De Amor y Monstruos es una comedia de aventuras post-apocalípticas que no será la producción del año, pero resulta entretenida y divertida. Dylan O’Brien, quien interpreta al personaje principal, vuelve a brillar con luz propia en una producción que no está a su altura.
La explosión de un meteorito ocasiona un apocalipsis, que convierte a diferentes animales en monstruos gigantes. Al evacuar su ciudad, Joel Dawnson (Dylan O’Brien) pierde a sus padres y se separa de su novia, Aimee (Jessica Henwick), a quien le promete que la encontrará en un futuro. Durante siete años, Joel vive en un bunker junto con más supervivientes, quienes son capaces de cuidar de sí mismos, lo que provoca una sensación de inutilidad en él. Esta es su motivación para salir al exterior y, por fin, cumplir la promesa que le hizo a Aimee. Durante el trayecto, correrá múltiples peligros y encontrará aliados inesperados.
Una comedia familiar donde se narra con un tono humorístico lo ocurrido en el apocalipsis y que es perfecta para pasar el rato. Sin embargo, lo que más destaca de ella es la actuación del personaje principal. En este papel, O’Brien combina la vulnerabilidad y gracia de Stiles Stilinski (Teen Wolf) con el carácter superviviente de Thomas (El Corredor del Laberinto). Es esta interpretación tan extraordinaria lo que consigue sacar la película adelante.
Al principio de la historia, Joel narra las vivencias dentro del bunker y las relaciones que se forman. Como todas las personas de su colonia están emparejadas, decide salir al exterior para buscar a su antigua novia, Aimee, tal y como le prometió antes del apocalipsis. Todo comienza como un viaje por amor, hasta que se convierte en una travesía de autosuperación del personaje principal, quien va creciendo reto a reto, mediante las enseñanzas de personas que conoce en el camino.
A lo largo de la película, el guion desarrolla un conflicto interno: hacer frente a un miedo para intentar conseguir algo o quedarse con lo que tiene actualmente. Desde el comienzo, se puede observar cómo Joel se enfrenta a diferentes situaciones en las que tiene que decidir si enfrentarse a lo desconocido o mantenerse en lo conocido: salir al exterior o permanecer en la relativa seguridad del bunker, continuar su camino o desviarse. La película termina haciendo hincapié en un emotivo mensaje: no te conformes nunca, ni siquiera en el fin del mundo.
Sin lugar a dudas, las partes más entretenidas de la película son las escenas en las que el personaje principal realiza su viaje junto con algún compañero. Al principio, cuando se encuentra viajando con el perro, Chico, es cuando O’Brien saca a relucir todo su talento para los monólogos. Destaca uno donde le cuenta al perro un poco sobre su vida y le confiesa algo que no le había dicho a nadie: que está nervioso por volver a ver Aimee. Después, junto a Clyde (Michael Rooker) y Minnow (Ariana Greenblatt), dos supervivientes que viajan hacia las montañas. Con estos personajes comparte una química excelente desde el primer momento en el que le enseñan a sobrevivir en el exterior: los diferentes monstruos y su peligrosidad, los mejores lugares para continuar su camino. Por último, destacan las emotivas escenas que comparte con Mav1s, un robot abandonado. Ambos tienen una charla sobre las inseguridades de Joel sobre el viaje. Además, Mav1s le ayuda a despedirse de su madre mostrándole una fotografía de ella.
En definitiva, De Amor y Monstruos es una película entretenida, para pasar el rato, que cuenta con una de las mejores actuaciones de Dylan O’Brien. Una producción con un mensaje final emotivo que te inspirará a superar tus miedos y a no conformarte con lo que tienes.
Ficha técnica
Título: De Amor y Monstruos
Dirección: Michael Matthews
Actores principales: Dylan O’Brien, Michael Rooker, Ariana Greenblatt, Jessica Henwick y Ellen Hollman.
Duración: 109 min.
Plataforma: Netflix
País de producción: Estados Unidos
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Autora: Cristina Sáenz [Twitter: @CristinaSaenz95 / Blog literario]
Editora: Alba Fernández
Redactora jefe: Elena Álvarez
