Autores: Erika Suárez y Fernando Segovia
La salud mental de los jóvenes cobra cada vez más importancia en la sociedad. Hasta ahora, era un tema invisibilizado. Actualmente se le da más protagonismo, tal vez por el aumento de casos de ansiedad, depresión y suicidio.
En el último mes muchos jóvenes han compartido en sus redes sociales un gráfico, publicado por El Mundo, que compara el número de muertes producidas por covid y por suicidio durante el año 2020. Estas últimas superan considerablemente en número a las muertes producidas por el virus.
La difusión de esta publicación por parte de los jóvenes pretende llamar la atención sobre un problema que en el año del inicio de la pandemia, supuso la muerte de 3.941 personas.
Desde Entrelinks nos preguntamos si las redes sociales y los videojuegos tienen relación con el deterioro de la salud mental de los jóvenes, las principales víctimas y quienes más uso hacen de la tecnología.
Redes sociales y salud mental
Las redes sociales son espacios que permiten la interacción social y el acceso a la información. Para muchos adolescentes son una forma de mantenerse en contacto con sus amigos, divertirse o evadirse de la realidad. No tiene nada de malo mientras no se descuiden otros hábitos como los estudios, las relaciones sociales presenciales, la alimentación, la actividad física o los horarios de sueño.
Diversos estudios afirman la existencia de una relación directa entre el uso de las redes sociales y el malestar psicológico. Algunos problemas derivados del uso excesivo de las redes sociales, y también de los videojuegos, son entre otros: conductas agresivas, fruto de la frustración de haber perdido una partida en la “play”, por ejemplo; baja autoestima al estar influidos constantemente por los estereotipos falsos de belleza que inundan perfiles de famosos o influencers; aislamiento social y carencia de habilidades físicas, adicción que lleva a desatender otras necesidades vitales como la alimentación o el descanso; y, por último, una conectividad permanente, como comprobar cada dos minutos las notificaciones de nuestros teléfonos, lo que produce estrés y ansiedad.
La experiencia de Alejandro Prada
Para darle un punto de vista más cercano, hemos podido entrevistar a Alejandro Prada: un influencer residente en Zaragoza, que cuenta con más 600.000 seguidores entre todas sus redes sociales.
Para él es muy importante la relación que mantiene con sus seguidores, puesto que la imagen que transmite puede afectarles de manera emocional. «Creo que como influencer debes mantener una buena cara hacia tu público para hacerles olvidar que a lo mejor están pasando por un mal momento», afirmó Alejandro Prada. El influencer reconoció que su trabajo le afecta psicológicamente de manera positiva y que ha aprendido a no prestar mucha atención a los comentarios negativos, a menos que se trate de una crítica constructiva.
Prada no considera que invertir su tiempo en redes sociales sea algo negativo porque como él afirma: «hay una evasión del mundo real durante las horas en las que estás centrado en ello, eso pasa en cualquier trabajo, ya sea influencer, informático o diseñador de videojuegos«. Este tiempo lo compara con el que se puede invertir en cualquier pasatiempo o hobby fuera de la red, ya sean deportes u otras actividades, y cree que lo importante es saber controlarlo y no dejar pasar otros aspectos de tu vida por prestarle toda la atención a ello.
En cuanto a los videojuegos, sostiene que permiten interactuar a tiempo real con personas de todo el mundo y pueden ayudar a que uno no se sienta solo y encaje en la sociedad. «Puedes relacionar los videojuegos con la depresión como cualquier pasatiempo más, es cierto que te ayudan a despejarte e incluso a conectar con un mundo virtual«, concluye Prada.
Editora: Pilar Arruebo Pérez.