Autora: Victoria Cazcarro Forcadell
Carmen Marta-Lazo, catedrática de Periodismo, impartió el pasado lunes 18 de septiembre en la Biblioteca de Aragón en la calle Doctor Cerrada la conferencia El humanismo digital en la era de la desinformación con la colaboración de la Asociación Aragonesa de Amigos del Libro. Esta conferencia inicia un nuevo ciclo de actividades culturales de la asociación para este curso 23/24.
Destacó la necesidad de frenar la difusión de los bulos: “Necesitamos encontrar la vacuna contra la infodemia, nosotros la llamamos alfabetización mediática, unas claves para discernir que es verdad y que no es verdad”.
La profesora de Periodismo en la Universidad de Zaragoza habló de la relevancia de contrarrestar la información morbosa y conflictiva en este ambiente contaminado de información falsa, impulsando aquellas noticias que destaquen por su interés social y notoriedad. “Los periodistas nos basamos en una serie de valores noticia y de claves que la ciudadanía ahora tiene que tener porque, si no, no sabrán manejar la información”, señaló la investigadora.
Contó el trabajo de divulgación que realizan desde el grupo de investigación GICID del que Marta-Lazo forma parte para llegar a concienciar a la sociedad. Detalló las instituciones que estaban incorporando los conceptos y competencias de su línea de investigación, como UNICEF o la Junta de Andalucía. La comunicadora destacó la incorporación de una guía de alfabetización mediática por parte del instituto Ramón y Cajal: “Lo han aplicado de una forma de matrícula de honor y esperamos seguir llevándolo a otros centros también con el nuevo gobierno, con el fin de que nuestra comunidad autónoma sea pionera”.
Marta-Lazo puso en perspectiva la situación informativa actual: “Antes solo recibíamos mensajes, nos sentábamos delante de la televisión, leíamos el periódico y escuchábamos la radio. Hoy también estamos integrados dentro de la posibilidad de ser emisores de comunicación.” Habló de que todos somos emisores y receptores simultáneamente, dejando atrás el modelo comunicativo tradicional de emisor-receptor: “Ante una única realidad, hay muchísimas miradas”.
Destacó el papel del factor relacional como motor para el humanismo digital, un modelo que va más allá de las tecnologías. La catedrática explicó que, al incluir este factor relacional en el ámbito tecnológico, las Tecnologías de la Relación, la Información y la Comunicación (TRIC) permiten un nuevo marco educativo, el modelo educomunicativo. Según la divulgadora, este modelo consiste en “trabajar conjuntamente la educación con la comunicación, porque la educación sirve para comunicar, y la comunicación para educar”.
La investigadora del grupo de investigación GICID habló de que ese factor relacional, no está solo compuesto por la interacción con los demás, sino también engloba nuestra relación interior, con nosotros mismos. Explicó como este factor va a ser diferencial a la hora de diferenciarnos de la inteligencia artificial: “Nosotros tenemos consciencia. La inteligencia artificial se deja llevar por las repeticiones, pero las personas tenemos ese pensamiento crítico y creativo, esa capacidad de análisis que ahora mismo la inteligencia artificial no tiene”.
Marta-Lazo habló de la interacción característica de esta nueva era informativa, capaz de introducirnos al metaverso, un mundo al que se accede con gafas de realidad virtual. Contó que los estudiantes de la Universidad de Zaragoza incorporaron este mundo virtual para la grabación de un documental en pueblos del Pirineo. “Nos convertimos en agentes activos por experiencias que vivimos desde dentro. Formamos parte de la historia, y la vivimos de forma protagónica”, recordaba la profesora que trabajó el proyecto con sus alumnos.
Mencionó los aspectos negativos de la tecnología, como la ciberdelincuencia y las brechas de capacidades tecnológicas y de acceso a Internet. La periodista reconoció a su vez las opciones que la tecnología posibilita, ofreciendo nuevas oportunidades. Habló del enfoque de la tecnología desde el grupo de investigación: “Nosotros no vemos la tecnología de una forma tecnófoba ni tecnófila”. Compartió con los asistentes su manera de abordar teniendo en cuenta ambos lados de la moneda: “Intentamos buscar la parte de equilibrio para sacar lo mejor desde una perspectiva critica”.
