmar todos sus pensamientos, enseñanzas y consejos en el libro #Mírate. En él habla sobre reconocer lo que ven los demás en nosotros. El pasado 18 de diciembre lo presentó en Zaragoza y compartimos unos minutos con ella.
¿Por qué decidiste escribir este libro?
Me propuse escribir este libro porque ya hace 15 años que me dedico al mundo de la imagen y de la comunicación. Quería explicar que la imagen no solo es la parte superficial que se ve, si no que hay tres pilares fundamentales. En primer lugar, tendríamos que hablar de la imagen externa, o sea, lo que se ve. Pero no la parte de belleza, sino la parte de “esto es lo que te han dado tus padres y hay que aceptarlo”. Es un poco la primera impresión que transmitimos a los demás. El segundo pilar sería la expresión que se tiene y cómo se mueve. Y, por último, el tercero sería la aptitud, cómo lo vives tú. Entonces, yo como he hecho asesoría de imagen, con muchos clientes, me he dado cuenta de que el primer pilar preocupaba. Por eso me animé a escribir el libro. Cuando hablamos de imagen no hablamos de estar guapos o estar feos, sino de tener presencia.
¿Hay alguno de estos factores que has dicho que es más importante que los otros dos?
En absoluto. Todos son igual de importantes, lo único que llegan en momentos distintos. La imagen es lo que se ve, lo primero. La opinión de los demás se basa siempre en lo que se ve. Es triste, pero es así. Entonces todos los prejuicios y las expectativas visuales que tenemos cuando vemos a alguien, se confirman o no con las dos siguientes. Lo difícil muchas veces es entender que lo que tú ves en los demás no es realmente todo lo que es esa persona. ¿Sabes lo típico que dicen de “cuando te conocí me caíste fatal”? Eso es un aprendizaje que nadie nos dice. Nos enseñan a comunicar bien, a tener una buena actitud, a cambiar nuestro aspecto, inteligencia emocional…, pero no nos enseñan a entender lo que ven los demás. Para mí es un factor importante dentro de nosotros porque cuando yo entiendo que es lo que ven los demás cuando me ven por primera vez, puedo proteger mi autoestima y aumentar mi influencia. Cuando yo me di cuenta de que toda la vida me habían visto borde porque tengo el pómulo muy marcado, soy un poco alta y camino muy erguida, entendí que no era borde, sino que solo lo parecía. Eso es un bálsamo para el alma. Lo que explico es cómo identificar eso que ven los demás.
¿La primera impresión cuenta y puede cambiar?
Mucho, aunque a mí la palabra cambiar no me gusta. Prefiero hablar de evolucionar y de llevar las cosas hacia el objetivo que tú quieres. El problema es cuando tenemos un conflicto de comunicación y hay algo fuera que no es igual a lo que hay dentro. Lo que podemos hacer es intentar encajar las piezas de una manera más coherente para que tú te sientas más segura y tengas más credibilidad, pero cambiar, ¿para qué? Es lo que hay, somos así y nos tenemos que querer.
¿Qué consejo le darías a alguien que, en principio, puede ser muy tímido y parecer desagradable y que sabe que lo es pero no puede cambiarlo?
Todo se trabaja. Tú puedes trabajar el cómo mueves el cuerpo, tu actitud y cosas externas. En mi caso, que tengo una imagen dura, lo que hice fue cortarme el pelo sin saber que esto endurecía todavía más las facciones que yo tenía. Un día me caí por la calle y no me recogió nadie. Cuando entendí cómo me veían los demás, me lo dejé largo. Hay que pensar qué elementos externos como la indumentaria o el cabello podemos utilizar a nuestro favor para que la gente cuando nos vea no se asuste tanto. También hay segundas partes que responden a la pregunta de para qué voy a cambiar algo si me encanta… Aquí hay que entender que, cuando los demás reaccionen de una manera contundente, a mí no me afecte. No es tanto el cambiar, sino el saber lo que dicen o hacen los demás cuando te ven. Eso es lo que tú proyectas.
Entonces también estás aconsejando que la gente se tiene que querer…
Claro, todo el rato. Nos tenemos que aceptar y luego querer. Yo tengo una frase : ‘Acepta lo que ves, quiere lo que eres’. Todo empieza por un ‘no pasa nada’. Yo no soy de moda, de belleza o de maquillaje. Para mí lo importante es saber qué comunicas. Siempre pregunto en las ponencias qué pensaron la primera vez que escucharon su voz en un vídeo o audio, a lo que respondo que es normal que nos sorprenda porque nosotros escuchamos la voz desde dentro. Lo peor no es que notes que suena mal por el vídeo, sino que tomes conciencia de que la realidad es esa escucha. El mensaje está ahí. Tú te puedes escuchar muy dulce y desde fuera parecer lo contrario, entonces cada uno tiene que ser conocedor de esto y aceptarlo.
¿Podemos encontrar los consejos que dabas en Operación Triunfo o en tus charlas en el libro?
Sí, totalmente. Doy muchos ejercicios y muchas cositas para quien lo quiera usar y poner en práctica.
Me gustaría hablar de las redes sociales y de un tweet que pusiste hace poco…
Qué pasada. A mí no me pasó nada, pero últimamente hay mucha polémica con algunos chicos de OT y yo los quiero mucho. Me sabe mal porque son chavales, entonces lo puse.
¿Por qué crees que hay tanto odio?
El factor principal del odio en Twitter es el anonimato. No hay más. Si los pusieras delante de las personas, los haters desaparecerían. Para mí dar nuestra opinión es muy importante porque tenemos que luchar por la libertad de expresión, pero tú no puedes faltarles el respeto a las personas. Hay una diferencia muy grande entre un ‘no recomiendo este libro porque no me ha aportado nada’ y un ‘esto es una mierda, que se muera ya la de OT’. Ahí no, por ahí no paso. Lo segundo está en que es muy fácil criticar cuando tú no lo has intentado. Es muy sencillo hablar, juzgar una profesión desde la ignorancia. Además, cada vez nos estamos volviendo menos empáticos. La empatía y la educación se están perdiendo. Puede no gustarte algo, pero ten respeto hacia la persona. Eso pido.
¿Hay envidia también?
Hay mucha envidia, sí. Si hablamos de Operación Triunfo, también estaríamos hablando de un público muy joven que hay que conocer. Esta audiencia no suele tener tanta paciencia y suelen estar on fire con todo. Creo que, desgraciadamente para los chavales de OT, cuando te aman, te aman demasiado y, cuando no, vienen los problemas. A mí me preocupan más los haters mayores, la verdad. No entiendo cómo justifican estos odios. Hay falta de empatía, falta de respeto, cobardía y anonimato.
Y ya, hablando de OT… ¿Vas a estar en la próxima edición?
No puedo decir nada. No lo sé, pero ojalá. Si lo supiera os daría una señal, pero lo suelen decir en el último momento, sobre todo, para los profesores que vamos puntualmente.
Entrevista y fotografías de Naiare Rodríguez y Ana Calvo