Álvaro Lombardo, estudiante de DADE y creador de la marca Arizona´s Eagle:
«Para conseguir apoyo en Instagram hay que ser muy constante y poner muchos hashtags»
ENTREVISTA REALIZADA POR CLARA MARÍN
Arizona´s Eagle es una de las marcas de moda zaragozanas con mayor prestigio entre los más jóvenes. Su producción, puramente española, y los valores que representan la hacen ser digna de merecer todo el éxito que ha conseguido. Actualmente cuenta con un gran apoyo en redes sociales con caras conocidas del entorno de la moda y del deporte, además de tener más de 25 mil seguidores en Instagram. Y es que si somos sinceros… serán muy pocos los adolescentes maños que no hayan oído hablar de esta marca. Zaragoza es su foco de ventas, tienen incluso una colección especial para las fiestas del Pilar, pero reciben pedidos desde todo el país. La marca tiene como creadores dos jóvenes zaragozanos, uno de ellos es Álvaro Lombardo, estudiante de DADE en la Universidad de Zaragoza. Él nos muestra un poquito más de esta gran iniciativa que se ha convertido en todo un ejemplo a seguir en cuanto a la moda de origen zaragozano.
¿Cómo surgió la idea de crear Arizona´s Eagle?
La idea surge de un trabajo académico dentro de la asignatura de Economía y Empresa de Segundo de Bachillerato. Se trataba de una presentación de clase opcional que no valía para mucho y que la mayoría de la gente hizo sobre empresas reales. Nosotros quisimos hacer una empresa ficticia y yo tenía la idea de montar algo en un futuro. Y a mi socio le pareció bien y se subió al barco.
¿Fueron difíciles los inicios?¿Necesitasteis algún tipo de fuente de financiación para comenzar este proyecto?
En cuanto a los inicios, después de terminar Selectividad y… Salou (se ríe) acabamos ese verano empezando a preparar el modelo de negocio, cómo sacarlo, preparando las cuentas de redes sociales para vender… y no necesitamos ningún tipo de financiación porque lo cierto es que montar una tienda online es muy barato. Eso sí, producir muchas cantidades de productos sí es más costosos. Tuvimos que hacer muy pocas unidades con bastante poco dinero. La inversión inicial del proyecto para financiarlo fue muy escasa, hicimos muy pocas unidades de productos que acabamos vendiendo a nuestros amigos. Es decir, unas camisetas bastante simples. Con el beneficio de esta primera tirada de camisetas acabamos invirtiéndolo todo. Fue un bucle continuo de reinversión para poder tender hacia objetivos más ambiciosos.
El sector de la moda cuenta con numerosas empresas y competencia entre ellas ¿por qué decidisteis entrar a formar parte de este mundo tan difícil y competitivo?
Es cierto que es un mercado muy competitivo. Pero un factor fundamental y clave para cualquier negocio es el hecho de partir de una estrategia plena de diferenciación. Es decir, si pretendes ir al mercado con algo novedoso y quieres que exista una marca propia necesitas diferenciarte. Que los productos o la estrategia que lleves por redes sociales sea innovadora y que te puedas distinguir de los demás, sino estás muerto. Especialmente teniendo poca financiación. En lo que se refiere a formar parte de este mundo, en mi caso yo quería estudiar arquitectura o diseño gráfico, me gustaba mucho desde pequeño y he sido pintor desde los seis años por lo que siempre me ha gustado el hecho de diseñar. Lo asocio a un incentivo para elaborar mis propios productos.
¿En que os inspiráis a la hora de crear los diseños?
Realmente es muy diverso. Nos inspiramos desde olas sociales, como puede ser la marea feminista en la que tanto la línea como la colección está muy enfocada al tema de la defensa de la igualdad entre hombres y mujeres, hasta los diseños asociados a tendencias como puede ser el estilo “surfer” o “street wear”. Es cierto que hay millones de marcas que parten de esas tendencias, pero nosotros intentamos aportar nuestra propia marca, hacernos un hueco dentro de este estilo.
Tenéis un gran número de seguidores y apoyo en redes sociales, ¿Cómo habéis conseguido tener tanta visibilidad en tan poco tiempo?
Empezamos con una estrategia muy agresiva en redes sociales pensando que Instagram era el foco principal de negocio. Es decir, a partir de Instagram desarrollar lo demás.
¿Tenéis alguna estrategia secreta?
“Nos damos a conocer ahí y nos conocerán en todo lo demás”, pensamos. Teníamos claro que era el eje transversal para que todo lo demás funcionara. Para conseguir apoyo en Instagram hay que ser muy constante, llevar a cabo muchas campañas distintas, que te reconozcan, que aportes un valor añadido para que quieran seguirte, contestar y enviar mensajes, etc. Al principio sobre todo hay que llamar la atención de la gente, poner muchos hashtags, en definitiva ser muy pesado… Pero a la vez que vas fidelizando a gente.
En lo que a valores se refiere, os habéis querido diferenciar del resto de empresas textiles corrientes. ¿En qué acciones ponéis de manifiesto estos valores?
Es muy importante destacar que nosotros somos una marca que nació en Zaragoza y siempre lo hemos recalcado. Pese a tener unas siglas anglosajonas como denominación de marca hemos asociado nuestra acción de marca a campañas muy localizadas en la ciudad. Como bien pueden ser las campañas de sudaderas de Pilares. Es decir, un producto diferencial que se asocia exclusivamente a la ciudad de Zaragoza y que no se puede conseguir en otras ciudades. El impacto que va a recibir va a ser en la ciudad de Zaragoza y a eso está dirigido. También nos diferenciamos en el hecho de tener una responsabilidad social corporativa relacionada con el medio ambiente; con los tintes y productos que utilizamos, la mayoría de ellos son ecológicos y se hacen en talleres artesanales. A nosotros nos supone un mayor coste pero a la vez también repercute en esos valores de marca que tratamos de defender.
