La nueva película de Daniel Calparsoro nos lleva de la mano por un camino de ambición y búsqueda de ascensión social que, dentro de sus límites de cine quinqui moderno, se queda algo difusa y muchas veces, imprecisa en su objetivo.
El director de Cien años de perdón, Daniel Calparsoro, vuelve a la gran pantalla con un thriller de acción con voluntad adrenalínica que acaba siendo pesado. La película nos cuenta la historia de Ángel, un joven de barrio en los suburbios de Madrid que sueña con llegar a lo más alto cueste lo que cueste, mientras se ve metido en un triángulo amoroso difícil de desentrañar.
Miguel Herrán da vida al protagonista, que en ocasiones nos puede recordar al papel por el que ganó el Goya en A cambio de nada, pero a un nivel más cani e impertérrito. El personaje, gracias a una pelea en una discoteca, se hace hueco en una banda de atracadores y conoce a Estrella (Carolina Yuste), su gran amor. A partir de aquí todo va en ascenso.
La crítica social del film es clara: la corrupción policial y judicial llega a cualquier estrato de la sociedad. A medida que Ángel aumenta su reputación, vemos cómo todo el sistema está corrupto y, en este caso, en manos de Rogelio (Luis Tosar), el capo de la banda y quien se convertirá en su suegro.
Sin embargo, hay secuencias cuya finalidad no entiendo y hacen que la trama parezca algo más complicada de lo que realmente es. Además, parecen desvincularse un poco del objetivo crítico final que posee el largometraje. A pesar del gran trabajo del guionista, Jorge Guerricaechevarría, por intentar mantener la atención del espectador activa constantemente, el paso de los minutos se hace cada vez más pesado y no te queda más remedio que perder el interés.
Por otro lado, creo que los personajes son demasiado estereotípicos. El jefe de la banda criminal cuya hija se enamora del protagonista, la abogada compinchada, el novio matón que es amigo y enemigo, el policía raso que no se entera de nada. Dejando de lado la superficialidad general, los únicos que se salvan son Ángel y Estrella, cuya química es evidente e innegable.
El trabajo de Carolina Yuste me parece maravilloso. Es completamente capaz de dar vida y reivindicar a esta choni con buen fondo y principios éticos claros. Un personaje que más allá de ser “la chica”, tiene pensamientos propios y, aunque su amor le limite, procura actuar consecuentemente. Además, esto lo vemos en otro personaje de mujer, Sole (Asia Ortega), que también sabe tomar sus propias decisiones y no se limita a ser la hija o mujer de.
Por otro lado, de esta película podemos destacar la buena fotografía. El director, Josu Inchaustegui, consigue mostrarnos los mejores planos aéreos de Madrid, combinados con los frenéticos momentos de atracos y huidas en coche. Esto, unido a la composición de luces y sombras para enseñarnos el submundo de los protagonistas, hace que estéticamente el film sea fantástico.
En definitiva, nos encontramos ante un apabullante thriller de acción con una crítica social subyacente clara. Sin embargo, la insuficiencia de profundidad en los personajes y la falta de transparencia en la trama hacen que el conjunto de la producción se vuelva algo pesado. Dos horas que, a pesar del intento por dar un paso más, no consiguen su objetivo de atraparte ni te dejan muy claro cuál era ese objetivo desde el principio debido a un giro de guion inesperado al final.
FICHA TÉCNICA:
Título: Hasta el cielo
Dirección: Daniel Calparsoro
Actores principales: Miguel Herrán, Carolina Yuste, Luis Tosar, Asia Ortega, Patricia Vico, Fernando Cayo
Duración: 121 min
Exhibición: cine
País de producción: España
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Autora: Elena Álvarez @elenaalvarez_99 (Twitter) @elena.mine (Instagram)
Editora: Andrea Aragón
Redactora jefa: Elena Álvarez