Tenéis una gran influencia sobre los jóvenes, ¿os sentís responsables de lo que les podáis transmitir?
Sí, especialmente con el feminismo. Creo que es el tema en el que más hemos trabajado. Para nosotros el hecho de querer preparar una línea de productos feministas, el haber repercutido de una forma tan enriquecedora a la sociedad aragonesa a través de la ayuda a las asociaciones de víctimas de violencia de género nos descubrió un mundo que desconocíamos. Hemos tratado de contribuir en la medida de lo posible para que se diera más a conocer y poder formar parte de ello. En ese momento te das cuenta que dejas de ser una simple empresa de ropa, a la vez transmites muchas más cosas. Esto nos hace sentirnos verdaderamente orgullosos.
Algo que puede llamar la atención es que es una empresa para jóvenes pero hecha también por jóvenes. ¿Resulta complicado compaginar tus estudios con la marca?
Resulta complicado a medida que pasan los años y adquieres mayores responsabilidades, sobre todo, académicas. Muchas veces hay que priorizar. Algunas veces he priorizado los estudios, otras veces la marca. Es cierto que en ocasiones ha repercutido negativamente en los estudios pero es muy gratificante el hecho de que esa formación empresarial que estoy adquiriendo en mi carrera se vea reflejada en acciones en las que de forma práctica puedas plasmar en la realidad aquellos propósitos por los que en teoría estás estudiando. Resulta complicado administrarlo pero a la vez es muy gratificante.
Zaragoza es vuestro principal foco de ventas pero también tenéis pedidos en el resto de la geografía española, ¿contáis con alguna iniciativa para aumentar el conocimiento de la marca en el resto de España?
Trabajamos con personas visibles en el panorama nacional. Como bien podría ser el uso de influencers que tengan un alcance en ese ámbito. Es cierto que trabajamos mucho con “micro influencers”, es decir, personas en torno a unos 20 mil seguidores e incluso menos pero que puedan tener una influencia destacable en la ciudad de Zaragoza. De manera paralela es necesario contar con influencers con mayor número de alcance como podría ser el caso de Rocío Camacho (500.000 seguidores), Alba Reche (400.000) o Teresa Sanz (200.000). Todas ellas son conocidas a nivel nacional y nos aportan ese valor añadido. Ya no somos solo una marca de Zaragoza, aunque sí que seguimos potenciando y fortaleciendo esa fidelidad. Ahora también buscamos que exista una retroalimentación hacia el resto del ámbito nacional.
¿y a nivel internacional?
Nunca nos hemos interesado mucho por el nivel internacional debido a temas de logística. Si decides apostar por una ampliación internacional tienes que tener muy asentado el mercado nacional. Igual que hemos tratado primero de fortalecer el mercado en Zaragoza, después vas fortaleciendo lo que tienes más a tu alrededor. Siempre de lo local a lo global.
¿Cómo ves la empresa de aquí a diez años?
Todo va a depender mucho de nuestros estudios. A medida que vayamos finalizando tendremos más tiempo para tratar de buscar un trabajo y poder compaginarlo con nuestra propia actividad, pero dependerá de los objetivos que tengamos en un futuro. Si vemos posible o viable la idea de negocio. A mí personalmente me gustaría que Arizona´s Eagle formara parte de un gran proyecto empresarial. Es decir, que no fuera el proyecto en sí, sino hacer algo más ambicioso o más innovador que pueda aportar más a la sociedad. Que pueda tener un impacto positivo en ella.
¿Queda algún objetivo por cumplir?
Tener una mayor constancia ya que es la clave de cualquier negocio. En nuestro caso partimos de la base de que es un negocio muy estacional y que depende del momento de lanzamiento de las colecciones.
Arizona´s Eagle es un gran ejemplo de emprendimiento, ¿animarías a más jóvenes a atreverse a crear su propia marca?
Sí, de hecho un tema que me llama mucho la atención y que sería un buen posible objeto de estudio es el hecho de buscar ese tipo de proyectos iniciales que grandes empresarios llevaron a cabo. Aquellas ideas que comenzaron como un pequeño negocio y a partir de ellos acabaron desarrollando proyectos mucho más ambiciosos y exitosos. Creo que emprender es el primer paso para la gente que tiene inquietudes. Se trata de crear, no solo una marca de ropa sino cualquier tipo de negocio, cualquier idea que se le ocurra. Puede que esa idea al principio no salga pero que a la vez sirva para tener mejores ideas en el futuro. Creo que esa tiene que ser la clave.
¿Qué consejos les darías a jóvenes emprendedores?
Sobre todo constancia, muchas ganas de llevarlo a cabo, de plasmarlo y planificarlo porque si no eres capaz de creer en tus propias ideas es imposible que nadie vaya a creer en ellas. Ese sustento anímico y de responsabilidad que tenemos cada uno de nosotros de querer transformar la realidad o de proyectar esas ideas en la cabeza tiene que partir de nosotros mismos, no van a venir a ayudarnos. Nadie lo va a hacer por nosotros. Va a depender de nosotros pero es muy importante que estemos decididos a llevar a cabo lo que queramos. Y que sea siempre desde el corazón, desde la inquietud y desde la ambición de cada uno de nosotros.
Entrevista realizada por Clara Marín